Agustín Rossi: “La oposición no tiene legitimidad para representar ningún enojo en las elecciones”

En un mano a mano con 0223, el ministro de Defensa le pidió a los líderes de Juntos por el Cambio que expliquen "por qué gobernaron tan mal e hicieron tanto daño". Tampoco esquivó la autocrítica de la gestión en pandemia y reconoció que "hay una cantidad de capítulos incumplidos".

El funcionario vaticinó una "muy buena" performance electoral del Frente de Todos. Foto: twitter @RossiAgustinOk.

25 de Junio de 2021 08:00

Agustín Rossi da respuestas largas y contundentes. A un mes para el cierre de listas, el ministro de Defensa que tiene Alberto Fernández no esquiva ninguna pregunta sobre las elecciones y tampoco los pronósticos. Se anima a anticipar una "muy buena" performance electoral del Frente de Todos, un resultado que defiende con las críticas que descarga contra Juntos por el Cambio y, puntualmente, contra Mauricio Macri, el expresidente que volvió a ganar terreno en la escena política desde el lanzamiento de "Segundo tiempo".

Pero más allá de los liderazgos y nombres propios, el funcionario - bastión del kirchnerismo desde sus comienzos - se encarga de marcar una diferencia que reconoce como clave de cara a la disputa que habrá en las urnas argentinas en los próximos meses: mientras acusa una "guerra de egos" en la oposición por la definición de los candidatos, destaca en el Frente de Todos un marco de unidad plena. "No hay nadie del Frente de Todos que hoy tenga una mirada de pensar de manera diferenciada a lo que es la construcción de la fuerza", asegura.

En un mano a mano que le concede a 0223 durante su paso por Mar del Plata, el hombre del gabinete nacional también lamenta el fuerte impacto de la pandemia para la gestión y, sin eludir la crisis que se agravó desde la irrupción del Covid-19, dice que no desconoce "que pueda haber argentinos que estén enojados producto de la impotencia". "Somos conscientes que hay una cantidad de capítulos de la esperanza que sembramos que están incumplidos", aclara, pero después señala: "Macri es el pasado de la Argentina y estoy convencido de que la mayoría de los argentinos no quiere volver a verlo presidente".

-Con el avance de la vacunación, se transmite una sensación general de que tanta angustia y tragedia pronto va a terminar en el país... ¿Cómo vive este presente de la pandemia? ¿Está ansioso?

-Suelo decir que la pandemia, para quienes gobernamos, es como que te agarre un camión Scania a 400 kilómetros por hora en sentido contrario. Desacomodó a toda la humanidad y sin ninguna duda que tuvimos que ir dando respuestas alrededor de eso. Obviamente que tenemos todas las expectativas que tienen todos los argentinos y que el hecho de contar con más de 20 millones de vacunas nos da un horizonte de mayor previsibilidad, por lo que auspiciamos y auguramos tener vacunados a la mayor cantidad de argentinos en la menor cantidad de tiempo posible. Junto con eso, tratamos de generar las condiciones para la recuperación económica del país que sabemos que es el único camino para mejorar las situaciones sociales. Cuanto más crecimiento económico haya, mejor van a ser las condiciones de país. Estamos trabajando claramente en ese sentido. Hace tres meses que viene cayendo la inflación. Me parece que se están generando las condiciones para una recuperación económica y eso, más vacunación, más descenso de los casos, y menos restricciones, da una perspectiva de recuperación. Así que tenemos la expectativa, como dijo de Cristina, de que vamos a volver a ser felices (risas). Eso es lo que buscamos sin ninguna duda. La verdad que solo podemos contar veinte días de diciembre, enero, febrero y diez días de marzo gobernando sin pandemia porque después todo lo que tenemos es coronavirus.

-Los ojos están puestos en la pandemia pero no se puede evitar la pregunta por las elecciones, ¿teme que la pandemia pueda ser un condicionante? ¿Con qué imagen llega el Frente de Todos a las legislativas?

-Creo que vamos a hacer una muy buena elección. Los argentinos nos van a seguir acompañando mayoritariamente. El Frente de Todos fue una esperanza que se abrió en 2019 frente al desastre del gobierno macrista. Y somos conscientes que hay una cantidad de capítulos de esa esperanza que están incumplidos pero fundamentalmente por lo que significó la pandemia. En la medida que dejemos atrás esto, nosotros vamos a poder cumplir con todas las expectativas que se desarrollaron en el 2019. Tampoco desconozco que pueda haber argentinos que estén enojados producto de la impotencia. Pero creo que los argentinos nos van a acompañar a nosotros mayoritariamente porque votar a Cambiemos es volver al pasado. Argentina tiene la singularidad política de que quienes hoy están en la oposición fueron los oficialistas de hace un año y medio atrás. Los que hoy se van a presentar a elecciones, Larreta, Macri, Vidal, Bullrich y demás, todos tuvieron responsabilidades enormes en cuatro años del macrismo y el macrismo todavía le debe a la sociedad una explicación: por qué gobernaron tan mal, por qué en tan poco tiempo hicieron tanto daño. Porque hasta ahora no les hemos escuchado nada, solo se dedican a criticarnos y a veces lo hacen con mucha virulencia. A mí me parece que en algún lugar hay que reflexionar esta situación. Nosotros les entregamos un auto,  ellos lo chocaron y ahora es como que se pusieron una academia de conductores y nos quieren explicar a nosotros cómo hay que hacer para manejar el auto que ellos chocaron. Por eso creo que los argentinos no van a volver a un Gobierno con un 3000 por ciento de aumento de tarifas, con endeudamiento excesivo, con devaluaciones sorpresivas y que beneficiaron a los amigos del presidente. Nos impugnaron durante cuatro años por la falta de transparencia de la gestión y hoy el macrismo tiene el primer prófugo de la democracia. Fabián Rodriguez Simón es el primer prófugo de la democracia. Los otros prófugos fueron los represores, que se iban porque venían que podían estar condenados. Pero Rodriguez Simón fue dirigente de Cambiemos, diputado del Parlasur, integrante de la mesa judicial, y está prófugo porque no cree en la Justicia, siendo que es amigo del presidente de la Corte Suprema. Hay fotos del casamiento de su hija donde está Carlos Rosenkrantz. Y todos sabemos que es amigo también del camarista Martín Irurzun. Hay muchas cosas que la oposición tiene que explicarle a los argentinos como para ponerse en el rol de canalizar el enojo que surge de la impotencia de algunos. La oposición no tiene ninguna legitimidad para tratar de representar ese enojo. Si hubiesen dejado al país más ordenado, nuestra gestión de la economía en el marco de la pandemia habría sido más eficiente. Y no nos encontramos con una situación razonable sino de muchísima dificultad.

-¿Cómo lo ve a Alberto Fernández? ¿Lo siente cansado? ¿Y a Cristina Kirchner? ¿Cree que tendría que tener una mayor exposición en este tiempo?

- La verdad que los veo muy bien a los dos. Al presidente lo veo con la misma energía desde el primer día. Y con Cristina hablo bastante seguido y también la veo muy bien. Nosotros, dentro del peronismo, tenemos la experiencia novedosa de gobernar con una coalición porque siempre la gobernación fue en el marco de liderazgos muy firmes y preestablecidos. Y el primer gran desafío de las coaliciones es no romperse, cosa que nosotros estamos consiguiendo. No hay nadie del Frente de Todos que hoy tenga una mirada de pensar de manera diferenciada a lo que es la construcción de la fuerza.  Para nadie eso es una opción. Eso es de muchísimo valor. Se intenta sintetizar el Frente de Todos diciendo que es Alberto más Cristina más Massa pero en realidad es eso junto a todos los gobernadores de origen justicialista, todas las corrientes sindicales, las organizaciones sociales y otra cantidad de organizaciones que se referencian con nosotros. Es una coalición heterogénea que le tocó una difícil. Y los principales dirigentes políticos, Alberto y Cristina, se conocen de hace muchísimos años y tienen una relación que la gestionan adecuadamente. Acá, cuando el presidente toma una decisión, la coalición se encolumna debajo de eso porque cuando uno gestiona necesita unidad de acción. Esta es una diferencia que se verá fundamentalmente en el proceso electoral: mientras Cambiemos está en una guerra de egos para conformar sus listas, nosotros además de que en el algún momento nos tenemos que poner a conformar las listas, tenemos que gestionar y dar respuestas a las demandas del conjunto de los argentinos.

-¿Todavía no están las listas?

-No, no…

-No falta mucho…

-No, no falta mucho pero los tiempos en las elecciones no duran veinticuatro horas sino muchísimo más (risas). Sí me parece que hay una definición muy importante y es que las listas van a representar la conformación de los distintos sectores que forman parte de la coalición.

-Macri, al igual que en la elección de 2019, insiste en que estos comicios son los más importantes desde la vuelta de la democracia, ¿lo siente así también?

- La próxima elección tiene trascendencia, por supuesto, pero para mí la trascendencia no está en lo que dijo Macri sino en que la Argentina mire hacia el futuro y no vuelva al pasado. En estas elecciones lo que se vota es el futuro que ofrece el Frente de Todos o el pasado que ofrece volver a la gestión del 2015 al 2019. Macri es el pasado de la Argentina… ¿alguien quiere volver a ver a Macri presidente? Estoy convencido de que la mayoría de los argentinos no quiere volver a verlo ¿Macri ha dicho que no va a ser candidato a presidente en el 2023? No, no ha dicho nada y entonces yo tengo el derecho a pensar que puede volver a ser candidato, que su intencionalidad sea esa. Y los argentinos no van a volver a esa gestión. Soy absolutamente consciente de que la expectativa que generamos tiene capítulos que no se cerraron o abrieron por la pandemia, pero sin ninguna duda que es una expectativa hacia el futuro, con una sociedad más igualitaria, más equilibrada, con movilidad social ascendente y crecimiento económico. Eso es lo que le ofrecemos a los argentinos; Cambiemos lo que ofrece es Macri. Y Macri es pasado, un pasado que todavía no se explicó y que seguramente no es virtuoso. Porque si no hubiesen ganado las elecciones. Macri es el primer presidente, desde la reforma del ’94 de la Constitución, que ostenta la reelección y la pierde ¿Qué significó aquel voto? Lo que la gente dijo es ‘vos no quisiste, no supiste o no pudiste, no me importa, pero no resolviste los problemas y por eso acompaño a Alberto y a Cristina’ y eso fue lo que sucedió en el 2019 ¿Por qué vamos a pensar que ahora Macri puede? ¿Por qué los que gobernaron durante cuatro años y dejaron el país hecho un desastre van a gobernar bien si cuando tuvieron la oportunidad lo hicieron mal?

-¿Tiene alguna crítica para hacer hacia algunos intendentes del PRO que se mostraron más reticentes con las diferentes medidas que sugería el presidente durante el avance de la pandemia? Acá, por ejemplo, Alberto Fernández llegó a hacer públicas las diferencias con Guillermo Montenegro…

-Yo respondo por la positiva: el que tenía razón era el presidente. Porque cuando se aproximó la segunda ola, el presidente fue el que impulsó, casi en soledad, y solo con el acompañamiento de Axel Kicillof, las primeras restricciones y sumó varias críticas. Y después aumentaron las restricciones. Pero cuando veo que el presidente toma la decisión del confinamiento por nueve días y ahí apoyan todos, hasta los que criticaban las restricciones anteriores, es porque en realidad el que tenía razón era el presidente, el que veía lo que estaba pasando era el presidente. Me alegro que ese confinamiento la hayan apoyado todos porque cuando te llega el agua al cuello hay que tomar esa decisión pero la verdad que prefiero dirigentes que miren un poquito más allá y no tomen la decisión cuando hay urgencias. Y hoy se ve que las decisiones del presidente dieron resultado porque los casos de Covid-19 están bajando. A nadie le gusta tomar decisiones antipáticas pero uno tiene que tomar las decisiones que son en beneficio del conjunto de la sociedad. El presidente siempre tuvo muchísima claridad en eso. Y el sistema de salud siguió dando respuesta por las medidas que tomamos. Creo que hay que hacerle un reconocimiento al presidente porque fue el que vio con más claridad lo que estaba pasando con la pandemia. Obviamente que muchos sectores de la oposición lo utilizaron para generar un desgaste pero al tomar perspectiva, uno ve que tenía razón el que quería restringir. Un mes después, acompañaron todos… ¿Qué pasó ahí?

-Imagino que desde la llegada a la Anses ha tenido un contacto un poco más cercano con Fernanda Raverta. En este tiempo de pandemia adquirió un rol clave desde el punto de vista de las políticas de contención social. Sabiendo que también es una dirigente de mucho peso en Mar del Plata, y que mantiene aspiraciones por la intendencia en 2023, ¿cómo la está viendo?

-Creo que es una dirigente que no tiene techo. Tiene muchísima capacidad. Compartí dos años en el bloque de diputados y establecí una relación de mucha cercanía. Sé y conozco de su construcción política en Mar del Plata y de la última elección que hizo en la ciudad. Creo que tiene muchísimo camino por recorrer no solo en Mar del Plata sino en la política argentina. Es una dirigente con muchísimo potencial… además de que la quiero mucho (risas).