Entrenan en una plaza y en un playón y buscan una cancha propia para poder jugar al fútbol

Beto Cano es una escuelita de fútbol que brinda contención social y deportiva a 150 chicos y chicas de los barrios Las Canteras y San Martín. "Un montón de pibes se suman para olvidarse de la vulnerabilidad y las necesidades que hay en sus casas", aseguró su entrenador.

25 de Julio de 2021 15:37

Por Redacción 0223

PARA 0223

Beto Cano es una escuelita de fútbol que contiene social y deportivamente a 150 chicos y chicas de los barrios Las Canteras y San Martín de Mar del Plata. Sin un espacio físico para entrenar, buscan que les otorguen la explotación de algún terreno o cancha para poder jugar.

La historia de esta amistosa escuelita de fútbol surgió cuando en mayo de 2017 Luis Alberto Cano, un joven de 22 años, embistió su moto contra un auto en inmediaciones de Avenida Jara y Quintana. El accidente le cobró la vida en el acto. Su muerte caló hondo entre sus seres más cercanos y sus amigos decidieron homenajearlo: crearon el equipo Beto Cano en su memoria.

Con el paso del tiempo, el equipo mutó a una escuelita en la que hoy entrenan 150 jóvenes que practican fútbol en la plaza del barrio San Martín y en el playón de la sociedad de fomento del barrio Las Canteras. "Cada vez tenemos más chicos y no hay un lugar para que se cambien y desarrollar la actividad deportiva como debe ser", explicó Matías Galván, uno de los entrenadores.

La escuelita también cumple un rol social muy importante para los chicos y chicos de la zona. Además de entrenar, los alumnos y alumnas tienen la posibilidad de acceder a una merienda y a otros alimentos.

"Un montón de chicos se suman al deporte con la necesidad de salir dos o tres horas por día e ir a jugar el fin de semana para olvidarse de la vulnerabilidad y las necesidades que hay en sus casas. Por eso, desde Beto Cano queremos que esos niños y niñas puedan salir adelante y tener un futuro", aseguró.

La falta de un espacio propio también dificulta la misión solidaria del equipo. "No tenemos ni siquiera un baño. Se nos complica para organizar una comida para los chicos. Les damos la leche sentados en la tierra", manifestó Galván.

El entrenador puso reparos en que algunos proyectos que presentaron a las autoridades de la Municipalidad no prosperaron. Es que en la zona, según confió, hay algunos terrenos llenos de "mugre y piedras" que se podrían utilizar para entrenar. "Queremos que Beto Cano tenga su cancha propia de manera acorde y legal", sostuvo.

Sin embargo, la falta de un espacio propio no limita a Beto Cano que proyecta expandirse a la práctica de básquet y hockey. "La idea es desarrollar una escuelita deportiva y no tener un tope. Teniendo un espacio físico para entrenar podríamos albergar a todos los chicos de los barrios", concluyó.