"Carlitos" Di Pace, un valiente del mar hasta la última ola

El surf argentino y latinoamericano lamenta la joven muerte de este deportista marplatense, pionero del Stand Up Paddle en el país. Padre, 'profe', guardavidas, dejó un tendal de amigos que hoy lo lloran. 

Carlos Di Pace fue un pionero del Stand Up Paddle en Argentina, disciplina que hoy es un furor. Foto: Juan Luis De Heeckeren - Standuplatino.com

20 de Agosto de 2021 08:13

El mundo del surf argentino y latinoamericano está conmovido por estas horas ante la repentina y absurda muerte de Carlos Di Pace (48 años), un marplatense que ha sido uno de los grandes de la historia local de este deporte, y que ayer no sobrevivió a una ola gigante -su especialidad y máxima adrenalina- en el mar mexicano de la playa Boca de Pascuales, en la costa oeste de aquel país. Las redes sociales reflejan el afecto que cosechó en su intensa vida, con mensajes de amigos y colegas de todas partes del mundo.

Integrante del primer equipo argentino en un Mundial de Surf (Francia 1992), Carlos era hermano menor de Santiago "Aguja" Di Pace, también bicampeón nacional de surf. De acuerdo a informaciones que accedió 0223, el también guardavidas marplatense había llegado el día anterior a México desde Hawai, Estados Unidos, donde luego pensaba regresar. En aquel paradisíaco lugar, precisamente en la isla de Maui, descubrió con otros argentinos la pasión por el Stand Up Paddle, deporte que hoy es furor en Argentina y que él mismo introdujo a comienzos de la década pasada. "La primera vez que me metí fue en Waikiki con una tabla de windsurf vieja que me prestaron y yo tenia un remo. Es que mi tabla se estaba haciendo y se demoro bastante, entonces use un windsurf por mientras. La primera tabla, la hice con el ´Mono´ Mosquera en diciembre del 2004, y la terminamos en Semana Santa del 2005. Fue la primera verdadera tabla de Stand Up en aguas argentinas", contó años atrás al sitio standuplatino.com.

"Estoy muy mal...se me fue un hermano. Toda una vida con él, surfeando juntos y viajando a todos lados. En las buenas, las malas. Los familiares no los elegís, pero los amigos sí. Él era mi hermano, mi amigo, todo. Fueron muchas cosas vividas", expresó entre lágrimas a 0223 y desde Brasil el multicampeón argentino Alejo Martínez, uno de sus más íntimos amigos. "Dejaba todo por la bandera. No tenía miedo a nada. Un chabón que se tiraba a la más grande, no le importaba nada, representando a la Argentina bien arriba", agregó el marplatense con la conmoción a cuestas. 

Amante del mar, desde los 13 años Carlos Di Pace practicó el surf con total pasión. Tras participar del primer Mundial para un equipo argentino en Francia, en la categoría Open, también participó en Isla Margarita 1993 y Río de Janeiro 1994. Apasionado por los deportes extremos, también disfrutaba de la adrenalina del snowboard con polvo o sobre la nieve, de practicar town-in, kitesufrfing, skate. Futbolero e hincha de Boca, también gustaba de jugar sus "picados". 

La amistad fue uno de sus fuertes, en un ambiente de mucha comunión, con largos viajes y el disfrute del mar como máxima premisa. "Carlitos era un tipo muy alegre, una persona que le gustaba charlar, muy amigo. Era divino, daba gusto, te divertías mucho con él", recordó Freddy Tórtora, presidente de la ASA (Asociación de Surf Argentina) a 0223.

Una de las tantas pasiones de Carlos Di Pace, en la casilla de guardavidas.

Esa valentía que se le conocía era por animarse a surfear las olas más grandes y peligrosas, siendo protagonista de los torneos de ese tipo y ante los mejores del mundo. Allí encontró su especialidad en el agua. Todos coinciden que no le tenía miedo a nada. "Puro huevo, no dejaba pasar ninguna ola grande". Al respecto, Tórtora recordó: "Era un amante de las olas grandes. De chico, como Santiago, fueron mucho tiempo a Hawai y allí aprendieron a correr olas grandes. Desde Argentina a Chile o Perú, siempre buscando olas buenas", sostuvo. "Para el surf argentino se va una persona que nos representó en todo el mundo. Fue campeón argentino, Junior, compitió a nivel internacional. Lo conozco desde sus inicios. Siempre fue un surfista de raza y hemos viajado a muchos campeonatos". El dirigente recordó la participación de Di Pace en aquel primer Mundial: "Gracias a que dejó en el camino a un corredor peruano, Argentina terminó entre los primeros 14 del mundo".

"Carlitos" Di Pace había trabajado el último verano como guardavidas en los balnearios 7 y 8 de Punta Mogotes. Toda la temporada de trabajo para luego emprender los viajes que más disfrutaba, por todo el continente, donde recogió grandes amistades. Con su hermano Santiago, organizaba la Copa Free Riding de SUP en las playas de Luna Roja y Mariano. Ambos tuvieron una Escuela de surf, kitesurf y Stand Up Paddle. 

Di Pace y la bandera argentina, siempre en alto en cada competencia.

Una partida prematura para una persona muy querida, padre enamorado de un niño y una niña, y que a sus 48 años también disfrutaba de enseñar y transmitir sus experiencias a las camadas más jóvenes del surf. "Todos lo conocían y le llevaban a sus hijos para que aprendan con él a surfear, porque le gustaba mucho enseñar. Era una excelente persona. Nos queda un gran recuerdo de él, no lo olvidaremos nunca. Espiritualmente quedará en el corazón de toda la comunidad del surf.", manifestó Freddy Tórtora.

A la espera de la repatriación de sus restos -interviene en la gestión el marplatense Fernando Aguerre, presidente de la International Surfing Asociation, junto a la Federación mexicana-, desde la Asociación de Surf Argentino planean realizarle un merecido homenaje. "Mi día ideal es con unos buenos mates temprano, una buena sesión de surfing con amigos. Comer rico. Si es posible final de tarde una sesión de free riding y terminar el día con una buena cena bien acompañado", relató hace un tiempo "Carlitos" sobre sus preferencias. Vivió su vida con esa sencillez de disfrutar los momentos, y con intensidad y adrenalina hasta el final. "Se fue uno de los más grandes. Pero se murió haciendo lo que más le gustaba. Eso es lo que me quedo tranquilo", resumió en el final su amigo Alejo Martínez, en una sensación compartida entre muchos que lo conocieron. 

Temas