"Dibu" Martínez cuando era "Emi", soñador, competitivo y ganador: "Siempre quería más"

Bruno Trubiano jugó con el arquero campeón del mundo en el Club San Isidro y en charla con 0223 recordó a su excompañero en esos inicios. 

Emiliano Martínez, y su compañero Bruno Trubiano (tercero, a la derecha).

21 de Diciembre de 2022 18:31

Emiliano "Dibu" Martínez regresó por estas horas a Mar del Plata, la ciudad que dejó físicamente 18 años atrás, con el sueño de ser futbolista profesional. Ahora volvió campeón del mundo con la Selección argentina en Qatar 2022, y todo aquel que conoció los inicios del arquero, vive también horas de mucha emoción. Como el caso de Bruno Trubiano, excompañero de equipo de "Dibu" en el Club Atlético San Isidro, en diálogo con 0223: "Es inexplicable. Verlo ahí jugar así una final del mundo, sus locuras como cuando le entregaron el premio al mejor arquero. Nunca dejó de ser él. Para nosotros siempre será ´Emi´ antes que ´Dibu´. Es un loco hermoso", sentenció.

Bruno era el Nahuel Molina o Gonzalo Montiel de Emiliano Martínez en la categoría 1992 de San Isidro, y antes en la llamada Escuela Ariel Ortega del Club Talleres, con Roberto "Cacho" Gonzalo y Jorge Peta como entrenadores. Amigos del barrio, jugaron cuatro años juntos y el recuerdo del exfutbolista marplatense hacia el campeón del mundo es el de un niño que siempre tuvo muy en claro lo que quería ser, con mucho profesionalismo y responsabilidad: "Él siempre fue un buscador de sueños.Porque siempre quería más. Iba a entrenar después de la escuela en bicicleta, corríamos hasta la plaza Sicilia, a unas cuadras de nuestra casa", contó.

Y añadió: "En los partidos demostraba que era un ganador, hay partidos donde íbamos ganando por goleada, y no quería que le conviertan goles. Pero si sucedía, entraba al vestuario y nos retaba a todos los defensores, como a mí que jugaba de ´4´, pero siempre para motivarnos y darnos confianza, no de enojo. No quería que le lleguen al arco", rememoró Trubiano, hoy empleado de una reconocida fábrica de alfajores. 

"Siempre me marcó la personalidad que tenía. Era una presencia importante, desde su cuerpo, su físico. Y tenía una gran madurez desde chico. Demostraba compromiso, sabía lo que quería. Tenía una meta. Entre nosotros a algunos por ahí no nos gustaba entrenar, pero él seguía. En la escuela, o peloteando en la casa con el padre, siempre buscó llegar adonde está hoy", expresó Bruno sobre su excompañero. 

"Tranquilos que atajo dos penales y ganamos"

Como sucedió en la semifinal ante Colombia en la Copa América, o ante Países Bajos en cuartos de final, Emiliano Martínez ha tenido desde niño otras actuaciones brillantes como arquero, lejos de los flashes. Y Bruno Trubiano recuerda claramente un torneo donde enfrentaron a Kimberley: "Nos dijo ´tranquilos que atajo dos penales y ganamos´. Y tiene la desgracia de patear el primero y errarlo. Él hacía muchos goles también de tiro libre, hay partidos que salía a jugar de 9. Pero después atajó los dos, y pudimos clasificar", recordó.

Como alguna vez también contó su formador Jorge Peta, "Dibu" a veces se aburría en el arco, porque no le llegaban demasiado. "Se iba de delantero. Como había partidos que jugábamos cómodos, al terminar un primer tiempo me decía ´Bruno, tirate al suelo, yo voy de 9 y vos vení al arco´."

Trubiano también tiene un gran recuerdo de Alberto Martínez, padre de Emiliano y que estuvo disfrutando en Qatar del Mundial, porque ayudaba a muchos de los chicos del equipo: "Beto siempre fue un personaje hermoso. Éramos muchos chicos del barrio que no teníamos en qué ir a jugar los partidos. Y él junto a Peta (Jorge, entrenador) nos íban a buscar casa por casa y nos subíamos un montón a la camioneta. Su mamá también. Fueron fundamentales en ese grupo. Cuando un chico no iba a entrenar, lo pasaban a buscar y lo llevaban. Siempre fueron de corazón", manifestó. "Entrenábamos en la plaza sin arcos. Armábamos con los buzos, lo que teníamos. Así se logró todo. Cuando él dice que no nació en cuna de oro, es real. Sus padres se rompían el lomo para darle sus botines, sus guantes. La peleó y hoy le está devolviendo a su familia todo lo que le dieron", expresó.

"Mi vieja se largó a llorar y mi hijo baila como él"

Bruno Trubiano, fanático de Boca Juniors, cuenta que vivió el Mundial de una forma muy especial por la presencia de "Dibu". Vio los partidos junto a su madre: "Ella lo aprecia mucho a Emi y tiene contacto con su familia. Cuando atajó esa pelota antes del final, mi vieja se largó a llorar. Fue hermoso", sostuvo. Y a tono con la "Dibumanía" que explotó desde la Copa América lograda en Brasil, añadió: "Mi hijo tiene 4 años y está como loco. Hace los bailes de él, quiere hacerse su look, y quiere una foto. Ojalá en estos días lo podamos ver un ratito".

En el final, definió a "Dibu": "Como hoy, un luchador, por todo lo que tuvo que pelear para conseguir lo que consiguió. Es un loco hermoso, siempre fue así. Esperábamos lo que dio en este Mundial. Cuando lo necesitás, está. Demuestra la personalidad que tiene y para nosotros es un orgullo haber visto su camino".