Abandono, adicciones y violencia: el trasfondo del crimen de una adolescente en el barrio Autódromo

A Aldana Llera le dieron tres "puntazos" con un destornillador y murió en los últimos minutos del domingo de Navidad. Como a sus tres hermanos, la había criado su abuela materna; iba a la secundaria de noche para poder trabajar y quería ser peluquera. Hasta que el inicio de un noviazgo signado por la violencia y las drogas marcó de forma trágica el final de su corta vida.

Aldana Llera cursaba la secundaria de noche para poder trabajar.

29 de Diciembre de 2022 07:54

El trágico final que tuvo la vida de Aldana Llera, la adolescente de 16 años que el domingo murió tras recibir tres puntazos con un destornillador -uno letal, a la altura del cuello- parece ser hoy, con el diario del lunes, crónica de una muerte anunciada. O, al menos, esa es la sensación que quedó entre sus allegados, para quienes el crimen de la joven tiene un trasfondo de venta de drogas y pelea entre “tranzas”, mundo al que ella había ingresado hace apenas tres meses, luego de que iniciara una relación de noviazgo con un joven de 19 años, conocido como “Chapu”

Aldana era la mayor de cuatro hermanos (la seguían una nena de 14 y otros dos chicos de 7 y 4 años) y vivía junto a ellos en la casa de su abuela, en el límite de los barrios Autódromo y Belgrano. La mujer -hoy jubilada- había tomado las riendas de su cuidado hace casi una década atrás ante la imposibilidad de que la mamá de los chicos, una persona con consumo problemático de drogas, pudiera ocuparse de la crianza. A la primera se la llevó cuando estaba por cumplir 5 años; al último lo empezó a cuidar desde el cuarto día de vida. 

En medio de ese panorama marcado por la ausencia, la abuela de Aldana hizo todo lo posible para que no les faltara nada. De hecho, los tíos de los chicos aún no habían llegado a la mayoría de edad cuando salieron a trabajar para alimentar tantas bocas. Incluso, “Aldi” también se las rebuscó para aportar a la economía familiar: alumna de cuarto año de la escuela media 12, se había pasado a la nocturna para poder cumplir con un turno en un puesto de venta de ropa en el Shopping Peatonal. Además, tenía decidido qué iba a hacer una vez que terminara los estudios: fanática del maquillaje, quería formarse como peluquera y manicura, oficios que -confiaba- le permitirían una rápida salida laboral.   

Pero la historia cambió a partir de septiembre de este año, cuando Aldana comenzó a noviar con “Chapu”, un joven que vive en el mismo barrio pero de quien poco sabían. Para los familiares de Aldana eso marcó un punto y aparte en la vida de la adolescente, que empezó a faltar cada vez más seguido de su casa para estar con su pareja, dejó de trabajar y, en el último tiempo, era evidente que también se había iniciado en el consumo de drogas. Estas actitudes terminaron por desestabilizar la dinámica familiar e, inclusive, la abuela de la chica llegó a pedir ayuda a la policía para que la llevaran de regreso al hogar o la sometieran a un tratamiento por su adicción. Al final, debido a que la relación se tornó cada vez más violenta -Aldana les pedía dinero y si no lo conseguía, les robaba elementos para venderlos-, la mujer, desesperada, solicitó una orden de restricción de acercamiento a la vivienda, medida que aún estaba en vigencia.  

Aldana Llera tenía solo 16 años y murió luego de recibir tres puntazos con un destornillador. Su asesina aún sigue prófuga.

Por eso, cuando el domingo de Navidad, cerca del mediodía, una vecina les avisó que Aldana había recibido tres puntazos con un destornillador y estaba internada en el Hospital Interzonal, la noticia no los tomó por sorpresa, más allá de que de ninguna manera esperaban el dramático desenlace.

Llera fue atacada por una mujer en medio de una gresca que se desató a plena luz del día, en Vértiz y 234, a escasos 150 metros de donde vive su familia desde hace 26 años. Según contaron algunos testigos, una pareja que iba a bordo de una bicicleta interceptó a “Chapu” y Aldana y se desató una fuerte discusión. Hasta que de pronto, la mujer que también participaba de la pelea increpó a Aldana y le provocó tres heridas con un destornillador que tenía en su poder. 

Producto de las lesiones que sufrió en el cuello y las manos, la adolescente tuvo una importante hemorragia y el conductor de una camioneta VW Amarok que pasaba por el lugar la subió al vehículo y la llevó de inmediato a la guardia, en donde fue asistida por los médicos. Sin embargo, su cuadro era gravísimo y falleció en los últimos minutos del 25 de diciembre,

Con el avance de la investigación del hecho, la atacante pudo ser identificada. Se trata de Cristal Geraldine Cardozo, una mujer de 19 años que sigue prófuga de la justicia, y quién hace apenas tres años había asesinado a un hombre de 57 años; hecho del que, no obstante, fue absuelta porque se consideró que había actuado en legítima defensa. Su paradero es todavía una incógnita: el martes se allanaron tres domicilios y en ningún caso pudo ser localizada.

Pesa a que aún resta conocerse qué fue lo que desencadenó la pelea entre las parejas, en el entorno de la víctima suena cada vez con mayor fuerza la versión de que la trama está relacionada con la venta de drogas. En ese contexto, ahora todas las miradas apuntan hacia “Chapu”: lo acusan de haberse aprovechado de la vulnerabilidad de la adolescente para iniciarla en el consumo de sustancias, obligarla a pedir dinero en la calle para comprar droga y hasta de haberla golpeado en reiteradas ocasiones. “Aldana se empezó a morir el día que lo conoció a él”, coinciden varios de sus allegados.