Mar del Plata, entre aves del terror y marsupiales 

Hubo un tiempo en que en que el territorio local estuvo poblado por perezosos gigantes, gliptodontes, grandes roedores, marsupiales dientes de sable y aves rapaces. 

¿En Mar del Plata hubo dinosaurios? es la pregunta que con mayor frecuencia responde el paleontólogo Matias Taglioretti y la respuesta es contundente: “No, Mar del Plata no era Jurassic Park”. La ciudad era tierra del Llallawavis scagliai, popularmente conocida como “Ave del Terror” que vivió en el Cenozoico superior, hace 3,5 millones de años. Era la especie más temida de lo que hoy conocemos como Mar del Plata.

Por aquel entonces, el paisaje de Mar del Plata era muy diferente a la actual: tenía una fisonomía similar a la del Palmar de Entre Ríos, con suaves lomadas acribilladas por madrigueras de roedores y armadillos.

Se trataba de un ave carnívora, depredadora, veloz y no voladora que tenía huesos neumáticos, huecos y alas cortas. “En 2010 encontraron en Barranca Los Lobos, el 98% del esqueleto del “ave del terror” que es el esqueleto de fororraco más completo del planeta”, cuenta orgulloso el paleontólogo que grafica al animal como el utilizado para el logo del Maratón de Mar del Plata.

Llallawavis scagliai (Ave del Terror Magnifica de Scaglia) Edad Chapadmalalense 3 - 5 millones de años. Foto: Gentileza Museo Scaglia

El “Ave del terror” fue contemporánea a los perezosos gigantes y gliptodontes, mapaches gigantes, jotes del doble de masa corporal que un cóndor andino actual, entre otras especies. Entonces, ¿Mar del Plata era similar a la película “La era del Hielo”?. “Depende la época de la que estemos hablando”, aclara Taglioretti. “El clima de la Tierra varía entre períodos glaciales fríos, e interglaciares cálidos y durante, tan sólo para el ultimo millón de años se registran 6 grandes glaciaciones. Actualmente vivimos un periodo interglacial que comenzó luego de la finalización de la última era de hielo cerca de 20.000 años atrás. Lo interesante resulta que hace 120.000 años atrás el planeta vivía un gran verano planetario y Mar del Plata por aquel entonces tenía un clima subtropical, donde muchas especies que actualmente viven en el norte del país y sur de Brasil las encontramos como fósiles en un yacimiento paleontológico cerca de Avenida Constitución y la costa.

Thylacosmilus atrox (Tigre dientes de sable marsupial) - Edad Chapadmalalense 3 - 5 millones de años. Foto: Gentileza Museo Scaglia

En la zona sur es común encontrar restos de fauna que vivió hace más de 3 millones de años atrás, entre ellos grandes perezosos, armadillos gigantes, ungulados nativos de formas grotescas, muchas especies de roedores algunos de tallas gigantescas, aves del terror y marsupiales de varías formas y tamaños. Entre los marsupiales destaca el Tigre dientes de sable marsupial Thylacosmilus atrox, cuya semejanza con los felinos dientes de sable como ‘Diego’, el de la película es solo superficial ya que Thylacosmilus es un pariente de los canguros.

 

Los hallazgos que conmocionaron a la comunidad paleontológica marplatense

El Ave del terror

Fue el hallazgo más importante del equipo paleontológico del Museo “Scaglia”, ya que se encontró el 98% del esqueleto. “Fue un hallazgo invaluable a nivel mundial”, recordó el especialista. La bautizaron Llallawavis scagliai y habitó la zona de Chapadmalal hace más de 3 millones de años. Era un ave carnívora, depredadora, veloz y no voladora que tenía huesos neumáticos, huecos y alas cortas. Alcanzaba  los 1,8 metros de altura, convirtiéndolo en el predador tope de ese entonces. Estas características totémicas de estas aves, llevaron a que la misma se convirtiera en el logo de la maratón de Mar del Plata. 

Jotegigante

Fue hallado en 2015 en los acantilados de Chapadmalal. El húmero -primer hueso del ala que conecta con el cuerpo- tenía una longitud de 33 centímetros. Esta especie de cóndor habría aprovechado los vientos constantes y paradores elevados de las sierras de Tandilia para hacerse de la amplia oferta de carroña que ofrecía la fauna chapadmalense, y que incluía una gran variedad de animales que pesaban más de 1000 kilogramos; entre ellos perezosos terrestres y armadillos gigantes.

Águila

En  2015, el Biólogo Nicolas Chiaradia halló en la zona de Barranca de los Lobos los restos de un ave rapaz, en este caso, un águila prehistórica, algo más grande que un águila coronada (Harpyhaliaetus coronatus). 

Los restos muestran que poseía poderosas garras en sus patas prensoras que le permitían cazar una amplia gama de presas, como ungulados nativos y roedores de muy variado tamaño presentes en los últimos albores de las grandes llanuras sudamericanas.

Gliptodonte Plohophorus

Los restos del animal fueron recuperados días antes de Nochebuena de 2019 en la Playa Paradise, dentro de la Unidad Turística Fiscal Playa Dorada. En este caso, se trata de un animal con una antigüedad aproximada de 3 millones de años. Se pudo recuperar una de las piezas más arquitectónicas de estos armadillos terrestres gigantes que es su tubo caudal (cola). Meses antes, los investigadores ya habían podido rescatar una gran porción del caparazón dorsal que correspondía al gliptodonte.

Perezoso gigante

En febrero de 2016, el equipo de Paleontología del Museo Municipal de Ciencias Naturales de Mar del Plata "Lorenzo Scaglia" realizó el rescate del perezoso terrestre gigante más antiguo encontrado en la ciudad.

El hallazgo de este ejemplar se produjo durante la temporada de verano 2013-2014, en la zona de Barranca de Los Lobos, en un lugar conocido entonces como Punta Martínez de Hoz. Este paraje inhóspito de las barrancas costeras del sur de Mar del Plata presenta un acceso sumamente dificultoso, lo que transforma a las prospecciones paleontológicas en verdaderas aventuras. 

Los profesionales trabajaron durante tres veranos consecutivos para lograr la recuperación de este perezoso terrestre gigante. Durante la temporada 2013-2014 se extrajo el cráneo, una hemimandíbula, el atlas y algunas costillas. En la segunda temporada (2014-2015), se logró dar con un fémur, una tibia,una fíbula y la cola. Al año siguiente, en tanto, se extrajo una escápula, la pelvis  y vértebras torácicas. "Fue sumamente difícil dar con restos completos más antiguos a los 3 millones de años, por lo que este hallazgo adquiere gran relevancia científica", reconoció Taglioretti en esa oportunidad.