Reservas del Banco Central: ¿a dónde y en qué se van?

En los últimos meses, con escaso margen de maniobra para nuestra economía local, se han ajustado aún más las medidas que limitan el acceso de dólares tanto a personas físicas como jurídicas con el fin de “cuidar las reservas”, que se encuentran actualmente en valores negativos.

¿Qué son las reservas?

Son los fondos en dólares u otras monedas que tiene el país para poder importar, pagar deuda o hacer turismo en el exterior, entre otras cosas. Y si hablamos de su procedencia tenemos que tener en cuenta que el mayor y más genuino ingreso se da por las exportaciones o por los préstamos que recibe el país y son controladas por el propio Banco Central. Incluyen entonces, fondos públicos, como los provenientes de los préstamos, y fondos privados, como los que los ahorristas tienen depositados en el banco (de los que gran parte hoy se encuentran inmovilizados por lo que se denomina “encaje”)

Funcionamiento básico

El Banco Central tiene como función otorgar estabilidad monetaria y financiera, algo que escasea en Argentina, pero en términos generales las reservas existen como instrumento para dar respuesta a ello. Por ejemplo, si muchas personas quieren comprar dólares y pocas están dispuestas a venderlos, el peso argentino pierde valor frente al dólar porque por una dinámica propia de mercado sube el precio al haber poca oferta y mucha demanda. Si el Banco Central quiere impedirlo, puede (y de hecho lo hace a menudo) vender dólares de sus reservas en el mercado cambiario.

 

¿Qué las hace subir o bajar?

Como dijimos anteriormente, las divisas vienen de las exportaciones, del turismo de extranjeros que vengan a nuestro país, de préstamos, de giros desde el exterior por parte de empresas radicadas fuera del país, pero con casa central aquí o de ventas de moneda extranjera que realicen personas o empresas en el mercado de cambios. Mientras que las reservas caen por las importaciones, turismo de argentinos en el exterior, pago de préstamos, giros hacia el exterior o compras de moneda extranjera.

El año 2021 cerró con un superávit comercial de usd 14.750 millones. Es válido preguntarnos en términos prácticos ¿en qué se han ido los dólares que han ingresado al país para estar ahora mismo en niveles negativos?

De esos casi usd 15.000 millones, unos usd 5.000 millones fueron transferidos en concepto de pago de deuda a organismos internacionales como es el FMI con quien tenemos vencimientos que cumplir hasta tanto se firme el acuerdo definitivo para su refinanciación. Esto es lo que se conoce como deuda pública.

Otros casi usd 5.000 millones se transfirieron vía sector empresarial para abonar sus compromisos y deudas al exterior y poder seguir funcionando.

El dólar ahorro ocupa un lugar de escasa magnitud si los niveles de reservas fueran óptimos, aunque si así fuera no existiría cepo. Por ende, unos usd 1.200/1.500 millones de dólares se van en atesoramiento con el dólar ahorro, claro con el cupo vigente de 200 dólares por mes que pueden adquirirse por homebanking. Este concepto ha venido aumentando su adquisición por temor, en los últimos meses a endurecer aún más esta restricción que hoy opera para el dólar ahorro.

Otros usd 2.400 millones se han ido por la cuenta turismo al exterior y compras, donde toda compra de producto o adquisición de servicios en plataformas se contabilizan en dólares al tipo de cambio más impuestos.

Y por último, pero no menos importante, la figura relevante del sector importador, que necesita abastecerse de dólares para ingresar al país tanto productos finales como aquellos intermedios y de capital para poder continuar con sus niveles de productividad.

Hoy las arcas del Banco Central de la República Argentina están en rojo, a la espera de un acuerdo con el FMI que busca obtener su firma definitiva mientras se redacta la letra chica de la negociación. Ello implicará aplazar vencimientos de deuda impagables, recuperar lo ya abonado en concepto del préstamo Stand By y volver a recibir los Derechos Especiales de Giro para fortalecer y engrosar las reservas. Además, el corazón del acuerdo, pone el foco en traccionar el sector que da garantía de ingreso de dólares genuinos, que es el frente externo impulsando sectores estratégicos de exportación.