De la gloria a la cárcel: a 35 años de la madrugada en la que Carlos Monzón se convirtió en femicida | 0223

De la gloria a la cárcel: a 35 años de la madrugada en la que Carlos Monzón se convirtió en femicida

El 14 de febrero de 1988 el exboxeador Carlos Monzón mató a la madre de su hijo menor, la vedette y modelo Alicia Muñiz. Fue el primer caso de femicidio que se mediatizó en el país y puso en agenda nacional la violencia doméstica. El Campeón Mundial tenía denuncias por violencia de género de Muñiz y de sus dos parejas anteriores, Susana Giménez y Mercedes “Pelusa” García.

Carlos Monzón y Alicia Muñiz fueron pareja durante nueve años. Foto: Revista Gente

14 de Febrero de 2023 07:52

En febrero de 1988 nadie hablaba de femicidios, la violencia de género era considerada “crímenes pasionales” y las mujeres que se animaban a denunciar a sus parejas eran persuadidas por quienes estaban a cargo de tomarles declaración e incluso por familiares y amigos para “pensar mejor las cosas” y mantener la unión de pareja. Este fue el caso de Alba Alicia Muñiz, la vedette y modelo uruguaya de 32 años que tras denunciar en dos oportunidades a su expareja Carlos Monzón murió víctima de su violencia la trágica madrugada del 14 de febrero en la vivienda que el expugilista le había alquilado al "Facha" Martel para veranear junto al hijo que ambos tenían en común. Pese a las conclusiones de la segunda autopsia, el deportista mantuvo hasta el día de su muerte que lo que ocurrió en la casa de Pedro Zanni al 1500 fue un accidente. 

Los medios de comunicación, además de reflejar la conmoción del mundo del espectáculo, hacían foco en la idea de "crimen pasional" y por primera vez instalaban en la agenda la “violencia doméstica”. Para la justicia no importó que Monzón tenga una relación afectiva con Muñiz ni que tengan un hijo en común. La carátula del caso fue “homicidio simple” ya que la pareja se había casado en Miami y, por tal motivo no podía ser considerado como “agravado por el vínculo”. 

La violencia de género ejercida por el boxeador tampoco fue considerada un agravante en el caso pese a las reiteradas denuncias de la víctima. Veinte años después de aquel hecho se reconocería el femicidio como figura legal dentro del Código Penal argentino.

Un "flechazo" y la promesa constante de cambio

Monzón no era conocido únicamente como el boxeador carismático que se convirtió en Campeón del Mundo surgido de un humilde barrio de San Javier, provincia de Santa Fe. También era conocido en el jet set por las reiteradas denuncias por violencia doméstica de sus exparejas: Mercedes Pelusa García radicó 11 denuncias en su contra; la última, en 1974 y detonó la detención del deportista luego de romperle de una trompada el arco superciliar derecho a la madre de sus dos hijos mayores. Dos años más tarde, Susana Giménez lo denunciaría públicamente tras sufrir una golpiza durante la estadía de la pareja en Roma, a donde Monzón había viajado a competir y la hoy “diva de los teléfonos” lo acompañó.

Alicia era una joven modelo, bailarina y vedette uruguaya con una prometedora carrera. Había realizado campañas gráficas y compartido cartel con Jorge Porcel y Alberto Olmedo, y actuado en teatro junto a Moria Casán. Conoció a Carlos Monzón en 1978 cuando estaba en ascenso, mientras que el campeón del mundo ya se había retirado del ring. Cuentan quienes lo conocieron que se había volcado a vicios que potenciaban la agresividad, que en su época de deportista estaba contenida.

El encuentro entre Carlos y Alicia fue un “flechazo”. En cuestión de meses, la actriz se mudó a la vivienda que el boxeador tenía en Capital Federal. “Alicia es el amor de mi vida”, repetía el boxeador a las revistas del corazón. A medida que la relación avanzaba, Alicia se apartaba cada vez más de sus actividades y se mostraba en público únicamente con su pareja. Poco después de cumplir nueve meses juntos, Alicia radicó la primera denuncia por violencia doméstica contra Monzón y dio entrevistas a revistas de espectáculos en las que hablaba sobre la “tormentosa” relación que tenían y aseguraba que el campeón mundial la había amenazado de muerte. 

“Lo dejé, bebía demasiado. Compartimos muchas cosas, pero él es agresivo con todo el mundo y yo no podía ser la excepción. Tiene momentos agresivos. Aunque nunca me faltó el respeto, Carlos es un chico que quiere un juguete con todas las ansias y, una vez que lo tiene, lo destroza. Cuando recién empezamos a salir, una noche me dijo que no me enamorara de él porque me iba a destrozar”, decía la modelo en una entrevista con la revista “La semana”.

Semanas después de la publicación, Alicia le daba una segunda oportunidad al boxeador. La relación continuó con idas y vueltas marcadas por los episodios de violencia que se generaban por los celos desmedidos del deportista que más tarde trataba de compensar con promesas de cambio y costosos regalos hasta 1981, cuando Alicia quedó embarazada. Ese mismo año viajaron a Miami y se casaron. Alicia dejaba constancia de toda su vida en pareja en un diario íntimo. De acuerdo a sus textuales, tras el nacimiento de Máximo, el único hijo en común de la pareja, la relación mejoró momentáneamente.

Para 1983, la relación era insostenible. Monzón se había volcado al alcohol y la violencia que, hasta entonces solo trascendía por las entrevistas que brindaba Muñiz, tomó estado público. De acuerdo al relato de Miryam Caprile, la mejor amiga de Muñiz, luego de una cena, fueron a un boliche y en medio de la pista Alicia le recriminó: “Estoy harta de que me pegues”, a lo que Monzón le respondió: “Si no estás de acuerdo, agarrá a tu hijo y mandate a mudar”.

“Al día siguiente Alicia se fue, pero él le pidió perdón y volvieron”, recordó la mujer en diálogo con TN. Así siguieron hasta el 12 de agosto de 1986 cuando, cansada y tras realizar una segunda denuncia que no fue tenida en cuenta por los efectivos a cargo de tomarle declaración, Alicia decidió poner fin a la relación y se mudó junto a su hijo a Uruguay, en donde retomó su carrera artística. 

“Yo, Alba Alicia Muñiz Calatayud conviví con el señor Carlos Monzón desde mayo de 1979 hasta el 12 de agosto de 1986. Mi separación se dio por problemas de agreciones (sic) en situaciones críticas, estando Carlos siempre en estado de ebriedad”, escribió de puño y letra Muñiz.

Instalada en Uruguay con el pequeño Maximiliano Roque Monzón, la modelo decidió iniciar acciones para que Monzón cumpla con el pago de la cuota alimentaria para el menor ya que el boxeador entendía que, al no vivir con el niño, no tenía obligaciones en ese sentido.

Para fines de 1987 la expareja había acordado que el hijo pasara un mes de vacaciones junto a Monzón en Mar del Plata, en un chalet de veraneo que el deportista le había alquilado a Andrés “Facha” Martel en el barrio residencial de La Florida. El 13 de febrero de 1988 por la mañana Alicia llegó a la ciudad para buscar a su hijo sin sospechar que durante la madrugada del día siguiente Carlos Monzón la asesinaría.

Crónica de una muerte anunciada

Lo primero que hizo Alicia en Mar del Plata fue ir a la vivienda de Pedro Zanni al 1500 para ver a Maximiliano. Allí estuvo durante toda la tarde. Por la noche, fue junto a su expareja al Hotel Provincial a saludar a amigos del boxeador. En el lugar se encontraron con  Adrián “Facha” Martel y su pareja, y fueron los cuatro al Club Peñarol.

Durante la madrugada, la pareja viajó en taxi hasta la vivienda en la que había quedado durmiendo el hijo que tenían en común que por entonces tenía seis años. Llegaron y tras ingresar a la casa comenzaron a discutir. La pelea, como era habitual, fue escalando niveles de violencia hasta que, minutos antes de las 6 de la mañana, el cuerpo de Alicia “cayó por el balcón”. Carlos Monzón fue trasladado al Hospital Interzonal General de Agudos para atender las lesiones que presentaba, quedó detenido de forma inmediata y fue alojado en la Unidad Penal 44 de Batán hasta el juicio.


 
Durante la reconstrucción del hecho, Monzón aseguró que que la discusión comenzó “porque ella quería guita”. Entonces, alterado, comenzó a golpear a Muñiz y la estranguló. Alicia quiso escapar de la situación y salió al balcón de la vivienda. De acuerdo al primer relato del expugilista, él quiso contener a la modelo, la baranda cedió y ambos cayeron de la planta alta. "Nos caímos con Alicia del balcón. Tuve una discusión con mi señora, que se quiso tirar por el balcón, me agarró a mí y nos caímos los dos”, declaró.

La autopsia que se le realizó días más tarde demostraría que los hechos fueron algo diferentes: el cuerpo de Alicia Muñiz sólo tenía una bombacha, presentaba fracturas múltiples de cráneo, una lesión en el codo derecho y una notable fractura de la rótula izquierda. La segunda autopsia sería determinante: Alicia Muñiz agonizaba cuando cayó del balcón. Su cuerpo no presentaba signos de defensa, tenía una fractura del cartílago tiroides y del hueso hioides. Para los peritos, la causa originaria de la muerte la "presión digital ejercida sobre el cuello hasta provocar estado de inconsciencia". 

Un juicio sin precedentes

El 26 de junio de 1989 la manzana en la que está ubicado el edificio de Tribunales, en Mar del Plata, amaneció con un escenario nunca antes visto: miles de personas habían montado guardia en el lugar para apoyar a Carlos Monzón con pancartas en favor del campeón, mientras que otras tantas se hicieron presentes con carteles en los que lo acusaban de asesino.

“Nunca se había visto algo igual. La gente había ido durante la noche y había llevado sus banquitos a tribunales”, recordó en diálogo con 0223 la abogada Patricia Perelló que formó parte del equipo que defendió al boxeador. Para la letrada, Monzón llegó al juicio condenado. "Había dos realidades: la del expediente y la de los medios de comunicación", recordó.  “Ese día en la entrada de tribunales había dos voces: estaban los que decían 'dale campeón' y los que decían 'Monzón asesino'. Yo siempre pensé que faltó la voz que dijera 'Monzón inocente'”, dijo.

Durante un mes desfilaron por el palacio de Tribunales infinidad de personajes que declaraban contradiciéndose entre sí hasta que apareció la figura de Rafael Crisanto Báez, un cartonero que la noche del 14 de febrero recorría el barrio y, atraído por los gritos, se acercó a la vivienda y vio que “Monzón tomó a Alicia del cuello y luego, cuando ella se desmayó, la tiró desde el balcón como "una bolsa de papas". "Después se cambió el pantalón por un pijama y se arrojó encima de ella", declaró.

Finalmente, el 3 de julio de 1989 el exboxeador fue condenado por “homicidio simple” a la pena de 11 años de prisión efectiva. En las fundamentaciones de la sentencia, se concluyó que Monzón "obró con plena conciencia de la criminalidad de su actuar", aunque consideró como atenuantes la ingesta de alcohol, la falta de planificación del crimen y la emoción violenta con la que actuó el deportista. 

Los solitarios días finales

De los 11 años a los que fue condenado, Carlos Monzón cumplió con poco más de cinco años. Estuvo alojado en la Unidad Penal 44 de Batán y luego, fue trasladado al Complejo Penitenciario de Las Flores en la Provincia de Santa Fe. Durante sus días en prisión se tejieron un sinfín de especulaciones. Desde que la sala de visitas del Penal de Batán era un desfile de personalidades del espectáculo hasta que el actor Alain Delon rescataría al campeón en helicóptero y lo llevaría a Mónaco.

Lo cierto es que los días de Monzón en prisión fueron solitarios. De los registros de visitas de ambos penales se desprende que, durante el tiempo que permaneció en privado de su libertad el expugilista solo era visitado por sus hijos mayores -fruto de su matrimonio con "Pelusa"- Silvia y Abel, sus abogados y la prensa que requería entrevistas con el excampeón mundial. Delon visitó a Monzón en Las Flores en 1993 pero no se lo llevó en helicóptero aunque ambos acordaron vender la visita como una nota exclusiva a una revista.

El domingo 5 de febrero de 1995 a Monzón le faltaban 14 meses para obtener la libertad condicional por “buen comportamiento” y gozaba de salidas transitorias laborales para entrenar boxeadores en en el gimnasio de la Unión de Empleados Civiles. También tenía el beneficio de las salidas los fines de semana.

Mientras manejaba a gran velocidad por la Ruta 1 a la altura del paraje Los Cerrillos, al noreste de Santa Rosa de Calchines, perdió el control y el automóvil dio siete vuelcos y Monzón quedó tendido muerto dentro del auto.

En 2018, el monumento que recuerda la figura del máximo campeón de boxeo del país en la costanera de Santa Fe fue intervenido por el grupo de arte urbano Les subfluviales y, desde entonces su placa lo recuerda como "Carlos Monzón, campeón mundial y femicida".