Hace 35 años, la muerte de Alberto Olmedo enlutó a Mar del Plata y al país

La muerte de Olmedo fue caratulada como “Muerte dudosa” y cayó en el Juzgado Criminal 3 a cargo de Pedro Federico Hooft. Al cuerpo del artista se le realizó un estudio toxicológico que arrojó resultados negativos.

Alberto Olmedo murió el 5 de marzo de 1988, a los 54 años

5 de Marzo de 2023 08:05

Por Redacción 0223

PARA 0223

La temporada teatral de 1988 era excepcional para Alberto Olmedo. El cómico se perfilaba para nuevamente batir el récord de taquilla -la temporada anterior "El Negro no puede"  había cortado 118.500 boletos- con su espectáculo “Éramos tan pobres” con el que cada noche hacía reír a cientos de personas en el teatro Tronador. Pero en la madrugada del 5 de marzo subió a la baranda del balcón del departamento que alquilaba en el piso 11 del Maral 39 frente a Playa Varese y resbaló. Su cuerpo dio de lleno en el césped y rebotó en la vereda y terminó en el asfalto poniendo fin a su vida.

La noche del viernes 4 de marzo, luego de la función, “El Negro” Olmedo junto a su elenco eligieron el restaurante Hamburgo de avenida Colón y 14 de Julio para cenar. Pidieron costillas de cerdo que acompañaron con vino blanco. La velada se extendió hasta las primeras horas del sábado aunque el capocómico decidió regresar antes al departamento que alquilaba frente a Playa Varese, donde lo esperaba Nancy Herrera.

La mujer, madre del hijo menor del comediante, trató de no dar precisiones sobre lo que ocurrió durante la madrugada de aquel fatídico sábado. Siempre de acuerdo al relato de Herrera, después de compartir una copa, Olmedo subió “a caballito” al balcón del departamento y comenzó a hacer equilibrio, resbaló y le pidió a Nancy que lo tome de la pierna para intentar salvarse.

-Agarráme la pierna-, pidió Olmedo desesperado.
-No puedo, papi- respondió Herrera.

"Cuando Alberto cae, la encargada del edificio, Marina, me dijo que estaba vivo, yo no sé si bajé por el ascensor o por las escaleras, pero me tiro arriba del cuerpo de Alberto e inconscientemente y sin saberlo le dije ¡No me dejes Alberto, ahora estoy embarazada!”, relató Herrera a los medios que buscaban tener la palabra de la última persona que vio con vida al humorista.

Las crónicas de la época dan cuenta de una caída accidental e ilustran la noticia con una foto del “Negro” de 54 años, tendido en el asfalto, con el torso desnudo, pantalón de jean, botas marrones, una bolsa de nylon cerca suyo, tapado con una sábana y un móvil policial a centímetros del cuerpo de quien fuera uno de los personajes más queridos del jet set local; al punto que aún hoy, a 35 años de su muerte nadie se atrevió a hablar mal de él o hacer un comentario que marcara algún aspecto negativo del comediante.

La muerte de Olmedo fue caratulada como “Muerte dudosa” y cayó en el Juzgado Criminal 3 a cargo de Pedro Federico Hooft. Al cuerpo del artista se le realizó un estudio toxicológico que arrojó resultados negativos y un examen en las vísceras confirmó que en el organismo del comediante había “una cantidad no especificada de cocaína”

Olmedo era una persona muy reservada, que siempre estaba rodeado de gente pero, a diferencia de lo que mostraba en el escenario, hablaba poco y siempre se mostraba con una copa en su mano. En el escenario se transformaba y el público respondía de forma asombrosa. Hasta la fecha, no hubo otro artista que haya logrado tal cantidad de espectadores en un solo verano.

Nadie entendía qué había pasado. Mientras el país seguía conmocionado por la noticia, los administradores de la obra se acercaron a la boletería para devolverle el dinero a quienes habían adquirido tickets para la función de esa noche y los pocos días que quedaban de la trágica temporada. Como si se tratase de una procesión, el público llegaba con su entrada y se retiraba en silencio con el reembolso. En medio del desconcierto general, un hombre llegó a la boletería y pidió el libro de quejas porque consideraba “inadmisible” que una obra de las características de “Éramos tan pobres” no tenga previsto un reemplazo para seguir con la máxima teatral de “el show debe continuar”.

El empresario teatral Carlos Rottemberg fue el último productor de Alberto Olmedo. En diálogo con 0223, con motivo de cumplirse los 30 años de la muerte del cómico, recordó que la noche previa a la muerte del capocómico habían pactado llevar la obra a la calle Corrientes. “Olmedo fue una figura que durante muchos años estuvo en un lugar muy estelar dentro del espectáculo, pero no hay duda de que ostentaba un lugar que justamente le dio más visibilidad a la tragedia. No sé si hubo antes o después alguien como él”, cerró.