Tenía 12 años y le dispararon al corazón: el crimen de la Peatonal que nunca se resolvió

Alejandro Duarte fue asesinado en San Martín y San Luis, a una cuadra de distancia de donde ultimaron hace pocos días a Lucio Garay, en pleno centro de Mar del Plata. El crimen del niño se le imputó a Matías Damián Aranda pero, en 11 años de búsqueda, nadie logró encontrarlo. "No puede ser que por no tener plata no podamos tener Justicia", repudia la familia, en diálogo con 0223.

Alejandro fue baleado en el pecho cuando quiso separar a una amigo de una pelea en pleno centro de Mar del Plata.

6 de Marzo de 2023 19:45

Once años y tan solo cien metros de distancia es lo que separa a los crímenes de Lucio Garay, de diecisiete años, y Alejandro Gabriel Duarte, de doce. El adolescente fue ultimado a puñaladas en la madrugada de este martes 21 de febrero en Córdoba y la Peatonal San Martín, mientras que el niño fue asesinado de un balazo en la noche del 31 de marzo del 2012 en San Luis y la Peatonal San Martín. Por el caso de Lucio, las sospechas judiciales apuntaron inmediatamente contra Aaron Uriel Chaves, y en el caso de Alejandro el apuntado fue, desde un primer momento, Matías Damián Aranda. A Chaves lo detuvieron veinticuatro horas después del homicidio; Aranda, en cambio, permanece prófugo y nadie sabe dónde está.

Con una resolución publicada el 13 de enero del 2015, el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires quiso reactivar la causa y ofreció hasta 150 mil pesos para la persona que, de manera anónima, brindara datos que facilitaran la detención de Aranda. Aunque nunca se actualizó el monto, la recompensa oficial todavía está vigente. Pero lo cierto es que ni ese incentivo económico ayudó a darle algún rumbo cierto al expediente que recayó en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº6 de Mar del Plata, hoy a cargo de la fiscal Romina Díaz. “La Justicia nunca nos ayudó, nunca buscaron a nadie porque este pibe era el hijo de un expolicía”, denuncia Melani, hermana de Alejandro Duarte.

Balazo mortal

Aquel 31 de marzo era un sábado festivo para Mar del Plata por la tradicional quema de la Falla Valenciana. Alejandro había ido a pasear al centro con unos chicos. Cuando se encontraba a la noche por la Peatonal, algunos de sus amigos empezaron a discutir y a pelear con otros jóvenes. Alejandro, con tan solo doce años, quiso separar a uno de ellos y fue en ese momento cuando recibió como respuesta un balazo en la tetilla izquierda, a la altura del pecho. “Aranda era más grande, tenía 19 años, sacó un arma y disparó tres veces. Uno de esos tiros impactó justamente en el corazón de Ale”, confirma la hermana.

La reconstrucción de los hechos que difundió el Ministerio de Seguridad, a partir de la instrucción de la fiscalía.

El asesinato se consumó, alrededor de las 23.30, a una cuadra de distancia de donde fue asesinado hace tan solo unos días Lucio Garay: Alejandro quedó tendido en inmediaciones de la antigua fuente de la calle San Martín, frente a la sucursal que tiene en la esquina de San Luis una importante cadena dedicada a la venta de indumentaria y artículos deportivos. “A mi hermano lo dejaron tirado en plena Peatonal. Y en el municipio ni siquiera nos dejaron poner, como hace todo el mundo, una placa en homenaje porque nos decían que es zona turística y está prohibido”, repudia la joven.

Una de las dos fotos que difundió el Ministerio de Seguridad para tratar de dar con el paradero de Matías Damián Aranda.

Impunidad

Alejandro Duarte era el único varón entre cuatro hermanas y amaba dos cosas: ir a la casa de su abuela y jugar en una canchita del barrio Libertad. Era alumno de la escuela número 71 del barrio Santa Rosa. Gracias al fútbol y el colegio cosechó muchos de los amigos que después fueron a despedirlo por última vez. “El día del velorio fue algo impresionante. Me acuerdo que estaba lleno de nenes. Mucha gente lo amaba a Alejandro, nadie te podía decir que tenía maldad”, recuerda Melani, que tenía solo diez años cuando ocurrió el crimen.

Alejandro Duarte amaba el fútbol y a su abuela.

"Alejandro era mi mundo. Y la verdad que a todos en la familia nos pegó muy duro porque no esperábamos esto, no esperábamos que no se pueda salir a la calle y que te maten como un perro. Este dolor es inexplicable, no sana nunca", afirma la hermana de la víctima en la entrevista que le concede 0223, y agrega: "Tampoco esperábamos no tener Justicia. A Alejandro le arrebataron la vida de muy chiquito y nadie lo pagó. No puede ser que por no tener plata no podamos tener Justicia".

A fin de mes, se va a cumplir el undécimo aniversario del asesinato. Y a pesar del dolor, el vacío y el desgaste, la familia no cesa con su reclamo para evitar que la causa se archive con el sello de la impunidad. "Todos estos años fueron horribles pero por lo menos queremos tener un poco de consuelo y saber que hay Justicia y que la Justicia existe para todos y no solo para los que tienen plata. El que mató a Alejandro debe estar en algún lado y lo tienen que buscar para que caiga preso y cumpla con su condena", insiste la joven.

 

Cómo ayudar

La orden de captura nacional se emitió cuando tenía 19 años: hoy el prófugo tiene 30.

Las personas que quieran aportar los datos requeridos sobre el prófugo pueden presentarse ante los Fiscales Generales de Cámara de los distintos Departamentos Judiciales de la Provincia, la fiscalía 6 de Mar del Plata (ubicada en Almirante Brown al 2046; teléfono 0223 499 4700 internos 295, 297, 324, 393) o ante la Dirección Provincial de Registro de Personas Desaparecidas de La Plata (ubicada en calle 2 entre 51 y 53, Oficina N° 118; teléfonos 0221-429-3015 y 429-3211), debiendo asegurar la confidencialidad de la información y la reserva de la identidad.

En el marco de este tipo de recompensas, el Ministerio de Seguridad siempre aclara que el dinero será distribuido solamente entre quienes se presenten a suministrar la información ante las autoridades ya indicadas, haciendo conocer que se encuentran motivados por el presente ofrecimiento, en los términos del Decreto N° 2.052/98 y su modificatorio, la Resolución Ministerial N° 2.390/07.