Otra buena actuación de Alvarado que se ilusiona

El festejo del final no es sólo por el triunfo, por un resultado. Esa comunión entre la gente que desafío un intenso frío y los jugadores es porque se sienten identificados, porque en una temporada que venía siendo dura, desde el interinato de Osvaldo Nartallo y con la llegada de "Pancho" Martínez, algo cambió, Alvarado recuperó su identidad y, encima, suma puntos importantes para alejarse del descenso y acercarse, por qué no, a la zona del Reducido. Con una actuación sólida, convirtiendo en los momentos justos y aguantando con entereza los embates del rival, el "torito" derrotó muy bien a Patronato por 2 a 0 y alcanzó su tercer triunfo consecutivo en el José María Minella.

La etapa inicial fue entretenida, en gran parte por los errores defensivos de los dos, aunque no pudieron ser aprovechados por los ataques. Esas fallas en el fondo, no se terminaban de cristalizar en situaciones de gol y apenas había inquietado la visita con un remate lejano de Nicolás Domingo que se fue encima del ángulo izquierdo de Lungarzo. En un encuentro equilibrado, alguna jugada de pelota detenida llevó cierto riesgo, pero hubo que esperar hasta los 33' para que haya una emoción. Un centro que llegó al área de Salvá terminó con un agarrón de Ojeda a Ortiz y Rodrigo Rivero no dudó y sancionó el penal que Sebastián Ramírez canjeó por gol con un remate fuerte, cruzado, que superó la estirada de Salvá, que adivinó la intención pero nada pudo hacer. De ahí hasta el final de la etapa, el dominio marplatense fue más claro, Patronato sintió el impacto y por centímetros no se fueron al descanso con una ventaja mayor cuando José Luis Fernández reventó el travesaño con un gran tiro libre que el arquero no llegaba a sacar. 

El premio para el capitán, el mejor de la cancha, llegó en el arranque del complemento. Se juntaron los delanteros, Albertengo abrió para Ramírez y el autor del primer gol sirvió al medio para que Fernández, al que le encanta llegar al área por sorpresa, empujara abajo del arco y sellara el 2 a 0 que le dio mayor tranquilidad. Con autoridad, el "torito" llevó el partido al terreno que más le convenía, cuando pudo se defendió con la pelota, fue poniendo hombres frescos para no resentir la dinámica y después se solidificó cuando retrocedió unos metros y le cedió la iniciativa a Patronato que no la supo usar, que casi no inquietó y que se entregó tranquilamente a una derrota. Lo único que quedó en el debe, fue la falta de contundencia para definir el partido en alguna de las contras que le quedó, aunque no importó demasiado porque no lo sufrió, no padeció y terminó cara a cara con su gente, felices, de un lado y del otro, en agradecimiento a los que hacen un enorme esfuerzo para estar en la tribuna, y brindándole el mimo necesario a los que en la cancha, otra vez, los hacen sentir bien representados.