Un nene de 11 años murió y detuvieron a su madre: vecinos aseguran que sufría crueles maltratos

Un nene de 11 años murió a raíz de graves golpes y su madre, de 41 años, quedó detenida por el hecho, mientras se investigan las circunstancias en las que el menor falleció. 

El jueves al mediodía la mujer trasladó al menor -identificado como L.- ya sin vida al hospital Papa Francisco de la capital salteña y aseguró que se había caído del segundo piso de su casa. Una médica alertó del hecho a las autoridades, ya que el nene presentaba escoriaciones en brazos, piernas, lesiones en el pie, un hematoma en el lóbulo frontal derecho de la cabeza, sangrado de oído y una herida abierta en el mentón.

Ante la consulta de la profesional, la madre contó que ambos se habían levantado a las 7 y que el menor "luego subió a la planta alta de la casa, que se encuentra en construcción, y volvió diciendo que se había golpeado".

"Se recostó a dormir y vi que tenía lastimado el lado derecho, a la altura del ojo. No fue a la escuela, se quedó recostado en la cama. Cuando lo quise despertar para desayunar no volvió a contestar ni a moverse", detalló. Después le pidió ayuda a un albañil para llevarlo hasta el hospital en su camioneta.

La vivienda donde ocurrió el hecho está ubicada en el barrio Solidaridad, al oeste de la ciudad de Salta, y tiene tres plantas. La tercera estaba en construcción. En la planta baja funciona un corralón y ferretería, propiedad de la mujer, que quedó detenida mientras se investiga el hecho como "muerte dudosa".

Al conocer la triste noticia, los vecinos del lugar expresaron su dolor e indignación. "Tenemos mucha bronca. A L. siempre lo veíamos trabajando en el corralón. Vivía encerrado. No lo dejaban salir. No sabía lo que era jugar con amiguitos, tener un regalo, un Día del Niño o de Reyes. Levantaba y cargaba cosas, herramientas, como si fuera un esclavo", relató un vecino a El Tribuno.  

"Lo veíamos moreteado en los brazos, el ojo, la cara. Una vez andaba con el brazo enyesado. Siempre aparecía golpeado, pero parece que ella lo amenazaba para que no dijera nada. Entonces el decía que se había caído", agregó. 

Por su parte, otra vecina aseguró que "ella (por la madre del nene) ya tenía denuncias de la escuela, del director, porque un día el chiquito fue golpeado y contó que su mamá le había pegado. Esto fue hace meses. El nene iba a la escuela ARA Gral. Belgrano, que está a seis cuadras de su casa".

La testigo dijo que tras ese episodio en la escuela, la Policía fue a la casa familiar. "Sabían todo. Un asistente social también vino. Hay antecedentes de lo que pasaba, entonces ¿por qué no se lo quitaron si había denuncia?. La Justicia esperó que muera para recién venir a hacer las cosas. El papá de él raras veces venía. Es inentendible".

Otros vecinos contaron que varias veces escucharon cómo la mujer le pegaba al niño. "Se sentían los ruidos, como lloraba, pero nadie hizo nada y ahora quieren hacer todo", dijeron en diálogo con ese diario.

Los vecinos también plantearon dudas sobre la hora de muerte del nene: "Si ella dice que se despertó a las 7 y que un rato después el nene subió a la planta alta y volvió diciéndole que se había golpeado, ¿por qué no lo llevó urgente al hospital?. Porque aquí la vimos abrir el corralón a las 9, como si nada hubiera pasado, y nosotros nos enteramos después de las 11, por la Policía, que L. estaba muerto".

Además, en la misma línea, otros habitantes del barrio aseguraron que escucharon gritos del menor durante el miércoles por la noche. "Por eso nosotros no creemos la versión de que el nene se haya caído del techo", sostuvieron.

"El nene se levantaba todos los días a las 7 a sacar los candados de las puertas para que su mamá abriera a las 9, pero el jueves no lo vimos. El último día que lo vimos fue el miércoles al mediodía, cuando llegó de la escuela", señalaron.

Con mucha indignación, los vecinos recordaron un cruel hecho que tuvo lugar el verano pasado. "Hacía más de 30 grados de temperatura y ella le dio un pedazo de cerámico al nene para que vaya a desmalezar los yuyos que habían crecido a la orilla del cordón cuneta. Parecía que se iba a desmayar. Queremos que ella pague lo que hizo con la criatura, que no salga y que la muerte de L. no quede en la nada", finalizaron.