La paciente de Mar del Plata que denunció a Lotocki vuelve a acusar problemas de salud: "Tengo miedo"

A ocho años de pasar por las manos del médico, Lucia Diniz dice que sufre dolores en las piernas, una profunda punzada en un glúteo y otras molestias. Asegura que el profesional le colocó polimetacrilato en los pómulos. "Lotocki me destruyó la cara y la vida por muchos años", denuncia, a 0223.

Así se veía Lucia Diniz, antes de pasar por las manos de Anibal Lotocki.

6 de Septiembre de 2023 09:15

Falta de calcio. Dolores en las piernas. Una profunda punzada en el glúteo derecho. Esas son las principales molestias que se manifiestan desde hace tiempo en el cuerpo de Lucia Diniz, una de las primeras personas que se atrevió a llevar a Anibal Lotocki a la Justicia. La mujer, oriunda de Brasil e instalada en Mar del Plata desde principios de los '90, hoy se muestra asustada y con preocupación: dice que en los últimos meses, a ochos años de haberse sometido a la cirugía estética que se convirtió en la pesadilla de su vida, comenzó a presentar síntomas que ve con cierta alarma por las similitudes que reconoce con las secuelas de salud que también advierten otras pacientes que pasaron por las manos del médico condenado en 2022.

Lucia relata sus sensaciones a 0223 mientras se prepara para asistir a la protesta que se hará en las próximas horas en inmediaciones de la casa que tiene el profesional en el barrio Florida, en la localidad bonaerense de Olivos. La convocatoria tiene lugar este miércoles a las 19, a poco menos de una semana de la muerte de la modelo Silvina Luna, y se difundió como la "marcha de las máscaras" ya que Gabriela Trenchi, su impulsora y una de las damnificadas por el accionar de Lotocki, pidió a todos que se sumen portando máscaras para insistir con las denuncias y rendir homenaje a las cuatro víctimas fallecidas (además de Luna, la lista se completa con Mariano Caprarola, Cristian Zárate y Romina Vega).

"No podemos dejar que todo quede impune después de cuatro muertes y tantas en vidas en juego. Hay médicos que sí estudian y saben lo que hacen pero hay delincuentes como Lotocki que andan sueltos y destrozan vidas. La Justicia ya no lo puede seguir protegiendo: él se merece la pena máxima. Lo que pido a Dios todos los días es que no siga matando a más personas", reclama la mujer, quien vino a vivir a la ciudad a sus 26 años cuando se casó.

Estudios a la vista

Lucia Diniz próximamente se hará un análisis de los riñones y otros exámenes médicos en una clínica privada de Mar del Plata para confirmar o descartar posibles secuelas derivadas de la intervención quirúrgica a la que se sometió en mayo de 2015. La expaciente de Lotocki decidió solicitar los estudios a raíz de distintos padecimientos físicos que la acompañan desde comienzos del 2023.

"Este año empecé con dolores en las piernas. Siento mucho cansancio físico y mental y un dolor agudo en la parte del glúteo derecho, como si tuviera un cuchillo clavado. Pensé que podría ser por el frío pero mirando ahora las secuelas de otras víctimas veo que son muy parecidas, así que estoy esperando el turno con el médico. Ya me hice unos análisis antes y me dio que me faltaba calcio en los huesos", comenta.

A Lucia particularmente le extraña la molestia en la zona de los glúteos ya que ella solamente se hizo cirugías en la cara. Sin embargo, sus sospechas vuelven a apuntar contra Lotocki porque asegura que el médico también le colocó en los pómulos polimetacrilato, la sustancia con la que se intoxicó Silvina Luna y que la hizo contraer una enfermedad renal crónica a partir del tratamiento estético que la modelo se hizo en 2011.

La marcha convocada para el miércoles en la casa de Lotocki.

"El cirujano de Mar del Plata que me ayudó a reconstruir mi rostro me sacó una gran cantidad de este producto pero no todo y no sé si me puede haber pasado algo de eso a la sangre. Tengo miedo", confiesa, y agrega: "Las piernas se me duermen muy seguido y en el glúteo izquierdo me salió un módulo duro que no sé que es. Es raro porque en los glúteos no me hice nada pero estoy segura de que me puso esta sustancia en los pómulos porque me habían quedado muy grandes y duros".

La mujer recuerda que se acercó a Lotocki para "levantarse un poco las cejas" e insiste, tal como planteó en 2015 en su denuncia por estafa y lesiones graves, que el médico le practicó una serie de intervenciones en la nariz, los pómulos y otras partes de la cara que nunca pidió y que la transformaron en un "monstruo". "Me acuerdo que cuando llegué a Mar del Plata y me saqué las vendas me quería morir. Lotocki me destruyó la cara y la vida por muchos años. Por eso digo que tiene que pagar", apunta.

La segunda oportunidad

El antes y el después de la operación con Lotocki.

Después de esa traumática experiencia, Lucia Diniz se vio obbligada a pasar por otras dos cirugías que le costaron 5 mil dólares para rehacer su vida y animarse, al menos, a volverse a mirar a la cara en el espejo. La primera operación de "relleno de rostro" se la hizo en Brasil y luego se hizo una última en Mar del Plata con el cirujano Luis Aldaz. "Acá me tuve que abrir todo el rostro para poder reconstruirlo y sacarme todo el material que me habían colocado. Yo no podía sonreír ni tenía expresión", señala.

"Aldaz es un gran profesional en cirugía plástica. Gracias a él me pude volver a mirar en el espejo. Le agradezco muchísimo cómo me ayudó en ese terrible momento. Me acuerdo que estuvo una semana estudiando una foto de cómo yo tenía la cara antes de pasar por Lotocki para poder operarme bien y te digo que quedé hasta mejor", asegura.

El cambio favorable tras las operaciones reparadoras en Brasil y Mar del Plata.

Ante el debate social que despierta este tipo de situaciones, la vecina de Mar del Plata reflexiona y remarca que "el problema no es hacerse una cirugía plástica y querer verse un poco mejor". "Lo importante es averiguar con quién hacés estas cosas y pedir información del médico, ver comentarios, si no tiene juicios o demandas encima y no entregar el cuerpo a cualquiera. Ese fue mi error", lamenta.

El sobreseimiento

Lucia Diniz estuvo legalmente representada por Fernando Manganelli en la causa que impulsó en 2015 contra Anibal Lotocki. En la demanda, su abogado describió los padecimientos pos operatorios de su clienta como un calvario: "La vida de Lucía se convirtió en un tormento cotidiano. No se reconoce frente al espejo y sus hijas lloran y sufren al ver el rostro desfigurado de su madre". Sin embargo, dos años después, el médico resultó sobreseído por la Cámara del Crimen de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba).

Más allá del sobreseímiento de 2017, Lotocki después no corrió con la misma suerte. En 2022, fue condenando por las lesiones graves que le provocó a Gabriela Trenchi, Silvina Luna, Stefanía Xipolitakis y Pamela Sosa, y en julio quedó definitivamente inhabilitado para volver a ejercer la medicina.

En la denuncia, la denunciante había acusado a Lotocki de haberla engañado al "hacerle creer que era médico especialista en cirugía plástica, cuando sólo es médico cirujano" pero los jueces Ricardo Pinto y Mirta López González entendieron que el profesional "posee el título de grado de médico cirujano que lo autoriza a ejercer la medicina en su totalidad".

En el fallo, además, los magistrados de la Sala Quinta del tribunal porteño señalaron que "el título de médico autoriza al poseedor a ejercer la medicina en su totalidad y será más responsable de los daños que produzca en el ejercicio de ésta, cuanto menor sea su conocimiento del tema o especialidad, o no sea especialidad".

Respecto de la imputación por lesiones culposas, consideraron que "nada cabe reprocharle" al médico. "La denunciante pagó por una cirugía que efectivamente fue realizada por el imputado. No se verificó un desapoderamiento con el consecuente perjuicio patrimonial, sino que se trató de la contraprestación por un servicio profesional", se aseveró en la sentencia.

Silvina Luna murió el jueves a los 43 años. En la lista de pacientes fallecidos que pasaron por el quirófano de Lotocki, también figuran Mariano Caprarola, Cristian Zárate y Romina Vega.

En línea con el informe de los forenses, los jueces determinaron que la investigación de la causa "impide tener por comprobada que las lesiones que habría sufrido la querellante resultaron ser producto de una negligencia o imprudencia del encausado". El en el fallo absolutorio se consideró que "aquellas otras que Diniz menciona no se pudieron determinar por provenir de cirugías plásticas previas o por el procedimiento quirúrgico que se sometió en Brasil con posterioridad".

Lucía todavía hoy sigue disconforme con el tenor del veredicto y cuestiona las grandes demoras del proceso. "Los jueces remarcaban que yo me había tocado el rostro después de la cirugía que me hizo Lotocki y lo tuve que hacer porque ni siquiera podía ir a buscar a mis hijas al colegio. No podía esperar a la Justicia, sabiendo lo lenta que es, con la cara destruida durante uno, dos o hasta tres años. Tenía que rehacer mi vida de alguna forma", concluye.