Para los gastronómicos, el consumo bajó un 20% aunque mejoró desde la segunda quincena de enero

Faltan pocos días para cerrar enero y el balance que hacen hasta ahora desde el sector de la gastronomía marplatense no es bueno, aunque destacan una mayor actividad desde la segunda mitad del primer mes del 2024.

Hernán Szkrohal, referente de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica (Aehg) de Mar del Plata, sostuvo que la temporada 2024 “no es como las anteriores”, aunque aclaró que “no es tan mala como algunos dicen”.

“La primera semana de enero fue más baja que el año pasado, con menos gente y menos consumo. Flojita. La segunda semana levantó porque vino gente y creció el consumo. Pero no llegó a igualar lo del año pasado. Bajó un promedio del 20%: algunos locales están en ese porcentaje y otros están más abajo”, puntualizó el empresario gastronómico.

Para Szkrohal, en la tercera semana de enero hubo un crecimiento en la cantidad de arribos de turistas, pero el consumo “siguió siendo moderado”.

“Es algo histórico que la tercera semana de enero se llena de gente. En esta oportunidad hubo además una serie de eventos y mejoró (la afluencia de turistas). Pero Igual el consumo sigue siendo moderado. La gente cuida el bolsillo y compra promos, comparte platos. Se nota lo que hoy sale para cualquiera, porque además hay que vivir, ir al super, pagar cuentas y sobre todo, el asalariado más cuida el consumo. Se defiende porque viene de atrás con la inflación”, analizó.

En ese aspecto, precisó que los días con menor actividad, “son los lunes, martes y miércoles”, mientras que “el viernes levanta, el sábado explota y el domingo es un poco menos al día anterior, pero es bueno”, con picos de mayor concurrencia en cafeterías a las 10 con el desayuno y por la noche, en restaurantes desde las 21. “Entre esas horas, hay baches importantes de gente y ahí es donde el negocio sufre pérdida. Los insumos han tenido considerables aumentos. Pero no podemos subir el precio de la carta a esos valores porque se pierde clientela. Estamos resignando rentabilidad, que históricamente nos sirve de colchón para el invierno. Si ese colchón es muy chiquito, sacrificaste rentabilidad”.