Villa enloqueció a todo River y terminó en escándalo en Mendoza
El colombiano la rompió, abrió el marcador, hizo la jugada para el agónico 2 a 1 y festejó con la "metralleta" para la tribuna "millonaria" que desató el enojo de los futbolistas del conjunto de Gallardo. "Ligó" el seguridad de River.
Por Redacción 0223
PARA 0223
River se jugaba mucho y se notó. Sebastián Villa no es querido, por situaciones personales y porque está identificado con Boca, es "canchero" y cuando está en una buena noche parece indetenible. Todo eso se conjugó en la noche del "Malvinas Argentinas", el colombiano tuvo un partido desequilibrante, hizo un gol, generó la jugada del segundo en tiempo de descuento y festejó de cara a la gente visitante lo que, sumado a una derrota que lo aleja de la pelea, hizo explotar a los futbolistas "millonarios".
Lo que hizo Villa en el festejo fue poquito. El gesto de la "metralleta", una celebración muy usada y que no suele generar estos finales, fue la gota que rebasó el vaso en un momento clave del encuentro. El colombiano los enloqueció en el juego y la completó en el noveno minuto de descuento para el 2 a 1 final de Independiente Rivadavia.
En el tanto que abrió el marcador, Villa, a su estilo, bailó. Y se golpeó el pecho y dijo "acá estoy yo", recordando sus buenas actuaciones ante River también con la camiseta de Boca. En el segundo, hizo la jugada y le sirvió el gol a Ezequiel Ham, para un triunfo bárbaro de la "Lepra". Encima, lo hizo al lado de donde estaban calentando los suplentes de River, que vieron en primera plana la alegría del exjugador "xeneize" y empezaron a saltar de a uno. Primero Kranevitter, atrás González Pírez, "Pity" Martínez y Bareiro. Mientras, el colombiano abría los brazos y volvía a su posición.
Tras sacar del medio, Arasa (de flojísimo desempeño) decretó el final y otra vez todos se fueron encima de Villa al que lo llevaron al vestuario, sin responder a las agresiones. Incluso, "Pity" logró escaparse del vallado humano y se le colgó de los hombros cuando bajaba al túnel.
Mientras tanto, en la cancha, quedaron cara a cara integrantes de las dos delegaciones. El encargado de seguridad de River separó de manera fuerte contra los mendocinos y recibió una fuerte piña de Ramiro Lugüercio, uno de los preparadores físicos del conjunto local, lo que puso todo aún más caliente, incluso camino al vestuario, aunque se terminó calmando.
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