Mano a mano con Montenegro: “Teníamos una ciudad alambrada y oscura a la que nadie quería venir a invertir”

En una extensa entrevista con 0223, el intendente hace un balance de sus cinco años de gobierno. El foco en “los tres aspectos rectores” y los desafíos hacia los restantes tres años. Los planes para el Campo de Deportes y una revelación sobre Punta Mogotes.

"Fueron cinco años muy complejos", reconoció Montenegro al pasar el primer año de su segundo mandato.

11 de Diciembre de 2024 20:26

“Fueron cinco años muy complejos”, admite Guillermo Montenegro en el mismo día en que se cumple un lustro de que asumió como intendente de General Pueyrredon. El trágico incendio de Torres y Liva ocurrido a los pocos días de aquel 10 de diciembre de 2019 fue apenas un aviso de lo que se vendría: la pandemia, los rebrotes, la inflación descontrolada, el dólar irrefrenable, la incógnita sobre la elección presidencial y la incertidumbre sobre “la macro” con el primer año de Milei. Todos factores que repercuten directamente en cualquier gran ciudad y mucho más en una como Mar del Plata, un lugar que desde sus orígenes se erigió como reflejo de lo que fue pasando con Argentina.

Su despacho en el Palacio Municipal luce todo lo personalizado que puede estar un lugar de trabajo en el que se está hace cinco años: una gran foto familiar sobre la pared detrás del escritorio, acompañada por una casaca de Alvarado, objetos de Boca y una reliquia que en décadas pasará a ser un objeto deseado por todo coleccionista, una de las camisetas 23 color verde que el Dibu Martínez utilizó en Qatar 2022.

Desde esa misma oficina y durante una entrevista de una hora con 0223, el intendente marca los “tres aspectos rectores” que asegura marcaron su gestión desde el primer día: la generación de empleo privado, el acomodamiento de las cuentas municipales y el orden en el espacio público. El mismo despacho desde donde hace cinco años se resuelven los aspectos más fundamentales de una Mar del Plata tan contradictoria que a la vez muestra sus mejores índices históricos de desempleo y los peores sobre pobreza e indigencia, desde donde se lanzan proyectos novedosos para la ciudad con una apertura a la participación del privado donde hasta ahora estaba el Estado, los que levantan tanto apoyos como críticas, al igual que los recientes y mediáticos operativos en la vía pública.

Este martes se cumplieron cinco años del 10 de diciembre de 2019 en que Montenegro juró y asumió como intendente.

- ¿Qué balance hace de estos cinco años?

- Lo primero que veíamos en 2019 era cómo salir del estancamiento, estaba muy claro que teníamos una ciudad alambrada y oscura a la que nadie quería venir a invertir y esto te generaba un problema que tenía que ver con la desocupación. Un status quo que no permitía que la ciudad crezca y se desarrolle, donde no sabías si estaba alambrada por intereses o inoperancia. De ahí impulsamos sacar trabas, con el Estado en un rol de facilitador, de no joder y que distintas empresas vengan, tanto nacionales como internacionales.

En segundo lugar Mar del Plata era inviable financieramente y había que ordenar las cuentas municipales, ser austeros, prolijos y gastar lo que entra. Con medidas como eliminar horas extras que estaban al pedo, ver cómo funcionaban las carpetas médicas (de los municipales), ser previsibles con los proveedores y contrataciones, evitar los viáticos, el celular se lo garpa cada uno, eliminar choferes. Son cosas que no son gestuales sino reales. Y teníamos una complejidad extra, las cuentas desordenadas sin apoyo del gobierno nacional y provincial, y para subsistir teníamos que ser muy prolijos.

El tercer tema relevante es el orden del espacio público, donde el espacio está para que lo disfrute la gente y no se lo apropien los violentos. El espacio público fue invadido por zombies en ciudades como Frankfurt, Filadelfia o Nueva York, esto puede ocurrir en Mar del Plata y hay que trabajar para que eso no ocurra. Nuestra responsabilidad como gobierno municipal es acotada pero firme.

- ¿Qué están observando sobre la violencia en la vía pública?

- Hay un nivel de violencia en las calles que lo están sufriendo los vecinos. Cuando uno ve ciudades en el mundo con características similares a las de Mar del Plata, ve que el espacio público dejó de ser de la gente. Acá no estamos hablando de gente en situación de calle a la que tenemos censada y le buscamos el parador, es gente violenta que toma el espacio público como si fuera propio y cometen delitos. Y si cometen delitos tienen que ir en cana. El vecino quiere vivir tranquilo y es algo en lo que no voy a ceder.

- Con el tema de los trapitos hay un debate entre dos perspectivas, la de regular y la de prohibir. ¿Usted tiene una postura tomada?

- Lo que está claro es que lo que no se puede permitir es la violencia, el que es violento tiene que ser separado. Tenés una situación donde vas a estacionar el auto y (el trapito) se te viene encima, eso está mal. El espacio público no es de nadie, no te pueden cobrar. No podés estar pensando que vas a tener un problema cuando vas a estacionar el auto. Está mal y se va a combatir. El que hace las cosas bien es al que vamos a acompañar.

Trapitos: "lo que no se puede permitir es la violencia", dijo Montenegro, quien no dio señales si se va a impulsar algún tipo de normativa al respecto.

- ¿Hay alguna especial atención a lo que pueda pasar en el verano? En estos cruces con referentes hablaba de estar esperando algún tipo de acción.

- Es que lo vimos en la toma de El Marquesado, que no eran de Mar del Plata. Con la gente en situación de calle sabemos quiénes son, pero cuando vemos que nunca estuvieron acá y empiezan a aparecer y generan disturbios está claro que esto no tiene que ver solamente con un problema de Mar del Plata, sino que son problemas acrecentados por la política.

- ¿Y le refuerza algo la virilización con números que no son normales para Twitter, con 10 millones de visualizaciones con el video del desalojo y el de las armas no letales?

- No, mi objetivo es estar con lo que corresponde. Me dicen que cambié la comunicación, pero cuando ves la imagen del tipo que a la empleada le parte la cabeza de un piedrazo, ¿vos qué pensás?, ¡que es un hijo de puta!. Cuando digo que me importa tres carajos, es porque me importa tres carajos. No es que uno cambia la forma de la comunicación, esta es la realidad.

- Pero son situaciones violentas que ya se podían observar en años anteriores donde no se presentaban así desde la comunicación del gobierno, por lo que se lo puede interpretar como un intento suyo de acercarse más a cierto público que se ve reflejado con este tipo de discursos en las redes y también con una intención política de posicionar su imagen a nivel nacional.

- No, mi mayor preocupación es decir qué estamos haciendo y por qué, donde el objetivo siempre es mi ciudad, es cómo generar laburo y cómo ordenamos la ciudad.

 

Un mapa sobre la mesa

El eje de la conversación cambia de repente. El intendente se levanta de la silla ubicada en la cabecera y se mueve a un lateral de la mesa, quedando frente a un amplio mapa de Mar del Plata donde con infinidad de pinches multicolores están ubicadas cada una de las sociedades de fomento.

El plano le servirá para ir marcando el desarrollo estratégico que prevé profundizar para Mar del Plata en los tres años que le queda de gobierno: la industria en los accesos a la ciudad por las rutas 88, 2 y 226, el Distrito Tecnológico por la Ferroautomotora, el desarrollo inmobiliario en altura frente a la costa en la zona de Cabo Corrientes, las residencias de lujo sobre Newbery y hacia el sur, el entretenimiento y nocturnidad en Playa Grande y El Faro, con la perspectiva de sumar Punta Mogotes con su municipalización; si bien el mapa solo llega hasta la 515, se proyecta hacia Chapadmalal como destino turístico y comercial; mientras que plantea un fin gastronómico y de entretenimiento con el Parque de los Deportes, el Distrito de Arte y Diseño y la Vieja Usina.

Sin sacar la vista del mapa hace especial foco en la zona industrial de la Ruta 88 con el objetivo centrado en el desarrollo del segundo Parque Industrial y la dificultad que se terminó generando con el paso de los años con la ubicación del Puerto, proyectado en las afueras de la ciudad cuando hace un siglo se lo movió a su actual lugar, pero quedando ahora en medio de la traza urbana.

- ¿Y cómo se resuelve la conectividad entre el Parque Industrial y el Puerto? Porque Provincia hizo un tramo de la Circunvalación pero es incierto cómo seguir la conexión por Newbery.

- Tenemos el problema que Newbery es provincial porque era una ruta provincial cuando éramos chicos y hoy es una avenida transitada de la ciudad. Yo digo, pásamela (a la jurisdicción que es provincial) y nos hacemos cargo los marplatenses del ensanche. También pasa con la Rambla, con la Ruta 88, con Champagnat. No es porque uno lo hace mejor y otro peor, es porque yo estoy acá todos los días.

La inauguración de Coto reavivó el debate sobre avenida Newbery.

 

“No es solo el Estadio Minella, es además un cambio para toda esa zona urbana”

El dedo de Montenegro de repente vuelve a una zona céntrica, más precisamente a la intersección de Independencia y Juan B. Justo, donde comienza a asomar un emblema de la identidad marplatense, el Campo de Deportes Teodoro Bronzini donde se prevé uno de los proyectos más ambiciosos del gobierno, no exento de críticas: la privatización del Estadio Minella y el Polideportivo, con la intención de desarrollar otros emprendimientos en las zonas comunes del parque. “No es solo el Estadio Minella, es además un cambio para toda esa zona urbana. Estamos planteando un cambio en todo lo que es el Parque, que sea un lugar deportivo, de entretenimiento, gastronómico”, se esperanza Montenegro.

- Durante mucho tiempo lo que estaba instalado era cómo resolver el problema del mantenimiento del Minella. ¿Por qué es que pasaron de eso a este proyecto de concesión que abarca a todo el Campo de Deportes?

- Por la realidad. En enero de 2020 una de cinco personas que venían en verano eran jóvenes, hoy es una de cada tres. El entretenimiento te cambió y fuimos haciendo cosas para que esto ocurra.

- Hoy el Polideportivo sirve como plataforma para el desarrollo de importantes iniciativas turísticas y deportivas de la ciudad, con grandes eventos como el Premier Padel, el Mundial de Taekwondo o las ventana Fiba, ¿no hay riesgo que eso se pierda si ahora pasa a depender de un privado?

- Cuando vos tomás la decisión de ir a ver un partido de básquet, no sabés si te cobra la Municipalidad u otra persona, vas porque te gusta y lo que te ofrecen es bueno. Tenemos que buscar mejorar la oferta de lo que estamos haciendo, sino nos quedamos en que los marplatenses sostengan algo para que jueguen dos equipos y vayan 250 personas. No está bien. Y lo llevó al fútbol y todos saben que soy hincha de Alvarado, ahora, ¿todos los marplatenses deben mantener el estadio? El único estadio municipal de la Argentina es el Minella…

- …está el de San Nicolás, que también es municipal.

- …por ahí Cutral Co también tiene…

- …no es tan grande como el Minella pero es un estadio importante el de San Nicolás, este año se jugó la semifinal de Copa Argentina. ¿Qué pasó con el preacuerdo con Chiqui Tapia por el tema de la AFA y que el Minella sea La Casa de las Selecciones? Porque es un proyecto que ahora se va a realizar en La Plata.

- Cambió la forma en la que entendemos que tiene que ser toda la modificación en el Parque de los Deportes.

- ¿Ya no servía el esquema de que la AFA solo administre el Minella?

- La AFA ahora puede participar, porque el oferente que presente un preacuerdo con AFA va a tener un beneficio en la licitación. Está dentro del proyecto, pero este proyecto es superador a un estadio de fútbol, no estamos hablando solamente de un estadio, sino de cómo se cambia una zona de Mar del Plata.

 

Punta Mogotes: “Hay que ver la seguridad jurídica que tengan esas concesiones”

- ¿No hace falta un mea culpa grande de la política marplatense porque todos los partidos en algún momento plantearon la municipalización de Punta Mogotes pero cuando les tocó gobernar la Provincia lo trabaron o al menos no lo impulsaron? Y eso también pasó con María Eugenia Vidal.

- Sí.

- ¿Y cómo salimos de eso hacia adelante?

- Vencen ahora las concesiones (NdR: se refiere a la de los balnearios, cuyos contratos culminan en 2026).

- Pero Provincia tiene intenciones de mantener el control, de hecho tiene en marcha una licitación de publicidad hasta 2030.

- Hay que ver la seguridad jurídica que tengan esas concesiones y cómo termina. ¿Cómo vas a tener esto? (NdR: marca Mogotes en el mapa), que eso es provincial y yo no puedo controlar, es difícil de poder explicar a un tipo que no es de Mar del Plata. Yo se lo planteé en su momento a María Eugenia, le dije que esto tiene que ser municipal.

- ¿Y qué le respondió?

- (gesticula dando a entender que no obtuvo una respuesta positiva y vuelve al eje anterior) … tiene que dejar de ser una parte distinta de Mar del Plata, que no está vinculada al barrio de Punta Mogotes. Parece un lugar que en invierno solo está para aprender a manejar.