El doloroso testimonio de las empleadas del comerciante escrachado: "Ver el video nos dio asco"

Las víctimas del dueño del local de ropa que se frotaba sus pertenencias por los genitales se multiplican: "no sabemos si nos ponía cámaras cuando nos cambiábamos o se probaban la ropa las clientas". 

El video grabado en el baño del local se hizo viral y generó repudio.

16 de Diciembre de 2024 16:15

Por Redacción 0223

PARA 0223

"Asco". Esa la palabra que resume lo que sintieron todas las empleadas al ver el video que se hizo viral el viernes, tras ser publicado por 0223 y multiplicarse en los medios nacionales. La repercusión fue enorme, como la cantidad de víctimas que se van sumando y sospechan que fueron parte del espantoso accionar del dueño del local de bikinis en el que trabajaban.

Luego de que un grupo de empleadas decidiera dejar un celular grabando dentro del baño en el que se cambiaban para comprobar por qué sus bolsos y carteras terminaban revueltos tras la jornada laboral, lo que vieron las sorprendió y las impactó: el dueño del comercio no les abriá sus pertenencias para ver si se llevaban algo. Todo era mucho peor, se las frotaba por sus partes íntimas antes de devolverlas a su lugar. El accionar quedó grabado y la joven damnificada denunció el hecho en la Comisaría de la Mujer y la Familia.

Otras dos de las mujeres que impulsan una causa laboral contra el dueño del local dieron su testimonio sobre lo que atravesaron en su paso por el comercio, y lo que sintieron al ver las tremendas imágenes: "Las chicas primero nos contaron lo que habían grabado con su celular, pero al principio no quería ver el video. Sentí asco. Todo lo que vimos es agobiante. Ahí entendí por qué mi botella de agua tenía olor a su perfume", dijo una de las damnificadas, de 29 años.

La joven trabajó en el local en las últimas dos temporadas de verano, ya que era algo habitual que se sumaran vendedoras para el momento más fuerte de ventas, y renunció en noviembre. Esa precaridad laboral, y la rotación permanente de chicas, ahora entienden que era aprovechado por el hombre, que tiene algo más de 60 años, para que las sospechas no se transmitieran entre ellas. Hoy, con todo a la luz, las chicas dejan sus mensajes en las redes sociales y cuentan sus terribles experiencias.

"No imaginamos que hacía lo que vimos en el video"

"Siempre supimos que revisaba nuestras mochilas y carteras, era muy evidente, miraba de más a las chicas, te agarraba de la cintura, eran situaciones incómodas, pero no imaginamos que hacía lo que vimos", dijo otra de las empleadas que descubrió el espanto de lo que pasaba con sus pertenencias hace pocos días. Tiene 22 años, y trabajó en el local de Alem tres temporadas, el último año como encargada.

"Él hacía la selección del personal. Miraba los CV, nos citaba, si una chica no les gustaba por su apariencia física, por las pestañas o las uñas, hacía comentarios y no las llamaba, ni hablar si no tenía un cuerpo hegemónico. Seleccionaba a sus víctimas", contaron.

"Siempre nos pareció desubicado, pero lo naturalizamos porque se trataba de nuestro trabajo, no vimos venir jamás lo que hacía con nuestras mochilas", señala una de las chicas, quien, al igual que la mayoría de las empleadas, llegaba a trabajar al local por recomendación de una conocida.

"Pensamos que nos revisaba las carteras para que no robemos nada, porque muchas incluso comprábamos ropa del lugar, le dijimos que si necesitaba quedarse tranquilo con eso, por qué no nos revisaba los bolsos a la salida en la puerta y listo", recordó una de las empleadas.

"No sabemos hasta dónde llegaba su morbosidad"

Las chicas vivieron un fin de semana complejo tras la viralización de las imágenes. Y debieron soportar también comentarios en las redes sociales de quienes no terminaban de entender lo que se veía en el video grabado en el baño con una cámara oculta. "Algunos preguntaban por qué había bombachas en las carteras, o mallas. Nosotras hacíamos horario cortado y a veces te ibas del local a la playa. Él siempre tardaba cuando iba al baño donde estaban las cosas, pero jamás se nos cruzó por la cabeza algo así", confiesa la joven, que remarcó que el hombre a veces solo pasaba por el local de bikinis para ir al baño.

"Se metía cinco minutos y se iba. No entendíamos por qué no iba a su casa, por qué solo entraba para pasar un rato por el baño" señaló una de las jóvenes: "Sentimos mucha impotencia, pero ojalá esto sirva para que no vuelva a tener contacto con mujeres y niñas, no sabemos si nos ponía cámaras cuando nos cambiábamos o se probaban la ropa las clientas. No sabemos hasta dónde llegaba su morbosidad". 

Las damnificadas se van sumando a partir de los escraches en redes sociales. Si escriben entre ellas, y analizan las acciones a seguir con abogados. "Somos un montón, gracias al Instagram que crearon hay muchos testimonios nuevos, todas quieren contar su parte de la historia y es terrible. Hablé con una chica a la que le pidió bajar a probarse ropa y la miró cuando se cambiaba. Pasaron muchas cosas pero si no salía todo esto a la luz no iban a tomar ninguna medida", asegura.