“El objeto de la práctica de yoga es uno mismo, su cuerpo, su respiración y su atención”

Así se expresó Ximena Andres, profesora de la Escuela de Yoga del Emder. Más de 25 años combinando en sus clases el yoga y la filosofía para, con la práctica, pensar en lo que se está haciendo y a partir de ahí, pensar lo que somos.

Una "profe" que todos nombran y destacan, con un trabajo de yoga único en Mar del Plata. Foto de archivo.

22 de Abril de 2024 08:05

Ximena Andres es profesora de filosofía y de yoga. En sus clases logró combinar ambas disciplinas para obtener un mayor conocimiento del cuerpo y su función, así como que, “La persona se sepa alinear y entienda su cuerpo, que aprenda a respirar, aprenda a concentrarse, es decir, así como uno entrena el cuerpo, entrena para algún deporte o en su profesión, también tiene que entrenar la mente”.

Con 26 años de docencia, Ximena Andres parte de la pregunta sobre qué van a buscar sus alumnos y alumnas, para responder qué enseña ella en sus clases. “Hoy, 26 años más tarde de haber empezado, son cuatro cosas: el trabajo de la salud postural, entregarle la herramienta a través de esos mismos ejercicios que son de consciencia corporal para que la persona comience a entender su postura, de qué manera se sienta, cómo se para. Ese trabajo no puede ir nunca separado de la respiración, ese trabajo va conjunto. Son dos partes que trabajan en conjunto y, cuando se logra un dominio, pasamos al trabajo sobre el área de lo cognitivo, por decirlo de alguna manera. Es decir, técnicas de concentración para que la persona pueda llevarse el regalo más preciado de la práctica de yoga que es la meditación”.

La profesora Andres, aparte de ser especialista en filosofía de Oriente y de yoga, es escaladora, hace danza y se formó en yoga terapéutico y de alto rendimiento. Su intención es clara: lograr compartir aquellas técnicas que conoce y aprendió con las personas para que puedan experimentar la meditación.

- ¿Por qué motivos se acercan, mayoritariamente, a tus clases?

- La gente se acerca por montones de cosas: están las que se acercan porque piensan que es una salvación y les va a caer un poder y van a ser mejores personas. Están las que tienen como esa suerte de delirio místico, que les gusta que las engañen, y también están las que buscan mejorar su postura porque es lo que es va a permitir estar fuerte, vital, con energía y con ganas de hacer cosas sin limitaciones físicas, que son terribles, como los dolores; estar sin la medicación que hay que tomar para evitar esos dolores. Entonces respirar se convierte una función vital de nuestra vida, la que comienza la primera vez que inhalamos y termina en la última exhalación. Ya poder enseñar el tema de la conciencia respiratoria, es decir, reunir esos los aspectos del cuerpo y la respiración es lo que hace que el cuerpo pueda lograr toda su articulación corporal, todos los espacios que vamos perdiendo por la falta de conciencia.

- ¿Hay en el yoga alguna concepción de mundo específica o distinta?

- Juego con tu anterior pregunta, porque hay personas que vienen en búsqueda de eso que está un poquito más allá del plano fenoménico, de lo físico, y otras que vienen meramente porque les duele algo. Algunas porque hacen un deporte y necesitan ser más flexibles y otras que vienen porque están con algún trastorno de estrés, de ansiedad, y les dijeron que el yoga los va a relajar. Entonces, todo eso que buscan las distintas personas está. Pero eso no deviene por añadidura de presentarse en una clase y poner una colchoneta en el suelo. Deviene de la calidad de lo que el practicante haga en la clase y de la guía de quien lo acompañe…

- Y eso no es inmediato, por supuesto….

- Es una práctica que es lenta y progresiva, que no se termina nunca. Es siempre un poco más, no se termina en mí. Yo, después de tantos años, sigo practicando, doy clases todos los días de mi vida hace muchos años y sigo ajustando mi cuerpo, sigo entendiendo cosas y sigo profundizando ahora.

Ximena Andres propone al yoga como una práctica que reúne lo mental y lo físico. Según ella, “El área cognitiva, a través de la concentración, es que las personas pongan toda su atención, desde lo mental, desde lo cognitivo, en lo que están haciendo. Es un proceso físico donde la respiración es un puente a través de lo que uno baja los niveles y permite con el tiempo y con la práctica pensar en lo que está haciendo y, a partir de ahí, pensar lo que somos”.

Las clases son absolutamente gratuitas y se brindan en el polideportivo Centenario, en la sociedad de fomento de barrio Constitución y en el propio Emder. Son de lunes a viernes en dos turnos y hay que inscribirse previamente llevando un certificado de aptitud física. Si bien sus alumnos se renuevan periódicamente, muchos y muchas vienen acompañándola ya desde hace muchos años. “Lo único que yo quiero es que se vayan con preguntas. Cuando doy cursos de yoga, lo primero es derrumbar el yoga moderno para ir a los textos fuentes del yoga y, después, que crean lo que quieran. Pero en las clases adaptadas no hay nada místico, simplemente hacemos lo que hay que hacer”, aclara.

-Entonces, ¿Qué es el yoga?

- El yoga es un método. Un método práctico que consta en distintos pasos, que no son aplicables todos tal vez hoy a nuestra cultura, que uno puede tomar, cuerpo, respiración, y que cuando se reúnen los aspectos del cuerpo y la concentración y la respiración y la meditación, no es nada mágico, no va a pasar nada, uno no va ver el aura de nadie, nunca te va a bajar algún mensaje. El yoga es la práctica que me permite cesar, silenciar, aquietar y poner a un lado la fluctuación mental. El segundo Sutra dice que cuando eso sucede, cuando la mente se puede quedar en calma, entonces lo que es se revela. Se trata de fortalecer el sistema inmune, de fortalecer la mente, de dejar de reaccionar constantemente. Son cosas simples las que van a pasar si uno aprende a meditar. El yoga no va a ser nada mágico, simplemente ofrece unas técnicas que uno debe experimentar y en la calidad que uno utilice en sus prácticas será lo que uno va a ir experimentando y recibiendo.