Buenos Aires tendrá su Semana Negra

Al norte de España nos encontramos con la ciudad de Gijón. Creada en la época romana y sostenida en gran medida por la actividad de su puerto, la ciudad hoy en día es un gran complejo turístico y universitario. También por su ruta costera pasa el Camino de Santiago y se la conoce como la capital de la Costa Verde. Entre tantos atractivos, uno se impuso desde el año 1988 y, de apoco, se logró replicar en muchas partes del mundo: la Semana Negra de Gijón, un festival que es parte de los ciclos de la semana negra en España dedicado a la novela negra.

Según los organizadores, el festival ha evolucionado de 73.000 asistentes, 7 días de duración, 60 invitados y 15 periodistas acreditados en su primera edición a más de un millón de visitantes, 11 jornadas, 250 invitados y más de 150 acreditaciones periodísticas en las últimas ediciones,​ aunque no hay ningún tipo de control de acceso, por lo que es imposible determinar el número de visitantes reales. Además, la Semana Negra de Gijón ha inspirado a otros tantos festivales en el mundo, inclusive en la Argentina, donde se realizará su primera edición en octubre de 2024.

Se acaba de conocer que los directivos del festival acaban de informar que se ha firmado un convenio de colaboración con el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por el que ceden el nombre y la imagen de dicho festival para que se realice en nuestro país la primera edición de la Semana Negra de Buenos Aires. Se llevará adelante entre el 1 y el 5 de octubre en un espacio a confirmar.

“Esto surgió, más que nada, de mi ida a Gijón en el 2015, cuando fui a presentar una novela. Me quedé maravillado de lo que sucede allá y me repercutió muy bien en el ánimo, en la escritura y en la camaradería con otros escritores. Recuerdo que la delegación argentina fue bastante gruesa ese año e hice nuevos amigos. Fue toda una fiesta. Acá teníamos un festival que se llamaba BAN y después de la pandemia se discontinuó. Entonces me dio la sensación de que quedaba un espacio vacante y que Buenos Aires se merecía un festival de género negro”, cuenta el escritor Fernando Lois, curador del festival.  

Si bien su presencia en Gijón fue el detonante, la iniciativa de realizar algunas actividades para la Feria del libro y la Noche de las bibliotecas en 2022 hizo que más lamentara la ausencia de un festival de esas características. Es así que presenta un proyecto para el año siguiente, año electoral, lo que hizo que sea difícil concretarlo. Pero este año sí tuvo su oportunidad: “Ya está lanzado, ya tenemos la fecha, aún sin sede, pero ya tenemos la alianza con Semana Negra, fueron muy generosos y se mostraron muy contentos de que le naciera un hermano menor de este lado del charco. Entonces nos cedieron el nombre, el logo y su imagen, lo que es un plafón muy importante porque Semana Negra es una marca registrada desde los 80 y que camina cada vez más firme y es reconocida en todo el mundo”, asegura Lois.

Si bien falta seleccionar el espacio donde se desarrollará, sí hay algunas certezas en cuanto a las condiciones con que debe contar. La intención es que sea un solo espacio, y si es en más de uno que sean cercanos, porque se busca que sea lo más abierto posible, de fácil acceso para la gente. El curador del festival refuerza esta idea: “Yo no quiero solo un público de culto, sino que sea abierto a la comunidad”.

Otro de los aspectos en los que se hace hincapié desde la organización es en cuanto a realizarlo lo más multidisciplinario posible. Hoy, el género negro se extiende a muchas disciplinas como series de distintas plataformas, historietas o dispositivos audiovisuales. También se convocará a los muchos exponentes del género que tiene la Argentina. “Después de España, Argentina es la mayor cantidad de premios Dashiell Hammett que entrega la Semana negra de Gijón, y esto no es un dato menor, incluso si vamos a los más recientes, el anteaño pasado ganó Nicolás Ferraro y antes ganó Claudia Piñeyro, Juan Sasturain y así podemos contar que en los últimos diez años la mitad fueron ganados por argentinos”, aclara Lois.

Todos ellos serán, seguramente, partícipes de esta primera edición, a los que se suman nombres como Guillermo Martínez, Sergio Olguín, Leo Oyola, Horacio Convertini, Kike Ferrari, Juan Carrá, entre otros.

También se espera la participación de extranjeros vinculados al género. El curador de esta primera edición manifiesta que, “Es muy posible que venga Santiago Roncagliolo, así como quienes llevan adelante Santiago Negro y Puerto Negro, festivales del género en Santiago de Chile y Viña del Mar respectivamente, así como los organizadores de Uruguay y Medellín. Mi sueño es que venga Rosa Montero, pera esta primera edición no tendrá mucho recurso y entonces debemos optimizarlos. En las visitas del exterior siempre se va la mayor parte del presupuesto y en esta oportunidad no nos podemos dar ese lujo”.

En cuanto al resto del país, asegura que ya se tendieron contactos con los organizadores de Córdoba Mata, el festival que se realiza en esa provincia, así como también con organizadores del Festival Azabache en Mar del Plata. También comprometió su presencia Ángel Molfino, escritor chaqueño del género, y posiblemente Luciano Lamberti de Córdoba y Selva Almada de Entre Ríos.

- ¿Cuál es la mayor aspiración?

-  Yo aspiro a que esto se conviértete en un BAFICI de la novela negra y que persista en el tiempo, independientemente de las administraciones y de mí mismo. Yo quiero que esto le quede a la ciudad, que se convierta en un sello de la ciudad de Buenos Aires.

- El género negro, sobre todo pensando en la renovación desde las plataformas audiovisuales, sigue más vigente que nunca…

- El género negro está plenamente vigente, pueden cambiar algunos dispositivos si se quiere, pero basta con entrar a cualquier plataforma y vamos a ver que las series más vistas son, en general, policiales y ahora hay que sumarle el agregado del terror. Esto, en la audiovisual, es muy palpable. Pero si vamos a las novelas, también vemos todo el fanatismo que se generó alrededor de los nórdicos en todo el mundo y estamos hablando de gente muy joven leyendo a Stieg Larsson, por ejemplo. No tengo dudas de que está plenamente vigente. Es más, fíjate que las últimas películas argentinas que están entrando en plataformas, en general, tienen que ver con lo policial, cosa que antes no era tan común en el cine argentino.

La intención está clara: no se quiere que el festival sea solo mesas de escritores conversando sobre el género, sino muchas otras disciplinas artísticas dialogando con lo que es la escritura del género negro. Pero se buscará que el comic tenga un lugar importante también, que haya audiovisual, que haya música, que el género permita que la gente se acerque. Desde siempre se considera a la literatura policial, así como a la ciencia ficción, como géneros iniciadores en el mundo de la lectura. “Si leer es divertido, el festival, concurrir al festival, tiene que ser una fiesta y no tiene que ser un lugar aburrido, con una mesa redonda con tres personas hablando y una mesa atrás de la otra”, sentencia Lois.