Peñarol luchó hasta el final pero no le alcanzó

El "milrayitas" llegó a perder por 20 pero reaccionó, dejó todo en el segundo tiempo, buscó hasta último momento pero Quimsa se quedó con la victoria por 83 a 75 y recuperó la ventaja de localía. La gente se lo reconoció.

Víctor Fernández jugó un partidazo, fue clave para mantener la ilusión de Peñarol y fue el goleador de la noche con 22 puntos. (Fotos: Diego Berrutti)

13 de Junio de 2024 22:55

Por Redacción 0223

PARA 0223

Tan cerca pero tan lejos. Peñarol se encontró con un Quimsa que le hizo mella la derrota como local y encaró el partido como una final, muy metido. Pero el "milrayitas" no se quedó atrás, estuvo en desventaja toda la noche, llegó a estar 20 abajo, pero así y todo peleó hasta el final, llegó a ponerse a 6 y terminó cayendo por 83 a 75, en el tercer juego de la serie de cuartos de final de la Liga Nacional. El sábado, el cuarto punto.

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Se jugó como un verdadero partido de playoffs. Los árbitros lo entendieron y no cobraron cualquier roce, le dieron ritmo al partido y se hizo de ida y vuelta, con pocos aciertos, lo que lo volvió poco prolijo pero emotivo. Las variantes en Quimsa se hicieron sentir de entrada, con un goleo más repartido y con los nombres que saltaron desde el banco. Para Peñarol era importante estar certero en ataque para darle más valor al gran trabajo defensivo, pero no pudo plasmar arriba todo lo bueno que hizo abajo. El 1 de 9 en triples en el primer parcial habla por sí solo. Si bien los santiagueños no estuvieron más acertados (1-7), pero tuvieron más efectividad desde cerca y se fueron al descanso arriba por 4: 11-15. La otra mala noticia para el local, fueron las dos faltas de Valinotti.

En el banco se notaba de la manera que estaba afrontando el partido Quimsa. La derrota en casa lo golpeó y estaba "enojado", festejaba los puntos, no sobró ninguna situación y todo se empezó a hacer cuesta arriba. A Peñarol se le hacían cada vez más difícil las ofensivas y a la visita el juego le fluía cada vez más. Un triple de Basabe (el segundo en el chico), obligó al tiempo de Laginestra (15-26), que había que tenido que sentar nuevamente a Valinotti con 3 personales. La diferencia era cada vez más grande, en el marcador y, sobre todo, en el juego. Al "milrayitas" le costó mucho llegar al gol y Quimsa fue creciendo hasta irse al descanso arriba por 20: 29-49.

Con otro ánimo, Peñarol salió decidido al complemento, sabiendo que su chance estaba acá. Quimsa sintió la salida de Robinson por una lesión en el tobillo y Gallizzi también tuvo que sentarse por un dolor en la mano. Entonces, con un par de "bombas" y un doble de Fernández, achicó a 13 (39-52), obligó al minuto de Ramella e hizo explotar el Poli. El estadio era una caldera. Peña defendió con alma y vida, atacó mejor y bajó la dferencia a un dígito (48-56) a 3.35 del cierre. A partir de ahí, hasta el cierre, fue golpe por golpe. Peñarol no pudo arrimar, Quimsa no logró cortarse, pero llegó al último descanso corto con una buena luz de 12: 53-65.

Era todo o nada. El "milrayitas" salió a buscarlo, defendió a "media falta" y atacó con criterio. Un triple de Acevedo cayó como mazazo, pero hubo respuesta para volver a achicar el margen y seguir el partido. Pero Quimsa impuso jerarquía, Sansimoni volvió a lastimar desde el perímetro y quedaba cada vez más lejos (59-73, con 7'30" en el reloj). Peñarol estaba decidido a no rendirse y luchar hasta el final. Una bomba de Fernández lo puso de nuevo a ocho (69-77) y con la última esperanza. El "0" jugaba para un "10", se puso el equipo al hombro, rompió, achicó a seis y podía pasar cualquier cosa, a 2'40" del cierre. Pero Quimsa hizo pesar su jerarquía en los minutos finales para sostener el triunfo y recuperar la ventaja de localía con el final.

El sábado, otra vez en el "Poli", Peñarol buscará quedar con vida en la serie y devolverla a Santiago del Estero para un quinto partido. Pase lo que pase, sin dudas, será despedido a lo grande por sus hinchas, que después de mucho tiempo, volvieron a soñar.