Efecto Milei: la baja del consumo y la suba de alquileres comienza a provocar cierre de comercios
Desde la filial local de Apyme mostraron su preocupación por el difícil panorama en la ciudad. "No hay un cierre masivo como hace unos años pero ya empieza a dar las primeras señales", lamentaron.
La caída del consumo y el fuerte aumento de los alquileres constituyen un combo letal para algunos comerciantes marplatenses que en los últimos meses debieron cerrar sus locales o evalúan seriamente cambiar de actividad, según advierten desde la Asamblea de Pequeños y Medianos Comerciantes (Apyme) de Mar del Plata.
Gustavo Casciotti, presidente de Apyme local, expresó su preocupación por la preocupante situación que vive el sector, en una ciudad que según datos del Indec, es la de mayor desocupación del país. "En zona macrocentro, en los últimos 30 días cerraron no menos de una decena de locales, entre pequeños almacenes, kioscos, poli rubros. Y el tema central son los altos alquileres y la caída ventas", evaluó el titular de Apyme, en declaraciones a 0223.
En ese análisis, el comerciante afirmó que luego de que los precios de los alimentos durante mayo se "amesetaron", aún con listas de que en algunos casos subieron de un 8% al 10%, "hubo líneas de aceite, de fideos, de bizcochuelos o de edulcorantes, por ejemplo, fabricados por Molinos Río de la Plata, que tuvieron descuentos o bajas que van entre el 20% y el 25%" pero que en la ecuación, perjudicó más al pequeño comerciante.
"Muchos comercios han trasladado en forma automática ese descuento llegando con un menor precio de góndola, pero otros han retaseado esa baja porque tienen stock de mercadería comprada más cara. Esta es una realidad que tiene tanto el mayorista, el distribuidor, como el comerciante, pequeño o mediano, ni que hablar con las cadenas. Las cadenas generalmente tratan de compensar esa variación vía descuentos o bonificaciones que le imponen de prepo a los fabricantes, pero los comercios de menor porte, los pequeños y medianos, obviamente no tienen esa capacidad de negociación, ni con el proveedor directo, ni con el distribuidor, ni con el mayorista, y entonces van dosificando esa baja en función de la cantidad de unidades que tienen en stock. O sea, mercadería comprada a $10 que vendían a $12 ahora la compran a $7 y obviamente si la venden a $9 terminan perdiendo plata", describió.
Para Casciotti, esta realidad supone "una situación diversa y muy compleja" que encima "se suma a que en la última semana de mayo empezaron a acelerarse algunos aumentos, del orden del 7% en el caso de los lácteos -como La Serenísima- o fiambres", pero que, razonó, "la cuestión de fondo sigue siendo el desplome del consumo".
"Sumado a esto hay una estructura de costos crecientes de alquileres y tarifas que torna en muchos casos inviable la continuidad de la actividad. Así que ese medianamente es el cuadro de situación. Vemos comercios que bajan las persianas, que no renuevan el alquiler en función de los importes que les piden y buscan lugares un poco más alejados de donde estaban, donde puedan conseguir un mejor precio de alquiler u otros que directamente en función de los alquileres promedio que están en plaza no pueden sostener la ecuación económica y terminan bajando sus persianas. Vimos un sinfín de almacenes, poli rubros, kioscos que están cerrados con el cartel incluso de ese alquila como supo suceder durante el macrismo con una caída y un cierre masivo de comercios que todavía no se empieza a ver pero que ya empieza a dar las primeras señales", lamentó Casciotti.
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