Una pareja de inmigrantes, un milagro y un agradecimiento en lo alto de las sierras: historia de la Gruta de los pañuelos

La Gruta de los Pañuelos es una de las visitas obligadas de quienes visitan Sierra de los Padres. Historia de una tradición que lleva 76 años.

La Gruta de los Pañuelos es uno de los principales atractivos de Sierra de los Padres

14 de Julio de 2024 10:05

Los pañuelos de colores se destacan en lo alto del paseo de los artesanos de Sierra de los Padres. Atados, unos con otros se entrelazan con las raíces de los árboles que emergieron entre las rocas. En el punto más alto de la Sierra de los padres, hace 76 años se entronizó la Virgen de los Pañuelos y se convirtió en uno de los puntos de visita obligado para quienes recorren el lugar.

Si bien no hay datos precisos, la historia popular cuenta que en 1948, un matrimonio de inmigrantes llegó hasta la Sierra y, en lo alto al llegar a la gruta encontró un pedestal natural en el que dejó una imagen de la Virgen de Luján a quien adoraban y le rogaron que le fuera concebido un hijo. Meses más tarde, la pareja volvió al lugar en cinta y, como señal de agradecimiento, ató dos pañuelos al pie de la imagen.

Desde ese día, la gruta continuó recibiendo miles de visitantes que consolidaron la tradición de anudar sus pañuelos y pedir a la Virgen de Luján, convirtiéndose así también en una importante atracción turística de la zona. 

Como ocurre en estos casos, el supuesto milagro comenzó a trascender y cada vez más gente empezó a llevar sus pañuelos para pedir y agradecer. 

El fenómeno llegó a tal punto que, en el mes de julio de 1982, un grupo de peregrinos a caballo trajo desde Luján la imagen que se venera en la actualidad y hoy la cadena de pañuelos tiene varios kilómetros.

Dentro de la gruta propiamente dicha, la postal es algo diferente. Lejos del colorido del exterior, la gruta, algo oscura ofrece en su centro la imagen entronizada en 1982 de la Virgen de Luján protegida por un cristal. A su alrededor, los fieles fueron dejando imágenes más pequeñas a modo de ofrenda.  

Atentas a lo que ocurría en ese sector de la sierra, en la década del 90 las autoriadades autorizaron que, el el pie de la sierra se forme el Paseo de la Gruta, un simático camino con puestos de madera ubicados a ambos lados en el que un grupo de artesanos ofrece desde mermeladas hasta souvenirs, tejidos y sahumerios de confección propia y, en el último puesto venden pañuelos para quienes quieran dejar su ofrenda a la Virgen de Luján.

Actualmente, de acuerdo a los últimos datos publicados por el Ente Municipal de Turismo y Cultura (EmturyC) entre los meses de enero y febrero, llegan al lugar aproximadamente 6000 turistas por semana.

El cerro donde está ubicado el santuario está circundado por un barrio residencial y cuenta con hermosas vistas panorámicas desde donde se puede divisar la Laguna de los Padres, la ciudad de Mar del Plata, colinas y huertas.