Federico Planes, el incansable defensor de la causa Malvinas

"Don Federico" es uno de los impulsores del Centro de Ex Combatientes de Mar del Plata y. desde el 14 de junio de 1982 trabaja para que no quede en el olvido la memoria de su hijo y la causa Malvinas. Proponen declararlo vecino destacado.

"Don Federico" es uno de los impulsores del Centro de ex Combatientes local. Foto: Archivo 0223

23 de Julio de 2024 10:05

El 14 de junio de 1982 no fue un día más para Federico Planes. El hombre que había llegado a Mar del Plata tres años antes para radicarse junto a su pareja, Ana María y sus dos hijos Fabián y Marcelo para trabajar como encargado de ventas de la marca de conservas Cascabel que recientemente se había instalado en el puerto marplatense recibió la peor noticia: su hijo Marcelo, que peleaba en Malvinas había caído en combate tres horas antes de la firma de la capitulación que marcaría el fin del conflicto bélico con Gran Bretaña.  El mundo de Federico “se vino abajo”, pero desde entonces tuvo un objetivo claro: trabajar para que el nombre de su hijo y la Causa Malvinas no quede en el olvido. Ahora, un proyecto de ordenanza busca declararlo "Vecino destacado".

Federico Planes es rosarino, nació el 11 de febrero de 1935 en la ciudad de Rosario, Santa Fe y, de chico junto a su familia se mudó a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires donde formó su familia y se desempeñó como viajante para la empresa Alpargatas hasta que en 1979 lo designaron gerente de ventas de la conservadora Cascabel que se había instalado en el puerto marplatense. Entonces, junto a sus hijos Marcelo y Fabián y su pareja se radicaron en la ciudad.
  
En 1982 su hijo mayor inició el Servicio Militar Obligatorio y comenzó a correr el rumor de un conflicto bélico con Gran Bretaña que preocupó al joven. Federico trató de calmarlo diciéndole que la categoría 62 no contaba con los meses de instrucción suficientes y que no serían enlistados. Por ese entonces no se imaginó lo que vendría. La categoría de su hijo fue enlistada y él, al ver que no estaba en la nómina pidió ser incluido para servir a la patria junto a sus compañeros. 

El 28 de abril el contingente de Marcelo partió rumbo a Malvinas y minutos antes de partir se despidió por teléfono de su familia, aunque no pudo hablar con su padre porque este se encontraba trabajando. Durante los dos meses que el joven permaneció en las islas intercambió cuatro cartas con su familia en las que les contaba los pormenores de la guerra.  “Nos hacía saber que estaba bien, nos contaba que pasaba hambre y frío hablaba sobre los aviones que habían podido tirar y nos hablaba de sus compañeros también”, recordó Federico en diálogo con 0223.

El 14 de junio por la tarde, al igual que el resto del país, los Planes se enteraron del final de la Guerra a mediodía y como tantos otros familiares de combatientes que no habían sido notificados de deceso respiraban aliviados hasta que, por la tarde un oficial del Ejército tocó su puerta. No hizo falta que les diga nada. Federico y Ana María entendieron de inmediato lo que ocurría: Marcelo había caído en combate.

“Fue un golpe muy duro, muy duro. Uno nunca está preparado para este tipo de cosas. No nos dijeron en ese momento cómo había muerto, nos enteramos con el tiempo”, dice tras recordar que una vez que asimiló la noticia estuvo tres días “consumido” hasta que entendió que tenía otro hijo por el que seguir, una familia, un trabajo. “Entendí que la vida sigue y que hay que convivir con el dolor”, reflexiona.

Luego del cimbronazo inicial, y el retorno de los combatientes, Federico fue  convocado por. José Gurrieri y José María del Hierro para crear el Centro de Ex Soldados Combatientes en Malvinas de Mar del Plata-Batan, idea que nació a partir de la necesidad de reunir a los ex soldados conscriptos que habían participado en las acciones bélicas del Atlántico Sur, aquellos que “desprotegidos” por el Estado Nacional y con la “gran necesidad” de atender sus dolencias, impulsando un espacio que los contuviera, los uniera y los representara. Que esta institución marplatense se volvió un emblema a nivel nacional por su funcionamiento y transparencia.

Desde entonces, la vida de “Don Federico”, como lo llaman en el Centro de ex Combatientes, tuvo otro sentido. Se convirtió en un defensor de la Causa Malvinas y se propuso que el nombre de su hijo no quede en el olvido. Allí, encontró un lugar de cobijo “con un grupo de gente maravillosa que adoptamos como hijos del corazón”.

Hasta el año 2009, Don Federico no pudo viajar a las Islas para visitar la tumba de su hijo en el Cementerio de Darwin y completar el duelo. Recién cuando se cumplieron 27 años del deceso, Federico y su esposa pudieron pisar Malvinas. “Fuimos y volvimos en el día porque sino nos teníamos que quedar una semana”, recuerda al tiempo que indica que, cuando llegó, los restos de Marcelo habían sido identificado gracias al trabajo de la Fundación No me Olvides.

Un año mas tarde, la fundación presidida por Julio Aro le extendió una invitación para dos personas para visitar las islas durante una semana y Federico no dudó  en aceptar pero, en esta oportunidad, viajó con su hijo menor. “Estuvimos una semana, recorrimos la isla y fuimos tres veces al cementerio gracias a la invitación que muy amablemente nos hizo la Fundación”, cuenta.

Si bien en más de una ocasión le propusieron traer los restos de Marcelo a Mar del Plata, Federico y su familia siempre desestimaron esa posibilidad. “El deseo de Marcelo era quedarse en la isla en caso que a él le pasara algo y entendimos que dejarlo en Darwin es una de las maneras que tenemos de respetar su voluntad”, cierra.

"Decile a papá que se sienta orgulloso que su hijo va a ir a servir a la patria", había encargado en la última comunicación telefónica con su familia Marcelo. Ahora, el municipio evalúa declarar al hombre que dedicó su vida a mantener la gesta de de Malvinas "Vecino destacado". 

Entre los considerando figuran el padrinazgo del Jardín de Infantes Municipal N° 14, ubicado en el Barrio Hipódromo bautizado con el nombre de “Soldado Marcelo Gustavo Planes” y que, de a través del cual su hijo Marcelo sigue siendo parte de la comunidad y su legado además de la participación del hombre en el film "La otra batalla" que se realizó para mantener viva la memoria y recordar a los caídos con testimonios de los ex soldados combatientes en Malvinas de Mar del Plata-Batan y familiares de los Soldados caídos.