Nomofobia: la delgada línea entre conectividad y adicción
Cómo los teléfonos se convirtieron en una extensión de nuestros cuerpos. ¿Te imaginás tu vida sin dispositivos tecnológicos?
Nomofobia: la delgada línea entre conectividad y adicción
Quizás te parezca un montón esto: el celular es el nuevo chupete (electrónico). Tal vez pensás que es cualquier cosa leer lo siguiente: las pantallas generan adicciones similares a las drogas. En promedio, revisamos el celular 150 veces por día. Cada encendido de la pantalla genera una descarga de dopamina similar a la que puede experimentar un fumador cada vez que prende un cigarrillo. Cuando necesitamos cada vez más dopamina para experimentar la misma satisfacción y por otro lado estamos cada vez más tiempo conectados
El problema es que necesitamos cada vez más dopamina, más satisfacción, igual a más tiempo conectados. Esa cuenta multiplica los riesgos de encontrar como resultado a una adicción: la nomofobia. Es el miedo o la ansiedad a estar sin el teléfono móvil o no poder usarlo. Puede afectar tanto a adultos como a niños.
La dependencia en relación al uso del celular puede manifestarse en una compulsión por estar siempre conectados, una necesidad de recibir constantemente dopamina a través de likes o mensajes y, finalmente, impactando negativamente en nuestras relaciones y responsabilidades. Fundamentalmente en el vínculo con uno mismo. Síntomas de ansiedad, intolerancia, mal humor, desgano, bronca. Todo ya. Todo ahora. Sino no sirve. Sino no sirvo.
Recomendaciones para bajar la ansiedad y el estrés
La decisión lógica frente a los alertas que pueden derivar en la nomofobia es bajar un cambio. Respirar, relajar, reflexionar. Dedicarle tiempo a leer, hacer ejercicio, disfrutar de la naturaleza y dar prioridad a las interacciones cara a cara. Está claro que los dispositivos ayudan a la conectividad, al trabajo y son necesarios para comunicarse. Ante eso, no darles la prioridad absoluta en nuestras vidas. Desactivar las notificaciones, establecer espacios y horarios en casa donde la presencia de la tecnología esté limitada, son estrategias válidas.
En momentos donde la carga emocional y de estrés, por trabajo, vínculos o sobre información está ligada al teléfono, es necesario un detox. Nada de celu o compu durante un día, una semana, o cuando estés de vacaciones. Vivimos en un mondo con presencia y demanda digital. Pero hay demasiadas cosas para disfrutar del planeta que no tienen que ver con eso. Equilibrio.
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