Nomofobia: la delgada línea entre conectividad y adicción

Cómo los teléfonos se convirtieron en una extensión de nuestros cuerpos. ¿Te imaginás tu vida sin dispositivos tecnológicos?

Nomofobia: la delgada línea entre conectividad y adicción

Por Redacción Ver Para Saber

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1 de Agosto de 2024 19:19

Quizás te parezca un montón esto: el celular es el nuevo chupete (electrónico). Tal vez pensás que es cualquier cosa leer lo siguiente: las pantallas generan adicciones similares a las drogas. En promedio, revisamos el celular 150 veces por día. Cada encendido de la pantalla genera una descarga de dopamina similar a la que puede experimentar un fumador cada vez que prende un cigarrillo. Cuando necesitamos cada vez más dopamina para experimentar la misma satisfacción y por otro lado estamos cada vez más tiempo conectados

El problema es que necesitamos cada vez más dopamina, más satisfacción, igual a más tiempo conectados. Esa cuenta multiplica los riesgos de encontrar como resultado a una adicción: la nomofobia. Es el miedo o la ansiedad a estar sin el teléfono móvil o no poder usarlo. Puede afectar tanto a adultos como a niños.

 

La dependencia en relación al uso del celular puede manifestarse en una compulsión por estar siempre conectados, una necesidad de recibir constantemente dopamina a través de likes o mensajes y, finalmente, impactando negativamente en nuestras relaciones y responsabilidades. Fundamentalmente en el vínculo con uno mismo. Síntomas de ansiedad, intolerancia, mal humor, desgano, bronca. Todo ya. Todo ahora. Sino no sirve. Sino no sirvo.

Cada encendido de la pantalla genera una descarga de dopamina
El uso compulsivo del celular despierta síntomas de ansiedad.

Recomendaciones para bajar la ansiedad y el estrés

La decisión lógica frente a los alertas que pueden derivar en la nomofobia es bajar un cambio. Respirar, relajar, reflexionar. Dedicarle tiempo a leer, hacer ejercicio, disfrutar de la naturaleza y dar prioridad a las interacciones cara a cara. Está claro que los dispositivos ayudan a la conectividad, al trabajo y son necesarios para comunicarse. Ante eso, no darles la prioridad absoluta en nuestras vidas. Desactivar las notificaciones, establecer espacios y horarios en casa donde la presencia de la tecnología esté limitada, son estrategias válidas.

Ejercicios físicos y mentales también puede contribuir.

En momentos donde la carga emocional y de estrés, por trabajo, vínculos o sobre información está ligada al teléfono, es necesario un detox. Nada de celu o compu durante un día, una semana, o cuando estés de vacaciones. Vivimos en un mondo con presencia y demanda digital. Pero hay demasiadas cosas para disfrutar del planeta que no tienen que ver con eso. Equilibrio.

Dedicarle tiempo a la lectura ayuda a reducir la ansiedad.