Brutal agresión en un partido de fútbol amateur terminó con una grave lesión y una operación millonaria

La situación es inentendible. Una discusión cualquiera en un partido de fútbol amateur, dichos de un lado y del otro hasta que uno, sin que nadie lo esperara, avanza y mete una piña de nockout que termina generando una lesión de mucha gravedad. Esto sucedió en Olavarría y el jugador agredido busca recaudar dinero para someterse rápidamente a una cirugía por una doble fractura de maxilar con desplazamiento mandíbula.

Todo se desarrollaba con normalidad en la cancha de Embajadores, por el torneo de verano de Colonias y Cerros para mayores de 35 años, en Olavarría. Después de una jugada, Diego Barzola y Alejandro Pérez se quedan discutiendo y vuelven caminando por un costado de la cancha con otro futbolista separando. Cuando parecía que la situación terminaba y Barzola bajó la cabeza, Pérez se despegó y aplicó un derechazo letal que terminó con el agredido en el piso.

Los compañeros de Barzola se acercaron rápidamente y, lo que suele decantar en una batalla campal, no pasó al ver la gravedad de la lesión del jugador caído que tenía toda la mandíbula rota y mucha sangre. Debido a este hecho, se realizó una denuncia penal sobre el agresor y el organizador del certamen.

Mientras tanto, Diego Barzola avanzó para poder realizarse una operación de manera urgente para evitar que se suelden los huesos y le queden fuera de lugar. El problema es el costo. Si bien Pérez se puso a disposición, no cuenta con los recursos para hacerse cargo de los gastos, por lo que mientras la causa sigue su curso, los amigos de Barzola y compañeros de equipo lanzaron una campaña solidaria para conseguir el dinero y que la cirugía se realice lo antes posible para evitar mayores inconvenientes. 

En diálogo con el portal Emblema Deportivo de aquella ciudad, la víctima contó que "tuve un día bastante jodido con mucho dolor.  Estoy esperando el presupuesto completo para hablar con los responsables y ver en que pueden colaborar, es una operación muy costosa y la obra social no cubre las placas de titanio porque son importadas. El agresor se comunicó conmigo y  se puso a disposición. Estamos todos en la misma sintonía para que me opere lo antes posible porque no tengo mucho tiempo". Además, expresó que "por el momento  estoy a licuado,  sopa y helado batido nada más".