Terrible denuncia de torturas de un trabajador rural: "Me sacaron la oreja con los dientes"

El joven de 20 años denunció los graves maltratos y amenazas sufridas. Cómo fueron los hechos.

El joven de 20 años trabajaba en el campo donde sucedieron los hechos.

1 de Noviembre de 2025 10:55

Por Redacción 0223

PARA 0223

Continúa la consternación luego de conocerse la denuncia de un joven trabajador rural de 20 años, identificado como Agustín F., quien acusó a sus dos patrones de someterlo a una brutal sesión de torturas, amenazas y golpes en una estancia ubicada sobre la Ruta Nacional N°7.

El hecho sucedió en la localidad de Vedia donde un supuesto robo habría sido el desencadenante del violento episodio ocurrido el último 30 de septiembre en una casilla del predio.

"Me sacaron la oreja con los dientes", denunció un trabajador rural

De acuerdo al relato del denunciante, esa tarde se encontraba compartiendo unos mates junto a sus dos empleadores cuando, repentinamente, lo atacaron y lo tiraron al piso.

“Yo les dije que nunca había robado nada y me empezaron a pegar”, contó Agustín F., en una entrevista con Distrito Interior Te Vé. El calvario recién empezaba.

En otro momento, lo sacaron afuera de la casilla y lo inmovilizaron con precintos plásticos, para que no pudiera defenderse. “Me ataron y me sacaron la oreja con los dientes”, relató el joven, que sufrió una mutilación parcial del tejido.

Después, los agresores siguieron golpeándolo con un fierro macizo, un elemento que usaban en el campo para atar animales, provocándole severas lesiones en las rodillas y otras partes del cuerpo.

En medio de la golpiza, uno de los patrones tomó una carabina negra y se la apoyó en la cabeza a Agustín. En tanto, el otro acusado le mostró una jeringa con un líquido gris y le advirtió: “Esto te va a detener el corazón”. Después, le dio una patada brutal en el cuello y la tráquea.

También le advirtieron que lo iban a meter en una lata de 200 litros con cal viva para hacerlo desaparecer y que, si su familia preguntaba, iban a decir que se había ido a Córdoba.

Finalmente, después de casi una hora y media de tortura y amenazas, lo subieron a la parte de atrás de una camioneta y lo llevaron de vuelta a su casa en Junín, como si nada hubiera pasado. Tan solo le dieron dos pastillas de diclofenac, y una escalofriante advertencia.

“No se te ocurra decir nada en el hospital ni en la comisaría, porque te vamos a matar a vos y a tu familia”, recordó la víctima.

A pesar del miedo, Agustín decidió denunciar lo ocurrido. En los días siguientes, se sintió perseguido y logró una restricción de acercamiento contra los acusados. Con el correr de las horas, el informe médico respaldó su relato y fue contundente: fractura de las paredes del seno maxilar, compromiso de partes blandas de la cara, tabique nasal quebrado y desplazado.

En principio, la causa fue caratulada por la ayudantía fiscal de Vedia como “privación ilegal de la libertad, lesiones y coacción agravada”. Los letrados buscan agravar los cargos y que los acusados sean imputados por intento de homicidio.