Tiró un alambrado y amenazó con matarle los caballos: confirmaron una pena de ejecución condicional

Apenas dos meses después de que la Justicia Correccional condenara a un hombre a un año y seis meses de prisión de ejecución condicional por un conflicto vecinal que incluyó el derribo de alambrados y la amenaza de matarle los caballos a la otra parte, la Cámara de Apelación y Garantías confirmó la resolución aunque revocó una de las reglas de conducta impuestas.

Los jueces Pablo Poggetto y Alfredo Deleonardi confirmaron la sentencia dictada por el Juez en lo Correccional Jorge Luis Rodríguez que condenó a Roberto Martino como autor penalmente responsable del delito de Turbación de la posesión. También validaron que para el mantenimiento de la modalidad suspensiva de la pena debía fijar domicilio, someterse al contralor del Patronato de Liberados y abstenerse de cualquier tipo de contacto por cualquier medio con las víctimas del hecho.

La única pauta que revocó la Sala III como regla para el mantenimiento de la condicionalidad fue la orden de rellenarla excavación que posee en su terreno hasta el nivel del fundo lindante en posesión de los denunciantes. “La medida se mantiene, pero como medida tendiente a hacer cesar los efectos del delito y restituir las cosas al estado anterior a la comisión del delito”, señalaron.

Tal como informó en su momento 0223, el conflicto que fue escalando en la zona norte de la ciudad incluyó discusiones, amenazas, roturas de alambrados y otras circunstancias que llegaron a su punto máximo el 27 de mayo de 2021. Ese día, en el fondo del lote ubicado donde termina la calla Bernardo Houssay, Martino amenazó a una instructora de equitación que estaba junto a un hombre reparando el alambrado que delimita su terreno y el de la denunciante.

En ese momento dijo que iba a arrancar ese alambre y matar a los caballos que allí se encontraban. Cuando la dueña del terreno se acercó, le dijo que voltearía el alambrado y colocaría una casilla en el interior del inmueble por lo que las denunciantes tuvieron que contratar un sereno e incluso –ante el temor por la suerte de los caballos- algunas personas dejaron de concurrir al lugar.

En esa sentencia se descartaron cuestiones eximentes de la responsabilidad penal y consideraron atenuante la falta de antecedentes penales. En cuanto a los agravantes se tuvo en cuenta la extensión del daño causado y la situación de mayor vulnerabilidad de quienes fueran objeto de amenazas por parte del imputado, así como su conducta posterior al hecho, consistente en la ampliación de la excavación en su terreno hasta el límite.