La caravana solidaria de un grupo de amigos marplatenses por Bahía Blanca

Una misión encabezada por un grupo de amigos que se conocieron en la escuela primaria hasta que el destino volvió a reunir, esta vez junto a sus parejas: Marito y Romina, Leandro y Marita, y Gustavo y Mariel.

La caravana solidaria de un grupo de amigos marplatenses por Bahía Blanca

23 de Marzo de 2025 18:29

Por Redacción 0223

PARA 0223

Por Andrés Cardozo

Romina y Marito, dueños de un autoservicio, idearon entre ambos una forma de ayudar a los damnificados por el desastroso temporal en Bahía Blanca. Agregaron una cúpula a su Ford Ranger, pegaron carteles en su negocio para que los clientes conocieran la iniciativa y acerquen sus donaciones y, como es lógico y dictan nuestros tiempos, difundieron la campaña a través de redes sociales.

Al par de impulsores del barrio San Cayetano se le sumaron dos parejas amigas que tuvieron un rol protagónico: Leandro y Marita de Peralta Ramos Oeste y Gustavo y Mariel, vecinos de Parque Camet. Todos conocidos de la Escuela Primaria N°56 de El Gaucho, quienes con el correr de los años se reencontraron y forjaron un lazo inquebrantable.

“Se les ocurrió a ellos, me lo comentó, no dudé y le dije “¡Vamos!”. Mi amigo tiene un almacén y, sumado a lo que podía aportar por ese medio, nos enroscamos en pedirle a nuestra gente conocida”, describe Leandro sobre el origen de la iniciativa a la que sumó su auto Volkswagen.

La camioneta salió repleta de artículos de limpieza, alimentos, abrigo y elementos de primeros auxilios, mientras que el automóvil fue cargado mayoritariamente con ropa, que es, posiblemente, la donación más al alcance que encontraron los argentinos para aportar su granito de arena en las diferentes colectas.

Marito descargando botellas de agua de su Ford Ranger.

Todo fue posible gracias a seis amigos sin experiencia previa en este tipo de acciones solidarias quienes se dedicaron a recolectar donaciones durante más de una semana antes de emprender su travesía hacia el sur bonaerense.

Al llegar allí, se encontraron “un montón de gente súper noble y sincera que, a pesar de la situación, nunca intentaron sacar ventaja pidiendo cosas de más”, en una experiencia que tocó las fibras más íntimas ante el agradecimiento constante en cada entrega.

Abocados a repartir en aquellas zonas de la ciudad donde aún no llegaba un volumen de donaciones suficiente para solventar las necesidades más urgentes de los vecinos, decidieron instalarse en uno de esos puntos y comenzar a ayudar a quienes más lo necesitaban.

Los vecinos rápidamente se acercaron a pedir donaciones.

“Nos paramos en una esquina, bajamos los caballetes, los tablones y empezamos a repartir a los que más necesitaban. También repartimos viandas a pedido de un club que nos consultó si podíamos ayudarlos con nuestros vehículos. Todo fue muy lindo”, relata Romina, una de las impulsoras de la caravana solidaria.

Tan improvisado como noble, este acto protagonizado por un puñado de amigos marplatenses es solo una de las muchas historias solidarias que han surgido en las últimas semanas a lo largo y ancho de toda la Argentina con el único objetivo de ayudar a un pueblo diezmado. Involuntariamente, se convirtió en una fehaciente muestra de lo que la unión y el compromiso son capaces de lograr para socorrer a un par en tiempos de apuro.