El marplatense que guarda en la memoria y en su sangre azul y oro la fundación de Boca Juniors

Los abuelos de Marcelo Farenga fundaron el club de la Ribera hace 120 años en el barrio de La Boca. Las historias del club que escuchó en cientos de charlas familiares y pasaron de generación en generación. 

Los abuelos de Marcelo Farenga fundaron el club de la Ribera hace 120 años en el barrio de La Boca.

6 de Abril de 2025 12:24

Hace 120 años, cinco jóvenes del barrio de La Boca tuvieron la idea de fundar un club de fútbol. No era algo tan raro en aquella época, ya que a comienzos del siglo 20 se fundaron la gran mayoría de los clubes de fútbol de Argentina. Lo que sí es particular, raro, y que seguro ellos no imaginaron, es que con el tiempo se iba a transformar en uno de los clubes más importantes del país y del mundo.

Boca Juniors, hoy conocido en todo el globo, tuvo un inicio muy humilde en un barrio de trabajadores en donde la mayoría eran italianos o descendientes de italianos, y en particular de una región del norte, bañada por las aguas del Mar Mediterráneo: Génova, de ahí lo de Xeneize, que en el dialecto local significa genovés.

Los fundadores fueron cinco jóvenes: Esteban Baglietto, Alfredo Scarpatti, Santiago Sana y los hermanos Teodoro y Juan Antonio Farenga. Los hermanos Farenga tenían más hermanos, y al igual que ellos y el resto de la familia, todos estarían involucrados en esos primeros años de vida de Boca.

Otro de los Farenga era José María, quien tuvo el privilegio de haber jugado el primer partido de la historia y encima marcar un gol, el tercero en la goleada 4 a 0 a Mariano Moreno, en la primera cancha, en Dársena Sud. Su hermano, Juan Antonio, marcó dos, y Santiago Sana el restante para cerrar el score.

José María Farenga

Marcelo Farenga es hijo de Augusto Farenga y nieto de José María Farenga. Marcelo es marplatense, jubilado docente de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, en donde daba Cartografía. También es músico, y en su momento integró el reconocido dúo Milano-Farenga. “Mi abuelo estaba ahí con sus hermanos cuando se fundó Boca Juniors, pero por alguna razón no fue del grupo de los fundadores”, señaló en diálogo con 0223. “Estuvo durante la construcción de la Bombonera”, recordó a su abuelo.

Marcelo Farenga

 

La primera camiseta de Boca

Manuela Farenga, la hermana de los fundadores de Boca, cuyo rol no fue para nada secundario, “se encargaba de que todos los pibes fueran al colegio y era muy recta, yo la recuerdo, era flaca, era una mujer muy mayor, vestida muy elegante”, cuenta Marcelo.

Manuela Farenga

La primera camiseta de Boca la terminó de definir ella, una camiseta blanca y para distinguirla de otros equipos, le pusieron tres bastones, tres tiras de tela negra, en vertical, de un vestido de luto de Manuela, que sería semejante a lo que hoy es la camiseta de Juventus”, contó Marcelo, algo que viene escuchando en su familia de generación en generación.

Al poco tiempo, pasó por debajo del puente de La Boca el Drottning Sophia, un barco sueco del que se supone provienen los colores del Xeneize. Juan Brichetto, trabajador portuario en el puente por donde pasaban los vapores y presidente del club en 1907, fue el que propuso adoptar los colores del primer barco al que diera paso, cuya bandera era la de Suecia.

Un sueño colectivo

Si bien el abuelo de Marcelo no formó parte del quinteto que la tarde del 3 de abril de 1905 en un banco de la Plaza Solís tuvo un sueño, toda la familia Farenga formó parte del génesis boquense. “No fue hace 500 o 300 años, todavía está muy fresco todo, estos tipos lo hicieron con la pasión del laburo, del inmigrante, aunque ellos ya eran argentinos, hicieron el club, y lo hicieron de la nada, es como una epopeya esto, ni se imaginaban tampoco obviamente en que iba a terminar, y ‘terminar’ es una manera de decir, porque no termina la historia”, indicó.

“Fueron los cinco, que ya implica un proceso participativo, no es que fue sólo un fundador, fueron ‘los fundadores’, un hecho colectivo, que eso es lo que está faltando muchas veces ahora, juntarnos para hacer un hecho, eso fue un pensar, sentir que era necesario, y después la voluntad que tuvieron, porque pensar y sentir podemos hacerlo mucho, pero después hay que accionar”, reflexionó Marcelo. Luego de Plaza Solís, las reuniones se empezaron a hacer en la casa de los Farenga, bisabuelos de Marcelo.

Marcelo Farenga en su trabajo, siempre cerca de la de Boca

 

Sin privilegios

Se podría pensar que un familiar directo de los fundadores de Boca Juniors tiene acceso ilimitado a la Bombonera o a cualquiera de los escenarios del club. Sin embargo, ni Marcelo ni su hijo tienen acceso diferenciado. De hecho, ni siquiera es socio activo y fue por primera vez a la Bombonera en su adolescencia: “Habré ido, ponele, a los 16, hace unos 50 años, sino siempre por radio, escuchaba los partidos con una Noblex ‘Carina’, al gordo José María Muñoz, o a Fioravanti”, sostuvo.

Nunca tuvimos platea ni nada por ser Farenga, distinto mis abuelos, supongo que sí, era otra época y no necesitaban algún pase especial, era portación de cara y todo el mundo los conocía en La Boca. Después de la cancha iban a comer pizza y ahí tampoco les cobraban, los conocía todo el mundo”. Para los primeros 20 años de existencia, Boca ya era el club más popular luego de haber sido el primero del país en viajar a Europa. A los 35 años de fundado el club se inauguró la Bombonera, que los Farenga vieron cómo se elevaba día a día.

-¿Es especial para vos ser descendiente de los fundadores?

-“Yo no creo que pueda sentir más a Boca que vos, ni que mi hijo, ni que nadie, porque eso es así, Boca no le pertenece a mi familia y nunca fue así, esto es Boca, y Boca es de todos. Ya no es más de los fundadores, es de todo el mundo. Siempre Boca fue garra, y pasión popular”, concluyó Marcelo Farenga.