Barcelona lo formó, Messi fue su compañero y Guardiola su DT: hoy vive lejos del fútbol

Adrià Carmona tenía todo para triunfar en el fútbol. Forjado en La Masía, la prestigiosa cantera del FC Barcelona, compartió vestuario con leyendas como Lionel Messi, Xavi Hernández y Andrés Iniesta, y fue dirigido por Pep Guardiola. Su talento lo llevó a ser convocado por la Selección Española Sub-17 a los 15 años, y todo indicaba que sería una de las próximas figuras del fútbol español.

Sin embargo, lo que parecía una carrera destinada al éxito comenzó a desdibujarse. Tras brillar en la Champions League juvenil en 2008, Carmona empezó a sufrir la presión del entorno y la frustración por no encontrar espacio en el primer equipo culé. Esa combinación lo empujó a buscar una oportunidad en el extranjero, más precisamente en el AC Milan.

El fútbol italiano no fue lo que esperaba. En un Milan repleto de figuras y con un ritmo distinto, Carmona no logró adaptarse ni desplegar su mejor versión. Su travesía continuó con pasos por Real Zaragoza, Girona, Albacete y otros clubes españoles, pero su rendimiento nunca alcanzó las expectativas que había generado en sus inicios.

Su último club fue el Delhi Dynamos, en la Superliga de India. Allí, lejos de los focos europeos, Carmona tuvo tiempo para reflexionar. Aunque todavía era joven, comenzó a sentir un fuerte desapego por el fútbol profesional. A los 28 años, decidió colgar las botas definitivamente, convencido de que había perdido la pasión por el deporte que un día le dio todo.

Durante su etapa final como futbolista, Carmona se interesó por la salud mental y el desarrollo personal, un campo que le ofreció las respuestas que buscaba. Tras retirarse, se formó como coach emocional, con el objetivo de ayudar a jóvenes futbolistas que, como él, atraviesan crisis internas en medio de sus carreras.

Hoy, lejos del césped pero cerca del deporte, Adrià Carmona dedica su vida a acompañar a los que aún están en el camino. Su historia es la de un talento que no se rindió, sino que decidió cambiar de rumbo para reencontrarse consigo mismo. Una figura moldeada por el Barça, que hoy inspira desde otro lugar.