Atropelló y mató a su novio "sin querer", le dieron domiciliaria y ahora atacó a golpes a su nuevo marido

La acusada había sido condenada a tres años y nueve meses de prisión en 2018.

La joven había pasado por encima con su auto a su anterior pareja.

25 de Julio de 2025 10:23

Por Redacción 0223

PARA 0223

Julieta Silva, la mujer que fue condenada a tres años y nueve meses de prisión en 2018 por haber atropellado y matado a su novio, fue detenida nuevamente tras haber sido acusada de haber golpeado a su actual marido. La mujer fue imputada por el delito de lesiones leves agravadas por el vínculo y, según indicaron desde la fiscalía que investiga el caso, tras tomar las primeras medidas de prueba, se solicitó que quede detenida con prisión domiciliaria.

La investigación comenzó luego de que la pareja de la agresora, con quien está casada y tiene una hija de un año, realizara una denuncia por agresiones. En cuanto las fuerzas de seguridad arribaron a la casa del matrimonio, los agentes pudieron comprobar las lesiones en el cuerpo del denunciante. De esta manera, se ordenó una medida de prohibición de acercamiento a la atacante, mientras avanzaban las primeras pericias con la toma de testimonios.

A su vez, la sospechosa realizó una presentación en la Unidad Fiscal de Género, la cual fue sumada a la investigación en curso. Sin embargo, su derrotero era mucho más extenso: en la madrugada del 9 de septiembre de 2017, Genaro Fortunato murió a la salida del boliche “La Mona” de San Rafael, en Mendoza. En ese lugar, había discutido con Silva, su entonces novia, quien al salir se subió a su auto y él intentó impedir que se fuera.

De acuerdo al testimonio de un cuidacoches que se encontraba en la zona, el joven se puso delante del vehículo y hasta intentó subirse al capot con tal de detenerla. En ese momento, la chica arrancó el coche y lo atropelló sin miramientos. Luego, dio un giro en U y volvió a pasarle por encima, cuando ya estaba en el piso.

En su declaración, ella afirmó no haberlo visto porque estaba “muy oscuro, llovía y no tenía puestos los anteojos”. A su vez, remarcó que creyó que había "pisado un pozo" y por eso continuó su marcha. "Me bajé con la llave del auto en la mano, lo vi en el piso a la derecha. No podía entender cómo estaba ahí. Volví al auto y llamé al 911. No entendía nada”, sostuvo en el juicio.

Para el Tribunal, la mujer atropelló al joven, pero lo hizo sin intención de matarlo. En la última jornada del litigio, Silva se negó a hacer uso de sus últimas palabras. En su lugar, fue Graciela Linares, la mamá de la víctima, quien sí habló y se dirigió directo a la acusada: “¿Por qué, Julieta? Genaro te quería mucho".