Tras el éxito del streaming, cómo analizarán los hallazgos del Cañón Mar del Plata
El equipo de investigadores eligió esa zona por su alta biodiversidad y complejidad geológica. Fueron descubiertas más de 40 nuevas especies.
Por Redacción 0223
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El Cañón Mar del Plata fue el escenario elegido por un equipo de científicos argentinos para llevar adelante una campaña inédita de exploración marina, que permitió identificar más de 40 nuevas especies en aguas profundas del Atlántico sur. Los investigadores explicaron que esta área fue seleccionada por su complejidad estructural y porque los cañones submarinos son considerados puntos críticos de biodiversidad.
Entre los hallazgos, se destacaron corales duros y blandos a más de 1.000 metros de profundidad, campos de anémonas, erizos, gusanos planos sin registros previos en la región, caracoles y una sorprendente esponja carnívora que los investigadores compararon con una lámpara de xenón. También se registró la presencia de un pulpo telescopio, especie poco frecuente en los mares del sur.
Las muestras recolectadas fueron trasladadas al Museo Argentino de Ciencias Naturales (Macn), donde se inició un largo proceso de clasificación que podría llevar años. “Algunas especies demandarán hasta una década de trabajo para ser descritas, porque requieren comparaciones globales y estudios moleculares”, explicó el jefe científico de la expedición, Daniel Lauretta.
El éxito de la misión fue posible gracias al uso del vehículo operado remotamente (ROV) SuBastian, perteneciente al Schmidt Ocean Institute. Este robot submarino permitió filmar en ultra alta definición a casi 4.000 metros de profundidad y recolectar ejemplares sin alterar el entorno. Para los investigadores, se trató de una experiencia inédita que abrió una ventana hacia un ecosistema casi desconocido.
La expedición duró tres semanas y logró una repercusión inédita: más de 18 millones de personas siguieron las transmisiones en vivo. Cada inmersión del ROV alcanzó un promedio de 500.000 espectadores, muy por encima de los niveles habituales en campañas similares de otros países.
El impacto trascendió lo científico y despertó entusiasmo en la sociedad: niños y jóvenes enviaron dibujos, mensajes y consultas a los investigadores. “Muchos estudiantes nos contaron que ahora sueñan con ser biólogos marinos”, relató Lauretta, quien destacó el efecto inspirador de la experiencia.
El proyecto reunió a más de 30 especialistas de distintas instituciones del Conicet, el Macn y universidades nacionales, junto con el apoyo de organismos internacionales y de la Cancillería argentina. Para el director del Macn, Luis Cappozzo, el valor del trabajo estuvo en “articular a varias generaciones de científicos en torno al estudio del océano profundo argentino”.
Los datos obtenidos permitirán evaluar qué áreas del Mar Argentino cumplen con los criterios internacionales para ser consideradas ecosistemas marinos vulnerables, un insumo clave para avanzar en propuestas de conservación y estudios de impacto ambiental frente a las actividades humanas.
“Los cañones submarinos son laboratorios naturales excepcionales”, resumió Lauretta. “Cuanto más investiguemos estas zonas, más especies nuevas vamos a encontrar. Y cuanto mejor conozcamos su biodiversidad, más herramientas tendremos para proteger nuestro mar y planificar su uso sostenible en el futuro”.
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