Macabro: la acusó de una infidelidad después de separarse y la asesinó de 33 puñaladas

El único acusado por el femicidio será juzgado por un Tribunal Oral.

El agresor intentó suicidarse luego de cometer el femicidio.

1 de Septiembre de 2025 11:13

Por Redacción 0223

PARA 0223

La localidad bonaerense San Andrés de Giles nunca volvió a ser el mismo después del recordado femicidio de las 33 puñaladas, que hoy comenzará su capítulo final con el arranque del juicio oral contra el único único acusado. La causa será analizada por el Tribunal Oral en lo Criminal N°4 de Mercedes en base a un “homicidio doblemente calificado por ser cometido contra la cónyuge y por ser realizado por un hombre contra una mujer mediando violencia de género”. 

La única condena posible para Luis Giunta Goyeneche, exesposo y padre de los hijos de la víctima, identificada como Cintia Cerrudo, es la prisión perpetua. El caso ocurrió durante la mañana del 8 de enero de 2022, cuando la joven fue asesinada en su propia vivienda. Thiago y Leonardo, los hijos de ambos, escuchaban los gritos desde una habitación.

Si bien los días anteriores el sujeto se había ido de la casa que compartían, aquella jornada cayó por sorpresa, ya que sabía que la mujer de la que se estaba separando solía compartir las mañanas con su mamá. De hecho, la víctima recibió un mensaje que rezaba: “Quiero hablar con vos, salí al pasillo”. Allí, el individuo le achacó una presunta infidelidad a raíz de un supuesto audio que le había enviado su propio hermano.

"¿No te das cuenta de que él es un gorro de lana? Lo único que hace es calentarte la cabeza. Ya somos grandes", le contestó ella antes de darse vuelta y meterse nuevamente en el pasillo. Según los investigadores, el acusado la tomó de atrás, sacó un cuchillo y comenzó a apuñalarla. La mayoría de las heridas fueron en el pecho y el cuello, aunque también sufrió cortes en las manos y los antebrazos en el intento de defenderse.

La autopsia indicó que la causa del fallecimiento fue un paro cardiorrespiratorio como consecuencia de la cantidad de sangre que perdió la chica. El sospechoso, por lo pronto, está detenido desde el primer día: luego del ataque, corrió unos metros y se metió adentro de un vacunatorio. “Déjenme que me mato solo”, decía Giunta mientras se hacía cortes con el arma homicida. Las heridas fueron superficiales y, minutos después, la Policía lo detuvo.