Fútbol y sorpresas: el exgoleador marplatense que dejó la pelota para abrir una pizzería
De brillar en México a reinventarse en la gastronomía: la increíble historia de un atacante nacido en "La Feliz".
Por Redacción 0223
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El fútbol argentino tiene muchos casos de jugadores que brillaron más en el exterior que en su tierra natal, y Matías Vuoso es uno de ellos. Nacido en Mar del Plata y formado en Banfield, el delantero tuvo un paso fugaz por Independiente antes de dar un salto inesperado a Europa. Su llegada al Manchester City prometía mucho, pero su estadía en la Premier League fue breve y sin mayor trascendencia.
La historia de Vuoso cambió radicalmente en México, donde encontró su mejor versión como goleador. En Santos Laguna se transformó en ídolo y máximo artillero de la liga, lo que le abrió las puertas de equipos como América, Atlas, Cruz Azul, Chiapas y Correcaminos. Fue en tierras aztecas donde se nacionalizó mexicano, al punto de representar a esa selección en las Eliminatorias rumbo a Sudáfrica 2010 y en la Copa América 2015.
Su carrera profesional se cerró en Argentina en 2016, cuando vistió la camiseta de Talleres de Córdoba. En total, acumuló 188 goles en 571 partidos, una cifra que habla de su olfato goleador. Sin embargo, tras colgar los botines, la vida de Vuoso tomó un giro inesperado y muy lejos de los reflectores del fútbol internacional.
Tras un breve paso por el showbol con el Barracudas F.C., el exdelantero decidió apostar a un viejo sueño personal: la gastronomía. Fue así como abrió Emilianos Pizzas y Ensaladas, un emprendimiento que combina tradición italiana con toques modernos y que rápidamente se convirtió en un proyecto de vida que disfruta junto a su familia.
El cambio de rumbo le permitió encontrar un nuevo equilibrio. Lejos de la presión de los estadios y los entrenamientos, Vuoso asegura que la gastronomía le brinda un estilo de vida más tranquilo y relajado, pero igual de apasionante. Su rol como emprendedor lo mantiene conectado con la gente, esta vez no desde una tribuna, sino detrás del mostrador de su propio local.
La historia de Matías Vuoso demuestra que el fútbol puede ser una gran plataforma, pero no necesariamente el final del camino. De los goles en México a las pizzas en Argentina, su recorrido es un ejemplo de reinvención personal y profesional, donde la pasión y el esfuerzo se mantienen intactos, aunque el escenario ya no sea un estadio, sino una cocina.
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