Diez días y diez millones: el misterio del abogado baleado

Carlos Castillo fue atacado en su oficina el 15 de junio. Sigue internado en estado reservado. Una historia con falta de testigos, reuniones inconclusas y una sucesión millonaria.

Las imágenes de las cámaras de la zona no aportaron datos de interés.

26 de Junio de 2015 08:35

Por Redacción 0223

PARA 0223

Mientras el abogado Carlos Castillo sigue internado en estado reservado, los investigadores del ataque que sufrió en el interior de su oficina intentan salir del laberinto en que están por la falta de testigos presenciales y de imágenes que permitan identificar al autor del hecho. Para que el misterio sea aún mayor, en las últimas horas se conoció que el profesional estaba realizando un trámite sucesorio por un monto cercano a los diez millones de dólares.

El profesional fue baleado por una persona que entró al estudio que ocupa en Alvarado al 1100. Según un allegado a la causa, en el lugar se produjo una especie de cacería, ya que Castillo intentó esconderse en el baño pero fue alcanzado por el agresor. Puerta de por medio, el atacante rompió un vidrio, efectuó un disparo y salió corriendo del lugar.

Castillo fue trasladado de inmediato al Hospital Privado de Comunidad porque el balazo ingresó y salió por el antebrazo. Más allá que se había indicado que su estado era estable, trascendió que en las últimas horas se agravó su condición de salud y que se encuentra intubado. Este desmejoramiento impidió que pudiera declarar ante el fiscal Eduardo Amavet.

Si bien desde un comienzo los investigadores relacionaron el ataque a alguna cuestión que el profesional llevaba adelante, no imaginaron que el día del ataque hubo una reunión en ese despacho por una causa que estaba llegando a su fin. Castillo estaba por finalizar un trámite sucesorio por unos campos y lotes en el interior de la provincia de Buenos Aires por más de diez millones de dólares.

En el marco del hermetismo y desconcierto reinante, las fuentes consultadas por 0223 reconocieron que a la falta de declaración de la víctima, se suma que las imágenes de las cámaras de la zona no aportaron ningún dato de interés. “No había cámaras municipales y la de los locales comerciales no tomaron el momento del ingreso ni la salida del agresor”, confiaron.

Aunque la cliente que se retiró de la oficina minutos antes del intento de homicidio está identificada, por el momento no prestó declaración indagatoria. Para los investigadores es importante confirmar en primer lugar el estado en que estaba el trámite sucesorio que Castillo estaba por finalizar.