Playas: “No se pueden fijar espacios de sombras a 30 años con la dinámica del mar”

La ONG “En defensa de las playas públicas” respondió al presidente de la cámara de balnearios. “Las obras de refulado costarían millones y serían pagadas por el Estado, es decir por nosotros, pero para beneficio de los privados. Acá no falta arena, sobran carpas", disparó. 

12 de Septiembre de 2016 08:17

Por Redacción 0223

PARA 0223

En discrepancia con la postura planteada por la Cámara de Empresarios de Balnearios (Cebra), desde la ONG “En defensa de las playas públicas” se manifestaron respecto al reclamo de los privados sobre la falta de obras de refulado y desmitificaron los argumentos del presidente de la entidad, Pablo Pilaftsidis, respecto a la polémica que estalla cada verano por la falta de espacio frente al mar.

En conversación con 0223, Mariano, integrante de la organización que difundió semanas atrás los porcentajes de usufructo de Cebra sobre las playas del norte marplatense, explicó: “La gente que no está metida en el tema del refulado, debe recordar que se hizo uno en el 98, que supuestamente funcionó. Sin embargo, esas obras tienen dos desventajas: aquel año, más allá de la solución que fue momentánea, como los sedimentos no estuvieron depositados naturalmente, las primeras sudestadas se llevaron la mayor cantidad de arena depositada. El trabajo sirvió hasta el 2000, 2001. Es decir que, por otro lado, si no se hace una mantención del refulado, no sirve. Al ser una obra millonaria, ahora se puede decir que no tuvo sentido. En esa época, con el 1 a 1, se pudo hacer, imaginemos lo que sería hacer algo así ahora. La ciudad tiene otras prioridades”, razonó de movida.

Además, desde la ONG recalcaron un tema por cierto no menor: “Cuando se hizo el último dragado del puerto, no se hizo el refulado por todo lo que costaba, incluida la extensión de las cañerías necesarias. La obra le costaría millones de pesos al Estado, que en definitiva es nuestro dinero, pero para defender a intereses privados”, entendió.

Sobre el futuro de cercano plazo, Mariano advirtió: “A partir de ahora, yo creo que van a ser los años más complicados. Los concesionarios no quieren retroceder y el mar avanzó la frontera de lo privado. Algo van a tener que hacer, sí o sí”, definió.

En ese sentido, el vocero de la ONG se expresó en sintonía con Karina Huarte, de la Asamblea de Espacios Públicos: “No es que falta arena, lo que sobran son carpas. Espacio de playa hay. No es que tenemos 50 metros de playa y el mar llega a la línea urbana”, explicó.

Por último, Mariano responsabilizó al municipio y argumentó claramente los motivos: “En primer lugar no hay controles, salvo cuando el reclamo se hace mediático, que además dura nada. Si existen operativos, la verdad es que son paupérrimos. Habría que reveerlos”. 

Posteriormente, concluyó: “Las concesiones, cuando se hacen, no fijan una cantidad de playa determinada. Lo que se define es la cantidad de números de sombra. El municipio es el que fija lo que se determina usar. Y por una cuestión lógica, no se puede fijar una cantidad de sombras a 30 años, con la dinámica del mar, que no es tan estático”, concluyó.