Boeuf bourgignon o guiso francés

Hoy toca un plato famoso en las cocinas de todo el mundo. Es fácil y te va a servir para quedar como los dioses. ¡Animate!

Este típico plato francés se hace en base a carne, panceta y vino.

7 de Noviembre de 2014 18:55

Para hacer este guisito típico francés, muy difundido en todas las cocinas del mundo, empezaremos explicando que su significado remite a sus dos ingredientes principales: la carne y el borgoña (haciendo alusión a los vinos tintos que se fabrican en esa región vitivinícola francesa). Y a partir de ahí, arrancamos a cocinar

Vamos a necesitar una olla o cacerola mediana a grande y preferiblemente con fondo grueso. Si no tenemos ese elemento, debemos tener un poco más de cuidado, pero no hay mayores problemas.

Por un lado, vamos a cubetear 1 kilo de carne (puede ser cuadril, bola de lomo o roast beef, no es necesario usar un corte como el lomo, aunque para gustos los colores). Lo vamos a rebosar en una mezcla de 100 gramos de harina, sal y pimienta molida; reservamos y aprovechamos para cubetear 150 gramos de panceta ahumada.

Ponemos la olla al fuego fuerte. Le agregamos un poco de aceite y vamos a empezar a dorar los cubos de carne y de panceta, de a poca cantidad y retirándolos cuando toman color.

Una vez terminada la carne vamos a agregar unas cebollitas perla (medio kilo) o las más chiquitas que consigamos. Si no conseguimos nada de eso, unas cebollas cortadas en cubos sirven. Las doramos en la misma olla con dos dientes de ajo y cuando están le agregamos toda la carne y la panceta.

A esta cocción le vamos a agregar el media botella de vino tinto (cuanto mejor sea el vino, mejor quedará el guiso), dos tazas de agua y un atadito de hierbas frescas (orégano, tomillo, romero o lo que tengamos). Hacemos que llegue a hervor, bajamos el fuego y cocinamos unos 40 minutos hasta que la carne este tierna. Cada tanto, revolvamos y una vez listo ese proceso le agregamos 400 gramos de champignones fileteados. Cocinamos 10 minutos más, retiramos el atadito de hierbas y apagamos el fuego. Queda el último paso: dejamos descansar un momento y servimos con perejil picado por encima.