Septiembre: Rocío, dolor y coraje

La historia de Rocío conmovió al país.

31 de Diciembre de 2014 00:16

Por Redacción 0223

PARA 0223

El relato desgarrador de Rocío Girat, una joven que entre los 13 y los 17 años fue violada por su padre, un integrante de la Armada, conmovió a Mar del Plata y el país entero a mediados de septiembre. Fue unos pocos días después de que la Justicia certificara los abusos, y dos semanas antes de que se definiera cuántos años pasaría en la cárcel.

El Tribunal en lo Criminal 3 de Mar del Plata encontró a Marcelo Alberto Girat culpable del delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo, pero hasta que se determinara la cuantía de la pena, le otorgó el beneficio de la prisión domiciliaria.

Aún sin asistencia psicológica, Rocío entendió que debía afrontar el miedo a las amenazas de su padre y salir a contar su historia de dolor y horror.

La Justicia condenó a Marcelo Girat a 14 años de prisión, pero a cumplir en la casa. El fallo provocó conmoción y repudio de distintos sectores de Mar del Plata y a Rocío, la sensación de que la novela de terror que la tenía como protagonista sumaba un nuevo capítulo. 

Los vecinos de Jorge Newbery, barrio en el que había sentado domicilio el violador, se negaban a convivir con Girat e, incluso, un grupo de desconocidos le incendió el auto, estacionado en la puerta de su casa. Al día siguiente, el propio Girat pidió al Tribunal que lo trasladaran a la cárcel para cumplir con la condena. Alegó temor por su integridad física y no era para menos: el vecindario, furioso por los abusos a los que había sometido a su propia hija, no descartaba hacer justicia por mano propia.

Antes, el ministro de Defensa de la Nación, Agustín Rossi, había cumplido con otro pedido de la víctima: Girat, quien hasta ese momento se desempeñaba como suboficial primero del área de Contrainteligencia de la Base Naval local, fue destituido de la fuerza. Además, el funcionario nacional anunció que se investigará si otros militares fueron cómplices de las violaciones, ya que pudo comprobarse que muchos habían sido cometidos en dependencias militares.

Si bien tres semanas después la defensa de Girat recurrió la sentencia, el violador permanece alojado en la unidad penal 44 de Batán. Rocío, por su parte, decidió multiplicar su mensaje de lucha para que otras víctimas también se animen a denunciar a sus abusadores.