En familia y con emoción, Aldosivi "gritó" por su cancha
En un encuentro ejemplar que cruzó a viejos ídolos con el plantel que logró el ascenso a primera, los hinchas del "Tiburón" se juntaron en la exManzana de los Circos para recuperar su estadio en el puerto.
El fútbol argentino (o la sociedad) atraviesa momentos difíciles respecto a la convivencia en las canchas, su "folcklore" y la pasión que muchas veces, de desmedida, traspasa los límites. Pero cuando ese amor por un club es genuino, sincero, sin contaminaciones externas, se observa lo que ha hecho famoso al fútbol de este país: un contexto popular admirable, que genera respeto y aplausos .
Aldosivi y su gente, se reencontraron con su pasado, buscando una mejora para su futuro. Un grupo de hinchas organizó de forma estupenda el evento denominado "Gritemos por la cancha". Centenares de simpatizantes, viejas glorias y gran parte del plantel que logró el ascenso a primera se encontraron sobre las tierras de la exManzana de los Circos, en avenida Juan B. Justo y Martínez de Hoz, donde por años estuvo la vieja cancha del Club Ministerio de Obras Públicas y Servicios. En ese estadio ya mitológico el "Tiburón" fue local mucho tiempo y comenzó a codearse con la gloria a nivel local. Surgido en el gobierno de Juan Domingo Perón, la llegada de la dictadura militar en los ´70 terminó con su destrucción. Hoy, Aldosivi quiere construir su nuevo estadio en el lugar donde nació: el puerto. Mientras las tratativas ya comenzaron, los hinchas se hicieron sentir en un encuentro fabuloso para que ese sueño se pueda cumplir.
Organización impecable. Los chicos de "pintadas aldosivistas", con colaboración de distintas agrupaciones, prepararon el terreno primero con una limpieza profunda. Luego, delimitaron con cal una cancha de fútbol, le colocaron dos arcos, y marcaron el perímetro con sogas y banderas. Los organizadores, sobre un viejo camión destartalado, montaron parlantes para dirigirse al público.
Mientras sobre las cinco de la tarde de este sábado los hinchas se acercaban en familia, "luqueados" de verde y amarillo, mezclándose con los autos de los turistas que volvían de las playas del sur y colocándose sobre el pequeño barranco que bordeaba a la cancha improvisada, debajo comenzaba a jugarse un partido improvisado: pequeños niños de las inferiores del club ante los también surgidos de la institución, hoy en primera, como Nicolás Miracco, Leonardo Fredes, Andrés Lópe, con Hernán Lamberti al arco. Luego, los viejos queridos ídolos, y jugadores profesionales que vienen de lograr el hecho más trascendental de la historia del "Tiburón", como el ascenso a primera.
Así se lo vio a Francisco "Manija" Mústico como el más emocionado. Un hombre nacido de las entrañas del puerto, que ante 0223 recordó: "Para mí es revivir un poco la historia. En esta cancha, yo tuve la suerte de jugar cuando tenía 9 años, en un clásico de Aldosivi-Talleres en el año 62. Entré en el entretiempo, con todos los pibitos, y jugamos un rato. Fue la primera vez". Y, al toque, agregó: "Acá caían todos. Entre el ´72 y el ´76 el equipo estuvo invicto de local. Era difícil ganarle a Aldosivi en el puerto. Esta reunión es una gran satisfacción. Ojalá se puedan conseguir las tierras, porque es el lugar histórico. Aldosivi nació acá, en el corazón del puerto. Es el sentido de pertenencia". Mústico, como en aquel cuento del marplatense Osvaldo Soriano donde José Sanfilipo (gloria de San Lorenzo) cuenta en el hipermercado Carrefour dónde estaba cada espacio del Viejo Gasómetro, le dice a este periodista: "La entrada de la cancha era allá, por la calle Gaboto. La tribuna principal estaba sobre los silos", y como si estuviera viendo todo en una vieja pantalla, acota: "Detrás de este arco, una tribuna más. Los alambrados eran grandes, y eso generaba la famosa presión que hoy no tenemos en el Minella. La gente no juega, pero acá jugaba mucho. Los vestuarios y el tunel estaban ahí donde están los coches. Había un buffet grande también". Por último, recordó un gol suyo allí: "La palomita del ´73 que nos dio gran parte del campeonato. Le ganamos a San Lorenzo en la segunda fecha, que venía ganando 8 de los últimos 10 campeonatos. Ganamos 2 a 1, centro del Gallego Diez y cabezazo mio. Eso alimentó a los dirigentes a traer más jugadores para poder conseguir el campeonato".
El picado comenzó. La gente observa atentamente. A un costado de la cancha, "Teté" Quiroz lamenta no poder jugar, ya que hace un año lo operaron de la columna: "Vivo esto con alegría. Está toda la familia de Aldosivi. Ojalá se pueda tener el estadio en esta zona. Uno trata de colaborar con el sentimiento de la gente. Es una causa muy justa, y la gente la vive con alegría y felicidad", cuenta a 0223, mientras se ríe al ver la terrible patada que Campodónico le tiró a su compañero y también arquero Ariel Bulasio. El entrenador del ascenso, amado por los hinchas, agregó: "Estoy sorprendido de la onda de todos para colaborar. Sería lo que le falta al club. Más que por lo deportivo, por el sentimiento de identidad".
De pronto, aparece detrás de todos un personaje pequeño con una gorra y muletas. Es Pablo Corti. El miércoles lo operaron de los ligamentos y meñiscos, pero igual quiso estar: "Para la historia del club, estar acá sería muy importante. Ojalá se pueda dar, es un lugar muy lindo. Esperemos que se haga una cancha como la cantera. El club sigue agrandándose, y ojalá nos den estas tierras", pide el ídolo del ascenso a la B Nacional.
Dentro de la cancha, los que juegan, disfrutan. Mústico, después de probar varias veces, pudo volver a hacer un gol en esas tierras. De pronto, los hinchas se relamen de ver a "Tita" Rizzo con su exquisita pegada. Al gran volante de los ´90 se lo nota emocionado: "Aldosivi se merece una cancha, más acá en el puerto. Si la consigue, no se va más de primera", dice.
Sobre la línea de cal, observan también dos viejos jugadores muy queridos. "Fito" Martin, con su bastón y figura chaplinesca, acompañado de "Tito" Raimondi, que le dice a 0223: "Acá de local sabés qué... había que ganarle a Aldosivi, era difícil. A San Lorenzo le sacamos el invicto y la punta. Ahí empezamos a ganar campeonatos (3 seguidos)". Se acerca Jorge "El Flaco" Lareu, histórico utilero, y agrega en la charla: "El piso de la cancha tenía como un metro de carbonilla. Si llovía tres días seguidos, vos podias jugar acá igual. No sabés lo que drenaba... todos decían que era el mejor suelo de Mar del Plata", cuenta quien iba de chico a ver los partidos del "Tiburón". Raimondi afirma esa información: "Sí, había piedritas mezclado con el césped. Si una hora antes del partido llovía torrencialmente, se jugaba igual, como si nada".
Ángel Vildozo, en recuperación de una lesión, fue al arco y anduvo bastante bien. Con una camiseta de Aldosivi noventosa, el autor del gol del ascenso no deja de sorprenderse por la convocatoria: "Estar acá es un privilegio. Ver el amor, la pasión que le pone la gente para volver a tener su cancha, es algo que a nosotros también nos beneficiará. La verdad que es admirable el empeño que le ponen a todo", expresó "el Ángel".
También jugó un ratito Pablo Lugüercio, que surgió de Estudiantes de La Plata y bien sabe lo que es jugar de local en la cancha que el "Pincha" tenía y que ahora está reconstruyendo: "Esto es más que nada por la identidad que un club de esta dimensión tiene que tener. Poder hacer la cancha en el lugar donde nació, sería ideal. El lugar está acorde", manifiesta "el Payaso".
La velada se fue terminando. El partido final contó, de un lado, con Vildozo, el exdefensor Daniel Valdés, Osvaldo "Tita" Rizzo, "Manija" Mústico y un muy mal delantero como Pablo Campodónico; del otro, el juvenil Iván López, Leonardo Fredes, Lugüercio, Nicolás Miracco y César Carranza.
La gente cantó canciones pidiendo por la cancha, y celebrando el ascenso. Aplaudió a cada gloria presente, y luego invadió el terreno de juego para sacarse fotos y pedir autógrafos. Todos respondieron con amabilidad y gratitud. Desde los parlantes, un simpatizante leyó un texto contando la historia del lugar. Luego, hubo un sorteo.
Un pedido genuino, franco, poderoso. Aldosivi quiere tener su estadio propio, y está en su derecho. Tras la polémica generada por la posibilidad -ya caída- de construir su cancha en el predio lindero a la Reserva Natural, ahora busca otro lugar. La exManzana de los Circos, en ese sector, hoy está inutilizable. Son tierras pertenecientes a la provincia de Buenos Aires. Enfrente de ahí, el golf cuenta con un predio privilegiado, inmenso. También enfrente, el Club Náutico posee su buen espacio para distintas prácticas. Aldosivi quiere sumarse al sector, no solamente con un estadio de fútbol, sino con un emprendimiento mayor que incluiría diversas actividades deportivas y sociales.
Entre tantas construcciones nuevas que tiene hoy la ciudad, y que pisotean el pasado y la identidad marplatense con destrucciones ilegales de viejas casonas, un club y sus hinchas quieren reafirmar, justamente, su identidad recuperando un espacio que le perteneció. La política, lamentablemente, será la que determine si esa posibilidad se concreta, o no.
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