"La resocialización no es una máquina en donde uno pone una moneda y obtiene lo que quiere"

A dos semanas de que una joven fuera violada mientras esperaba el colectivo en el barrio Playa Los Lobos, en la zona sur de Mar del Plata, la justicia detuvo este miércoles al presunto atacante. Se trata de César Rubén Galera, de 35 años, que se encontraba con libertad condicional ya que había sido condenado a 12 años de prisión por un caso de abuso sexual en Miramar.

En medio de la conmoción que generó la noticia, el juez de Ejecución Penal N° 2, Juan Galarreta, responsable de concederle el beneficio al sujeto, defendió su postura. “En todos los casos la ley de ejecución penal prevé la flexibilización del encierro, es decir, el reintegro paulatino al medio libre con el objetivo de lograr su mejor reinserción en la sociedad”, dijo al argumentar por qué autorizó que el presunto violador pudiera recuperar su libertad.

Tras respaldarse en “lo que dice Naciones Unidas y la Corte Interamericana de Derechos Humanos”, entre otros organismos internacionales, el magistrado consideró que “la prisión no es algo favorezca” la reinserción de personas condenadas por haber cometido algún delito.

Según dijo, a la hora de tomar esa determinación se tienen en cuenta “dos elementos fundamentales: el desempeño  y el cumplimiento de las pautas de convivencia dentro del ambiente carcelario, y el tiempo transcurrido, que lo marca la propia ley”.

“A uno le duelen todos los actos de violencia dentro de nuestra sociedad, ahora desde el punto de vista de mis funciones como magistrado y como garante de la ley, no creo que esto pueda generarme algún tipo de responsabilidad”, se defendió en declaraciones a FM Brisas.

A su vez, reconoció que hay un “déficit” en materia de infraestructura, recursos materiales y humanos para poder acompañar a quienes se les otorgan este tipo de beneficios, pero apuntó: “Cuando hablamos de resocialización no es algo que podamos resolver como si fuera una máquina en donde uno pone una moneda y obtiene lo que quiere”. “Estamos hablando de personas, de conductas humanas y de historias particulares. El Estado tiene la obligación de proveer todas las herramientas para ese logro. Luego, si se alcanza o no, es un factor aleatorio que dependen de muchos factores además de la responsabilidad del sujeto”, aseveró.

“Una vez que el sujeto recupera la libertad el Estado tiene que seguir acompañando al sujeto. En el caso puntual de Galera, estaba haciendo un tratamiento psicológico”, puntualizó. Y definió: “Si a la violencia la atacamos con violencia, lo único que hacemos es reproducirla y con eso me refiero a las condiciones carcelarias”.