Juzgarán a Daniel Viglione por 87 casos de estafa registrados

La Justicia de Garantías avaló el pedido que hizo la fiscalía de Delitos Económicos y también juzgará a María Larsen. Las maniobras por casi cuatro millones de dólares ocurrieron entre 2008 y 2015.

26 de Octubre de 2017 12:38

Por Redacción 0223

PARA 0223

El juez de Garantías Saúl Errandonea confirmó la elevación a juicio de la causa que investiga al “analista de mercados a futuro” Daniel Viglione y a su socia María Larsen por la comisión de estafas a lo largo de siete años con un perjuicio cercano a los cuatro millones de dólares. El magistrado también confirmó el sobreseimiento de Claudia Fernández –esposa del imputado- y de Mariano Román.

En sintonía con el pedido del fiscal Fernando Berlingeri, la causa sigue calificada como estafa y uso de instrumento privado falso. Los 87 casos incorporados en el expediente –hay otras denuncias que se investigan en una causa paralela- habrían sido cometido en concurso real, lo que permitiría sumar los máximo de penas de cada delito.  “Si el juicio que se realizaría en 2018 condenara a Viglione, la pena en expectativa podría llegar a los 50 años”, dijo una fuente judicial a 0223.

En el requerimiento se considera al ex conductor de radio como autor de todos los casos mientras que Larsen figura en tres hechos como coautora y en otros cincuenta y dos como partícipe primaria. En su última declaración en mayo de este año- Viglione sostuvo que fue una víctima del investigado grupo Hope Funds y se comprometió a aportar documentación que certifique ese lazo. Cinco meses después no aportó ningún elemento y seguirá aguardando el juicio en la Unidad Penal 44 de Batán.

Según la investigación fiscal, Viglione se valió "de la credibilidad y popularidad que le otorgaba la conducción de un programa radial" para obtener el dinero de las víctimas. La presencia física del dinero es un interrogante que no fue esclarecido, ya que los inversores entregaban sumas desde los diez mil dólares siempre en efectivo. La hipótesis de que parte del dinero estaba enterrado en la casa del barrio Colina Alegre fue descartada con la utilización de perros entrenados que rastrillaron la propiedad.