Etchecolatz a la cárcel: “Tenemos la fe y la convicción que se va a quedar adentro”

Vecinos del Bosque de Peralta Ramos que esperaron la partida del genocida, celebraron el fin del arresto domiciliario. Cómo fue la larga noche de vigilia, rodeados de efectivos policiales.

17 de Marzo de 2018 13:53

Por Redacción 0223

PARA 0223

Luego de alquilar durante sus primeros 3 años de estadía en Mar del Plata, Silvia Fliguer pudo finalmente comprar su casa en noviembre pasado. Lo que no esperaba la familiar de desaparecidos es que a poco más de un mes de su mudanza, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 6 le concediera la prisión domiciliaria a Miguel Etchecolatz, a sólo 3 cuadras de su hogar. Luego de casi 3 meses de tensión, Silvia pudo volver a sonreír.

“Lo logramos”, dijo Silvia a 0223, con la voz resquebrajada por la larga vigilia y el frío de la noche. A pocas horas de la partida del genocida de su vivienda de Boulevard Nuevo Bosque entre Guaraníes y Los Tobas, estaba casi sin dormir “por la adrenalina” de una noche que mezcló celebración y bronca.

“Ver como efectivos de penitenciaría, prefectura y policía lo custodiaban con sus cascos o impedían que nosotros le tomemos fotos, te daba la sensación que lo seguían cuidando. Que lo protegían de nosotros que sólo teníamos teléfonos celulares. Una prueba de eso fue cómo Prefectura lo dejó salir hacia la clínica Colón a atenderse una supuesta emergencia médica cuando podía atenderse en su casa. Etchecolatz sigue teniendo poder”, sostuvo Fliguer.

La vigilia, entre choris, mate y una fogata

La mujer contó que la noticia de la revocación del arresto domiciliario “sorprendió” a los vecinos y a organizaciones de derechos humanos, que inmediatamente decidieron realizar una vigilia alrededor de la casa del genocida “para verlo con sus propios ojos”.

“Pasamos una noche haciéndonos la banca entre nosotros, con una fogata, algunos choris, acompañado de mate y de un poco de vino. Por momentos en silencio, por momentos haciendo cantos. Y cuando se fue rodeado de los policías, fue un momento contrapuesto donde se nos llenaron los ojos de emoción pero también de risas. Hasta festejamos con un champagne, que un compañero siempre tiene para festejar este tipo de noticias. Fue todo muy emotivo”, dijo.

“Yo escuché que si la Corte Suprema de Justicia lo decide, puede hacer que Etchecolatz vuelva a su casa. Pero yo tengo la fe y la convicción que se va a quedar adentro”, aseveró Fliguer.