Comerciantes advierten que por las obras en el microcentro cayeron las ventas y aumentaron los robos
Son los que tienen sus locales en San Martín, entre La Rioja e Yrigoyen. Desde abril, los negocios están tapiados y las veredas se convirtieron en pasarelas angostas por las que casi no hay tránsito. Una zapatería cerró y una librería fue asaltada dos veces en apenas cuatro días. Malestar por las demoras en la finalización de los trabajos.
Por Redacción 0223
PARA 0223
Los comerciantes de calle San Martín, entre La Rioja e Yrigoyen, denuncian que desde el 3 de abril, momento en que comenzó la obra de renovación del microcentro marplatense, las ventas cayeron de manera abrupta. También advierten que, debido a que los negocios están tapados por chapas, se produjeron varios hechos de inseguridad.
Otro inconveniente que padecen es que, a raíz del polvillo que vuela a partir de los trabajos que se realizan en la vía pública, se les ensucia la mercadería, sobre todo en aquellas tiendas que venden prendas de vestir.
Durante aproximadamente un mes la obra estuvo paralizada por falta de pago y ahora, que por fin se reanudó, se estima que quedan unos 30 días más de trabajo. Durante este lapso, dos comercios cerraron sus puertas y otros tantos hacen malabares para poder pagar el alquiler. Uno de los negocios más perjudicados es la librería que se encuentra en la cuadra de la municipalidad, ya que por esa vereda no transita gente.
Mariano, responsable de un kiosco ubicado a metros de Yrigoyen, reconoció que se “ha parado mucho el tránsito de la gente y eso nos perjudicó muchísimo porque si no hay gente, no hay ventas”. A su vez hizo hincapié en la “mugre” que genera la obra y en la oscuridad que provocan los vallados de chapa.
La sensación es la misma en la librería “Mercurio”. “Desde el 3 de abril está todo parado: el 80% de nuestros clientes son personas que pasan por acá y ahora no puede pasar nadie”, definió Alberto, a cargo del negocio que, mientras tuvo el cerco de chapa a un metro de distancia, asaltaron dos veces en apenas cuatro días.
En diálogo con 0223, el hombre hizo referencia a las demoras que determinaron que los plazos se extendieran mucho más de lo previsto. “En septiembre del año pasado nos dijeron que iba a ser una obra de 120 días que comprende a todo el microcentro pero recién hacen la primera cuadra y llevan casi cinco meses”, graficó.
En ese contexto, insistió en la baja de la actividad: “Estamos trabajando al 20%, pero el costo del alquiler, de la luz y el horario de trabajo es el mismo”.
Por último, Mónica, comerciante de la lencería “Pao”, advirtió que el polvillo les arruina la mercadería y que desde hace casi cinco meses “no pasa nada”. Según sus cálculos, las ventas cayeron entre un 50 y 60 por ciento.
“También se nos complicó con la inseguridad porque ya hemos tenido mecheras en el local, un intento de asalto y sigue sin haber un policía en la calle”, cuestionó.
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