Procesan por abandono de persona a los dueños del “San Antonino”

El juez federal de Mar del Plata Santiago Inchausti ordenó en las últimas horas el procesamiento sin prisión preventiva de Juan José Antonio Di Iorio (60) y Alfredo Solimeno (62), propietarios de la lancha pesquera “San Antonino”, que naufragó el septiembre de 2016 y dejó el saldo de tres marineros muertos y otros tres desaparecidos. Ambos empresarios están acusados del delito de abandono de persona, agravado por "el resultado de muerte". Además, se les impuso a cada uno un embargo por $10 millones, según informó este viernes la agencia Télam.

El magistrado a su vez dictó la falta de mérito para Antonio Solimeno, empresario que era dueño en menor proporción del buque hundido pero no estaba vinculado con su actividad pesquera. La misma medida dispuso para seis integrantes de Prefectura Naval Argentina y un agente marítimo.

Pese a que aún las causas del naufragio y las eventuales fallas de los equipos de salvamento son materia de investigación, Inchausti tomó su resolución ante la presencia a bordo del “San Antonino” de un marinero que no estaba registrado como parte de la tripulación cuando zarpó del Puerto de Mar del Plata el 1 de septiembre de 2016.

El pesquero naufragó frente a las costas de Chapadmalal antes de las 6, minutos después de que Claudio Zerboni, el capitán, informara que una entrada de agua sufrida "era irreparable mediante tareas de achique y el hundimiento era inminente", según consta en la causa.

Tras el naufragio, se supo que en el buque no viajaban cinco personas, como constaba en los registros oficiales, sino que había un sexto tripulante: Gonzalo Nicolás Godoy. Esa irregularidad salió a la luz cuando el buque “Madonna Di Giardini”, el primero que llegó a la zona de emergencia, halló el cuerpo de Godoy. Poco después fueron encontrados los cuerpos de Sergio Alejandro Juárez y Carlos Mario Campos. Por su parte, los de Zerboni, Alejandro Ricardenez y Pablo Pardo permanecen desaparecidos.

El juez consideró que la falta de inscripción de Godoy entre los tripulantes "lo dejó en una situación de desamparo, desde el momento mismo de su falta de registro" y recordó que esa irregularidad fue advertida "al ser una de las personas fallecidas aparecidas, ya que de otro modo hubiera sido más dificultoso probar su presencia en el buque".