Libros y economía: en medio de la crisis, la "Bolsa del Libro" siempre está

La Bolsa del Libro está, como cada año desde hace décadas, en funcionamiento, en concordancia con el inicio del ciclo lectivo. Miles de estudiantes de los distintos niveles pasarán por allí a tratar de “acomodar” el libro del año pasado, para poder obtener el del año en curso. Casi siempre hay que poner alguna diferencia, pero siempre será más barato que comprar el nuevo. 

En el caso de los libros de la primaria, “ya no se da el clásico manual del alumno bonaerense sino ediciones más actualizadas y libros que son para pegar stickers o para recortar, lo que lo vuelve descartable”, aseguró Inti, quien tiene un puesto de venta y canje desde hace varios años y conoce el movimiento de la Bolsa que históricamente se sitúa en el frente de la Catedral.

Para el caso de la secundaria, todavía no arrancaron los más grandes: alumnos de 4°, 5° y 6°, que son los que tienen mayor carga bibliográfica. Según el feriante, “se siguen pidiendo libros, algunos piden el del año pasado o hay profesores que piden del 2015 en adelante y eso está muy bueno porque permite a los chicos investigar sobre un tema”.

En el paseo también se pueden encontrar los textos y novelas que son clásicos que recomiendan los profesores para esta etapa de la educación en Argentina. Libros de Gabriel García Márquez, Marco Denevi, u Horacio Quiroga, se mezclan en los improvisados mostradores con los grandes clásicos de la literatura, como Shakespeare y Miguel De Cervantes Saavedra.

Para aquellos que son estudiantes terciarios y universitarios, la Bolsa del Libro también tiene libros de estudio específicos: “hay de todo, de la mayoría de las carreras, inclusive hay textos para la carrera de Medicina que está moviendo mucha gente”, sostuvo Inti. Para el joven, la situación económica desfavorable influye: “Siempre viene gente, pero cuando la cosa está difícil es más difícil comprar un libro nuevo y acá se nota”.