“Lo de Carlos Bustamante fue la crónica de una muerte anunciada”

Siete años después del crimen de Gastón Bustamante y tras la detención de Verónica González por el crimen de su esposo, para uno de los abogados que intervino en la primera causa el homicidio de Carlos Bustamante fue “la crónica de una muerte anunciada”. Alejandro Borawsky, abogado del único imputado que tuvo el hecho cometido en noviembre de 2011, sostuvo que nunca se avanzó en evacuar las dudas sobre la participación de la mujer más allá de las dudas que existían en tal sentido.

El defensor de Julián Ramón –tres veces sobreseído por la Justicia- dijo que había dos hipótesis que ahondar tras el crimen de Gastón y que no fueron tenidas en cuenta. “Una de esas hipótesis ubicaba a González como sospechosa y nunca fue profundizada por los investigadores”, y agregó que "en los dos casos fue la última persona en verlos con vida y la que los encontró muertos".

Borawsky recordó algunas situaciones que se registraron antes del homicidio del menor y que quedaron al descubierto durante esa investigación: la mujer de 50 años se había autoenviado amenazas desde otro celular que tenía en su poder y que fue descubierto por su hija Rocío y entregado a la Justicia. “González tenía una gran capacidad de adaptación”, agregó.

El abogado recordó que su defendido vive desde hace casi ocho años con una espada de Damocles sobre la cabeza porque más allá de los tres sobreseimientos aún está pendiente un nuevo pedido de revisión que hizo ante la Corte el Procurador General de la Provincia. “Vamos a acercar material para que se desestime ese recurso extraordinario porque no había elementos antes para considerarlo y menos ahora con las similitudes que tienen ambos crímenes”, concluyó.