El Papa Francisco le envió una carta a Lula

Francisco le respondió una carta al ex presidente que se encuentra detenido desde el 7 de abril del año pasado en el que le dice que "el bien vencerá al mal, la verdad vencerá la mentira y la salvación ganará la convicción".

29 de Mayo de 2019 13:03

Por Redacción 0223

PARA 0223

El Papa Francisco le escribió una carta al ex presidente Luiz Ignacio Lula Da Silva en la que se solidariza por su situación individual  y destaca que "la responsabilidad política constituye un desafío para todos aquellos que reciben el mandato de servir a su país".

La carta fue una respuesta del sumo pontífice a una misiva enviada por Lula el 29 de marzo en la que le agradece por su "compromiso para defender a los más pobres". El líder del Partido de los Trabajadores publicó el mensaje en su página oficial luego de que fuera difundida por la periodista Mónica Bergamo. Francisco también se solidariza por la pérdida reciente de familiares como su mujer y su nieto.

Estimado Luiz Inacio,

Recibí su cuidadosa carta del pasado 29 de marzo, con la que, además de agradecer mi contribución para defender los derechos de los más pobres y desfavorecidos de esa noble nación, me confidenciaba su estado de ánimo y comunica su evaluación sobre el contexto socio-político brasileño , lo que me será de gran utilidad.

Como he señalado en el mensaje para el 52 Día Mundial de la Paz celebrado el pasado 1 de enero, la responsabilidad política constituye un desafío para todos aquellos que reciben el mandato de servir a su país, de proteger a las personas que habitan en él y de trabajar para crear las condiciones de un futuro digno y justo. Como mis predecesores, estoy convencido de que la política puede convertirse en una forma eminente de caridad, si se aplica en el respeto fundamental por la vida, la libertad y la dignidad de las personas.

En estos días, estamos celebrando la resurrección del señor. El triunfo de Jesucristo sobre la muerte es la esperanza de la humanidad. Su Pascua, su paso de la muerte a la vida, es también nuestra Pascua. Gracias a él, podemos pasar de la oscuridad a la luz, de la esclavitud de ese mundo para la libertad de la tierra prometida. Del pecado que nos separa de Dios y de los hermanos hacia la amistad que nos une a él. De la incredulidad y de la desesperación hacia la alegría serena y profunda de quien cree que, al final, el bien vencerá el mal, la verdad vencerá a la mentira y la salvación vencerá a la condenación.

Tengo presente de las duras pruebas que usted ha vivido últimamente, especialmente de la pérdida de algunos seres queridos, su esposa Marisa Leticia, su hermano Genival Ignacio y, más recientemente, su nieto Arthur de sólo siete años- quiero manifestarle mi cercanía espiritual y alentando pidiendo no desanimar y seguir confiando en Dios.

Al asegurarle mi oración a fin de que, en este tiempo pascual de Júbilo, la luz de Cristo resucitado lo cubra de esperanza, le pido que no deje de rezar por mí.

Que Jesús le bendiga y la Virgen santa le proteja.

Fraternalmente.