San Cayetano: "Mar del Plata está en crisis hace tiempo, pero esta vez golpeó a la clase media"

Miles de marplatenses se acercaron a la parroquia del patrono del pan y el trabajo. El padre Juan Pablo Cayrol destacó la concurrencia y dijo que "hay mucha necesidad de trabajo".

7 de Agosto de 2019 13:44

Por Redacción 0223

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Los primeros peregrinos, aquellos que por diversas circunstancias no pueden ir el 7 de agosto, se hicieron presentes en la noche del martes en la parroquia San Cayetano. Allí fueron recibidos por el padre Juan Pablo Cayrol que realizó la misa y cerca de la medianoche habló con los fieles que coparon el templo.

"Somos siempre las mismas caras. Es la gente que tiene la costumbre de venir a ese horario", dijo este miércoles el padre que desde hace 14 años tiene a su cargo el templo de San Cayetano.

 

Se trata de una de las celebraciones más convocantes y este año, con una fuertes crisis económica y social, se vieron a muchos fieles a lo largo de la mañana frente a la parroquia.

En esa línea, Cayrol señaló que hay tres patas que confluyen en relación a la asistencia de público. La primera es el clima, debido a que muchas de las personas que acuden a agradecer o pedir trabajo son adultos mayores, algo que este miércoles acompañó con creces.

 

La segunda es el lazo de "amistad con el santo" que, según el padre, "se mantiene" siempre. Y la tercera es la situación social: "Convengamos que en Mar del Plata venimos mal hace mucho tiempo, liderando los índices de desocupación. Pero esta vez le ha pegado fuertemente no solo a la clase más desprotegida, la más pobre, sino a sectores de la clase media que tenían en una fábrica. Cuando convergen los tres temas esto se potencia mucho", razonó el párroco.

Si bien Cayrol admitió que la necesidad de trabajo en la ciudad es amplia y "hay una crisis muy grande", remarcó que la gente llega con "un ánimo esperanzado".

 

Acerca de la concurrencia, el párroco indicó que una sola vez, hace varios años, intentaron medir la concurrencia a partir de la entrega de folletos. "Esa vez nos dio 35.000 folletos repartidos, lo que hace un número cercano a los 50 mil teniendo en cuenta que los chicos no reciben. Fue la única vez. Fue tal el despiole dijimos No lo hagamos más", explicó.