La resurrección de Minecraft

El primer juego de supervivencia  que combinó aventuras dentro de un mundo abierto en forma de cubos, un sistema de construcción y además inspirador de la creación de distintos spin-off ambientados en su estética, es una de las sorpresas que está dejando este 2019, junto a la caída del género del Battle Royale y un juego tan destacado como Fortnite por dejar una última temporada con sabor agridulce tras la implementación de robots en los campos de batalla y algunas modificaciones que atrasaban parte de las estrategias típicas del videojuego.

El juego, lanzado por primera vez a mitad del 2011 por la compañia Bojang, fue la bomba que había explotado en el mercado de los videojuegos y nunca dejó de estar de moda durante estos años. Era tan atractivo como un videojuego independiente (indie) se podía modificar desde obtenerse texturas con alta calidad hasta la creación de modalidades como un corredor de la muerte (Death Run) o el primer Battle Royale de años atrás, basado en la saga de los Juegos del Hambre. En el 2014, Microsoft decidió adquirir la empresa creadora y a la vez los derechos de Minecraft, sin embargo, siguieron lanzando actualizaciones que sumaban nuevos materiales, mejoras técnicas y elementos que enriquecían a un mundo bastante extenso.

Aunque juegos grandes como el nuevo WoW Classic y Fortnite superen al Minecraft en lo que es cantidad de espectadores en plataformas como Twitch y Mixer, muchos youtubers e influencers de gran consideración, ya sea de nivel nacional como PedritoVM, Robleis o BoffeGP, o a nivel internacional como Pewdiepie, ElRubius y hasta, por sorpresa, el mismísimo Auronplay, se han sumado a la ola de series creadas con el videojuego que llevan a influenciar a otros creadores de contenido y parte de su comunidad a jugarlo.

Minecraft nunca se fue, pero se encontraba oculto tras el lanzamiento de varios juegos que tenían más relevancia en el mercado y se luce tras la monotonía que genera últimamente ciertos títulos de la industria. Aparte de que sus requisitos no son tan elevados a diferencia de videojuegos que salieron al mercado años después de su lanzamiento, no siempre se jugó por nostalgia, sino que a la vez por explotar nuestra imaginación e imponernos como una meta de auto-superación, buscándose formas de supervivencia a través de la caza de animales y localizar materiales para mejorar nuestras herramientas o compartir con otros amigos a través del multijugador una aventura un poco más enriquecida a lo que puede llegar a jugarse en solitario.