El quidditch de “Harry Potter” es real y se juega en Mar del Plata

La actividad favorita de magos y brujas en el mundo creado por J.K. Rowling es un deporte oficial. Mar del Plata también forma parte de esta mágica tendencia con el equipo Qymeras.

8 de Septiembre de 2019 15:01

Por Redacción 0223

PARA 0223

Por Delfina Mostafá

“Escobas abajo, listos…”. El partido está por comenzar y cada equipo conoce sus formaciones, pero no deben dejar caer sus escobas o será el equivalente a caer desde el cielo. El quidditch es un deporte que nació a partir de la saga fantástica de J. K. Rowling “Harry Potter”, donde los magos vuelan alrededor del campo de juego con escobas mágicas. En 2005 fue adaptado a la realidad por una universidad estadounidense, y llegó a Mar del Plata con un único y dedicado equipo: Qymeras.

 

Los entusiastas integrantes del fans club “La oreja de Van George” disfrutan del quidditch sin importar las miradas ajenas, y organizan entrenamientos en la plaza Mitre con invitación abierta a todo aquel que sienta curiosidad. "Yo decía que me iba a dar una vergüenza bárbara, y ahora estoy muy metida", confesó una jugadora. Cada vez que un desconocido se acerca lo reciben con una sonrisa y una explicación. "¿Leíste Harry Potter o viste las películas?", es la primera frase que se escucha.

Un partido a la vez, el equipo marplatense buscar posicionarse en Argentina a través de competencias oficiales. La próxima parada será la "Copa del Sur" en Rosario, y Qymeras buscará la victoria en su primera participación.

Los jugadores afirman que el nombre completo del deporte es “quidditch muggle” y presenta similitudes con deportes tradicionales como fútbol, rugby y handball. Una vez que comienza el partido no hay marcha atrás, y todos quieren subirse al escalón más alto del podio. "Mientras no estés lesionado, el partido sigue", declaró una de las anotadoras. Una serie de empujones y gritos resultan en las primeras anotaciones, a medida que los jugadores corren de un lado a otro cumpliendo diferentes funciones. Algunos participantes impactan contra el piso, unos pocos arrojan pelotas y otros tratan de llegar a los tres aros del contrincante.

Hay una regla inquebrantable: el tubo de PVC que sostiene entre sus piernas es su escoba voladora. De repente un jugador es golpeado por una pelota y la escoba cae en el piso. Rápidamente corre hacia los aros de su portería y los toca con una mano, para continuar con normalidad. La escoba está nuevamente en el cielo.

El verdadero caos se desata 17 minutos después del inicio, cuando ingresan los buscadores y el "snitch runner". Éste recorre la cancha evitando que sus perseguidores alcancen el tesoro más preciado: la snitch dorada, representada por una media amarilla con una pelota de tenis. "Es como un tercer equipo que juega para sí mismo", opinó un jugador. Los llamados cazadores intentan anotar la mayor cantidad de puntos posibles antes de que sea demasiado tarde. Una vez atrapada la snitch, el partido termina y el equipo que la tenga en sus manos obtiene 30 puntos.

 

 

No es tan fácil como parece. Los jugadores son apasionados deportistas pero no abandonan su fanatismo, por lo que disfrutan de la terminología correcta. En el quidditch existen tres tipos de pelotas con funciones diferentes, incluyendo a la escurridiza snitch. Las “quaffle” son pelotas de voleyball que los cazadores utilizan para anotar los puntos. Mientras que las “bludgers” son pelotas más pequeñas que se convierten en las peligrosas armas de los llamados golpeadores. 

 

Mar del Plata en busca de la snitch

El equipo Qymeras es el único representante marplatense de la actividad, y se esfuerzan cada día por recaudar fondos y financiar su viaje a Rosario para la "Copa del Sur". Su capitana, Rocío Mercado, aseguró que ocupa gran parte de su tiempo a la organización del equipo y entrenamientos de 6 horas semanales. Tiene 28 años y es fotógrafa, pero siempre sintió que Harry Potter era una parte importante de su vida. Por este motivo encontró en el quidditch una nueva pasión y formó el equipo en febrero de este año. La jugadora comentó que, si bien lo habían intentado en varias ocasiones, nunca había sentido el mismo nivel de compromiso y entusiasmo que ahora.

-¿Cómo formaron Qymeras?

- La base salió del club de fans, pero después se fue sumando gente que no lo era. Difundimos mucho por redes y gente que fue recomendando a amigos y demás. Sinceramente no costó tanto como esperábamos. Tenemos un plantel bastante estable, y algunos miembros que van y vienen por compromisos laborales o con la facultad. Afortunadamente la mayoría de las personas que prueban la actividad se quieren quedar. Y se formó un grupo muy lindo que ayuda mucho a que los nuevos integrantes se sientan cómodos y se entusiasmen.

Además, desde su rol como fanática, contó que la adaptación respeta varios aspectos del mágico juego original, tales como las posiciones y la función de la snitch. Sin embargo se comenzaron a utilizar uniformes deportivos similares a los del fútbol en lugar de capas.

La capitana recordó otras modificaciones en el reglamento, como la posibilidad de reemplazar la escoba y el establecimiento de límites para que el snitch runner no se aleje de la cancha. Apuntan a “que el deporte sea tomado en serio e incluso pueda llegar a ser un deporte olímpico”. Mencionó que incluso se realizan torneos mundiales de quidditch, y en Estados Unidos algunas universidades otorgan becas a los jugadores ya que lo consideran un deporte universitario.

-¿Por qué eligen jugar al quidditch?

- Antes muchos lo tomábamos como un hobbie por el fanatismo con Harry Potter. Después nos dimos cuenta de que en realidad era muy completo. Tiene mucho contacto físico, fuerza, preparación física, y es muy divertido al mismo tiempo. Por eso, el que juega generalmente se termina quedando. Todo el tiempo estás en movimiento y lleva una exigencia bastante alta. A su vez al que nunca hizo deporte en su vida se lo puede guiar para que aprenda. Con entrenamiento y predisposición uno va creciendo y lo va notando. No deja de tener el atractivo para el fan, pero además es tan dinámico que es como si fueran tres juegos al mismo tiempo: los cazadores, los buscadores y los golpeadores.

 

 

Para la líder de Qymeras jugar al quidditch es incluso mejor que ver un partido. Por este motivo anuncia los entrenamientos del equipo en la cuenta de Instagram @qymeras.team, e invita a los espectadores a llevar ropa cómoda para participar del juego.

Además varios jugadores marplatenses destacaron la importancia de la inclusión, puesto que cada equipo debe ser mixto en partes iguales. Asimismo incluyen integrantes de diferentes edades, e incluso cuentan con una sección infantil para que todos tengan la oportunidad de sostener la quaffle o derribar al contrincante con la bludger. Por último destacaron la comunicación y la unión entre los jugadores, que conforman el camino hacia el éxito dentro de cualquier equipo deportivo.

El quidditch está cada vez más presente y aspira a posicionarse en el mismo escalón que otros deportes, aunque su origen en la ficción esté siempre presente. ¿Quién logrará atrapar la snitch dorada?

 

Temas